16 abril, 2024

Migrantes e Hipotecas

Mucho le debe nuestro país a esos valientes emigrantes que por diversas circunstancias personales se vieron obligados a renunciar a hijos, padres, hermanos, amigos, y a la comodidad del entorno que formó su esencia como seres humanos, ciudadanos de bien. Cuanto ha recibido nuestro país por su innegable y valeroso esfuerzo en tierras lejanas, ajenas a sus tradiciones, hospitalarias y hostiles a la vez…donde jamás han sido considerados ciudadanos de primera y han tenido que sufrir los vejámenes impuestos por el odio, la ignorancia y el temor de quienes se han visto afectados por la disciplina, responsabilidad y altos índices de trabajo que caracterizan a la gran mayoría de nuestros expatriados.

De acuerdo a la Secretaría General de la Comunidad Andina, en su informe anual del 2011; Ecuador ha recibido entre el 2001-2010 alrededor de US$22.416’000.000 en remesas del exterior. Siendo España uno de los principales puntos de procedencia de dichos valores.

La reciente visita al Reino de España del presidente Correa, ha demostrado la gran popularidad personal vigente del mandatario entre ese importante conglomerado de ciudadanos que se encuentran en el país Ibérico. País, que por diversos errores propios, se ha sumergido en una de las más importantes crisis por la que atraviesan muchas de las naciones miembros de la Comunidad Europea. Crisis que solamente presenta características de deterioro y pocas y muy penosas vías de acceso a una mejoría en el futuro cercano.

La popularidad del Presidente no ha sido gratuita. Los migrantes han recibido noticas directas de sus familiares quienes trasmiten los grandes avances en temas de seguridad social, de educación, salud, transportación y otros programas sociales a los que han sido el foco de beneficios.

Es momento de que pensemos en retribuir a esa gran comunidad que está pasando por penurias indescriptibles como consecuencia de las circunstancias que aquejan al país que, mal o bien, les permitió con muchos sacrificios personales mejorar sus condiciones de vida y las de sus parientes rezagados en su patria natal. Su circunstancia no es producto de falta de interés o de humanamente intentar con todas las fuerzas que la angustia y desesperación imponen en las energías de los padres de familia que necesitan alimentar y asegurar un techo a sus hijos. Sus posibilidades están sumergidas en lo más profundo del pozo de las oportunidades. Es necesario que el Estado ecuatoriano salga al rescate de nuestra gente y, con creatividad y profunda responsabilidad social, desarrolle un programa que redima a los migrantes del infortunio, dándoles la oportunidad de salvar sus viviendas y afianzar la coyuntura para que sigan manteniendo una vida digna y apegada a los objetivos del Plan Nacional del Buen Vivir. No es suficiente un simple asesoramiento legal acompañado de un apretón de manos y de una palmadita en la espalda. Peor aún la injerencia de nuestro gobierno a las leyes de aquel país, que debían ser conocidas por quienes por voluntad propia decidieron ser sujetos de un crédito hipotecario bajo las condiciones legales impuestas en las normas españolas.

El estado ecuatoriano, de acuerdo a noticias publicadas por la prensa local, adeuda al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social una suma aproximada a los US$2.050 millones de dólares. Parte de dicha deuda podría servir para que el Seguro Social compre con importantes descuentos deudas hipotecarias de ecuatorianos que residen en España y se los beneficie con hipotecas en condiciones similares a la de los afiliados en el país. Obviamente, deberá adaptarse el programa a condicionamientos especiales y a los montos del descuento con que sea posible la compra de dichas hipotecas. Igualmente, se deberá analizar la posibilidad de crear un pequeño tributo a quienes reciben remesas. Tributo que deberá servir para compensar al Seguro Social los retrasos, costos y dificultades del cobro de las respectivos pagos que deberán hacer los beneficiarios de dicho programa en el exterior.

Los ecuatorianos somos solidarios de corazón. No creo que se levante una sola voz obstaculizando a nuestros compatriotas la oportunidad de una boya de rescate en medio de tan desesperante tempestad.

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  1. Extraordinario artículo. El periodista es muy constructivo, positivo y creativo. Esa clase de periodistas necesita el Ecuador y ojalá las autoridades recojan su inteligente sugerencia.

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