7 diciembre, 2024

Tres grandes Guayaquileños (I) – Don Pedro Carbo

Octubre es el mes de Guayaquil y pasadas ya las fiestas de independencia quiero resaltar a tres grandes guayaquileños, ejemplo de grandeza y amor imperecedero por nuestra ciudad. Tres grandes de entre los grandes: DON PEDRO CARBO NOBOA, el Dr. JULIAN CORONEL OYARVIDE y el Dr. FRANCISCO CAMPOS COELLO. He aquí breves reseñas de su vida y ejemplar servicio a Guayaquil.

DON PEDRO CARBO

Repúblico guayaquileño nacido el 19 de marzo de 1813, hijo del Crnel. José Carbo Unzueta y de la Sra. Josefa Noboa y Arteta.

Era muy joven cuando estalló en Guayaquil la Revolución del 9 de Octubre de 1820, pero ya desde entonces comprendió que los hombres tenían un destino y una obligación con la patria. Estos conceptos le acompañarían durante toda su vida.Después de haber realizado sus primeros estudios en Guayaquil, Vicente Rocafuerte lo llamó como su secretario, y junto a él viajó a México donde vivió esos años de insurgencia y revolución independentista; aprendió entonces de Rocafuerte las sutilezas de la política y empezó a formar su propia personalidad a base de principios de lealtad, fidelidad, igualdad y libertad. Hasta 1860 continuó desarrollando una importante labor destinada a orientar la política de la patria y arrumbarla por los caminos del progreso, y más tarde combatió duramente al primer gobierno del Dr. Gabriel García Moreno. Poco tiempo después y desempeñando las funciones de Jefe Superior de la Gobernación del Guayas, era ya una de las figuras más prominentes del momento, y se había convertido “en el oráculo de la ciudad, educándola en la doctrina liberal al mismo tiempo que se mantenía dentro de la iglesia católica”. A principios de 1862, época en que el Dr. Gabriel García Moreno hacía pesar su terrible acción renovadora y depuradora en todas las esferas de la nación, en Guayaquil se imponía la necesidad de crear una biblioteca pública para dar servicio cultural a la todos sus habitantes. García Moreno había nombrado Gobernador de la Provincia a don Vicente Piedrahita, y la ciudad había elegido a don Pedro Carbo como Presidente del Concejo Cantonal

La presencia de don Pedro Carbo en el Cabildo marcó una de las etapas de mayor desarrollo en la historia de esta ciudad la misma que se inició el 24 de marzo de 1862 cuando conciente de que uno de los más importantes beneficios que puede recibir una colectividad es la ilustración a través de la lectura creó la Biblioteca Municipal de Guayaquil, aportando para el caso con una donación de 100 libros de su propiedad.

En 1867, como Presidente del Poder Legislativo se empeñó en convertir en realidad una vieja aspiración: la creación de las universidades de Guayaquil y Cuenca, para lo cual, el 18 de octubre expidió el decreto correspondiente.

Fue un patricio que sirvió al Ecuador desde varios cargos públicos y privados: Fue Presidente, Vicepresidente y Vocal del Concejo Municipal de Guayaquil; fue Ministro de Estado, Senador y Diputado; y creó la Biblioteca Municipal de Guayaquil, que fue fundada el 14 de marzo de 1862, con cien libros que él mismo donó para tal objeto.Lo mismo fue el creador de la Universidad de Guayaquil. Escribió importantes artículos históricos y políticos que aparecieron en casi todos los periódicos de la época y publicó su obra “Páginas de la Historia del Ecuador”.

Luego de una intachable vida dedicada al servicio de los más altos intereses de la patria, don Pedro Carbo murió en su ciudad natal, Guayaquil, el 24 de diciembre de 1894.

Artículos relacionados

Conflicto Árabe-Judio (IV)

En nuestro encuentro anterior nos quedamos con el triste éxodo que inundó de refugiados árabes los territorios contiguos a Palestina. Los líderes de estos países que acogieron a los refugiados son también árabes y de alguna manera esperaban el final oficial de la soberanía británica para actuar, pero no todos ellos albergaban los mismos intereses. Y cuáles son?

Por un lado está Abd Allah de Transjordania, hijo del que fuera jerife de la Meca y cabeza de la dinastía de los hachemíes a quien los británicos le habían prometido el gobierno de un único estado árabe a cambio de su ayuda en la lucha contra el imperio otomano; pues bien, el muy respetable hijo del jerife negoció secretamente con los judíos a quienes prometió aceptar su nuevo estado a cambio de que les dejaran apoderarse del territorio prometido al Estado Palestino. Transjordania era una especie de corredor a través del desierto que comunicaba las dos zonas de influencia británica: Irak y Palestina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×