2 mayo, 2024

La escuela básica y el bachillerato general unificado

Es un sistema que tanto en Europa como en Estados Unidos, ha
tenido los resultados de ser la base del desarrollo, porque integra al
individuo a la realidad nacional como uno de sus actores.

Pero solo hacer un Bachillerato no es el todo y creo ésto, no lo
desconocen quienes ahora quieren llevarlo a cabo en nuestro País.

Comencemos por la Escuela Básica, la cual tiene que
complementarse así: luego de los 10 grados, el alumno debe ser orientado
para seguir una profesión intermedia de tres o cuatro años en un centro
de educación técnica o a culminar el Bachillerato que lo llevará a seguir
una carrera superior en las Universidades o Politécnicas del País.

Teniendo presente que todo sistema educativo debe atender las
necesidades socio-económico de la nación.
Con los 12 años de estudio colegial que tenemos, nos hemos
enfrentado a algunas realidades: solo citaré dos: ¿Qué pasa cuando
un alumno por su precaria situación económica, no logra terminarlo, y
aquel cuya capacidad o aptitud, no le permite asimilar la acumulación de
asignaturas de un Bachillerato que lo conducirá a un fracaso universitario
o a obtener una profesión que no la puede ejercer, por falta de plaza en el
mercado?

Si bien algunas universidades privadas, han tomado en su oferta
y desarrollo, profesiones intermedias, luego del Bachillerato, con las
que llena la ilusión de los jóvenes y más de los padres, de que están
estudiando profesiones universitarias, ellas son más de líneas académicas-
sociales- artísticas, etc. que no llenan del todo la urgente necesidad que
tiene el País de profesionales en otras ramas.

Y lo triste es que, aunque lo hubiera, falta todavía conciencia, para
entender que cualquier profesión técnica, adquirida mediante estudio es
tan digna e importante en la vida personal y socio-económica del País.

Acaso, no es grave, que un mecánico nuestro, solo conozca
por intuición el material a usarse como parte de su oficio y nada
absolutamente de proporción en número de fuerza o de resistencia etc.
– Conocí un ex estudiante de 3º de Medicina trabajando de electricista y
cuando le pregunté ¿Por que al unirse “esos alambres” se producía la luz?
dijo- No sé, lo importante es que da luz.-
Otra hubiera sido la respuesta si hubiera estudiado para técnico
electricista.

El paso para señalarles a los egresados de Bachillerato, el número
de cupos en las facultades universitarias no es descabellado.
Lo descabellado y que va contra el desarrollo del joven ecuatoriano, es no
tener listos los centros técnicos profesionales de tres, cuatro o tantos años
de estudio en diferentes ramas, para los miles y miles de jóvenes de un
país, como el nuestro, en pleno desarrollo.

Lo preocupante es que a más de tres décadas, que yo escribiera
en 1972- Diario el Universo- mis inquietudes como maestra y Periodista
seguimos hasta el presente igual.-
Dije así (con otros rubros, por cierto):

“De nada nos servirán los 250.000 barriles de petróleo que
diariamente puede transportar nuestro oleoducto a través de los
Andes, ni nos sacarán de la pobreza los 340.000.000 de dólares que la
exportación total de petróleo nos pudiera dar desde el próximo año, si
no se hace algo por mejorar la educación. Pero por una educación con
planes encuadrados a nuestra realidad, la cual daría como resultado la
integración del hombre al desarrollo del país. Es grande el porcentaje
de habitantes del Ecuador que no participa de su desenvolvimiento, por
falta de educación técnica.

Y ahora los interrogantes surgen:

¿Qué pasará cuando el país necesite mano de obra calificada?

¿Qué ocurrirá cuando el hombre sin preparación tenga que enfrentarse a
un mundo en acelerado desarrollo?…”

De ahí que considero, es tiempo, aunque con tantos años de atraso
con el mundo, que la educación ecuatoriana no esté determinada solo
por los individuos, sino, sobre todo, por las necesidades de la nación; que
tampoco es del todo fácil, dado la superpoblación estudiantil, que cada día
va en aumento.

Sin que ésto quiera decir que se le debe negar el derecho a cada
estudiante como ser humano, digno del respeto de su individualidad para
hacer su propio destino.

Artículos relacionados

Desprendimiento

Comienzo este artículo expresando un deseo compartido por gran parte de los ecuatorianos: la necesidad del cambio en la forma de manejar el país. Si los políticos tuvieran sensibilidad y apertura, entenderían […]

Nuestro miedo a protestar…

Vivimos limitados por el temor de que nos hagan algo. El miedo es lo que más nos daña. Cuando por el miedo dejamos de hacer lo que debemos y renunciamos a nuestros derechos, nuestra conducta se convierte en una sistemática cobardía de aceptación.

Pensar que nos pueden hacer algo por lo que decimos o renunciar a decir lo que pensamos por el temor a las represalias, es una esclavitud que coarta nuestra libertad. No poder decir lo que pensamos, nos convierte en subyugados.

Cada ser humano tiene una razón para su propio temor. El pánico es parte de la naturaleza humana. Nuestras flaquezas son inherentes a la condición mortal que poseemos.

Tener miedo no es un signo de debilidad. Es nuestro reconocimiento intelectual hacía una debilidad humana. Sabernos poseedores de temores nos convierte en seres ubicados en su verdadera dimensión.

No hay comentarios

  1. Estoy de acuerdo con su planteamiento con respecto a que la educación debe tomar en cuenta las necesidades de la nación. ¿se han realizado estudios para determinar estas necesidades? ¿Se han creado instituciones educativas orientadas a cubrir estas necesidades? ¿Hay docentes especializados en las disciplinas, técnicas y artes para ello? La respuesta es obvia, no. Las carreras técnicas intermedias son fundamentales para el desarrollo del país. Creo necesario que desde alguna tribuna se cree conciencia, se de inicio a un proceso de cambio y no creamos que todos los bachilleres deben obtener un título universitario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×