27 abril, 2024

Pensando en muchas cosas…

Esta es una época que se puede tomar en dos sentidos. Uno, podría ser como de “post-mortem” y estaría bien, ya que hace apenas dos meses que asistimos a la muerte del año anterior, puede que aún queden heridas que sanar, secretos que contar, secretos que ocultar más todavía, momentos que recordar, temores que vencer o deudas que pagar.

También podría ser una etapa de inicio, algo así como un estado entre pre-natal y natal. En la que hemos puesto esperanzas, y deseos que, obviamente, queremos se cumplan.

Si se habrán dado cuenta, entre una y otra posibilidad queda un vacío. El antes y el después nos deja inevitablemente el “ahora”. Qué estamos viviendo “ahora”. Ahora, mientras se quemaba el “viejo”; ahora mientras escribo o ahora, mientras ustedes leen lo que escribí.

El ahora es lo importante y no podemos prescindir de él. Si lo dejamos fuera, solo, dormido u olvidado salen a la luz nuestras potencias en desequilibrio. Quiero decir que no podemos, o mejor, que no debemos darnos el lujo de evadir la realidad. No la realidad del país, no lo que dice el Presidente ni lo que sucede en Pakistán o en Egipto. Todo tiene un valor, pero lo que más vale es nuestra propia existencia. Lo que sentimos hoy, lo que pensamos hoy, lo que anhelamos hoy. Pensando en muchas cosas, me detengo aquí y ahora. Necesito hablar y ser escuchada, pero no sé como comenzar a decir aquello que necesita ser dicho y además, ser entendido. A todos nos pasa. Invito a una reflexión colectiva. Dejemos los planes del trabajo, los preparativos del viaje y la ropa de playa. Olvidemos por hoy, sacar las cuentas o preocuparnos por frivolidades. Centremos la atención en lo profundo de nuestro corazón, y digamos, con amor, todo lo que haya que decir. Como la mejor canción de Shakira, Inevitable: “Siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos empezar por uno mismo…” Y , si ya hemos retomando el valor podemos seguir con la letra: “ La verdad es que también lloro una vez al mes, sobre todo cuando hay frío, conmigo nada es fácil ya debes saber, me conoces bien, y sin ti todo es aburrido…”

Renunciar a tantas cosas resulta difícil, cambiar nuestra forma de vivir, no es tan fácil, pero debemos reconocer que lo que pesa más es aquello que sentimos, por eso al momento de estar aquí y ahora, desprendernos del orgullo es la prueba crítica, cuando deberíamos decir en coro: “El cielo está cansado ya de ver la lluvia caer, y cada día que pasa es uno más parecido a ayer, no encuentro forma alguna de olvidarte porque, seguir amándote es, inevitable.”

“…Y para ser mas franca, nadie piensa en ti, como lo hago yo…aunque te de lo mismo”

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