29 abril, 2024

La Paz en Máximas – Parte IV

Oscar Wilde
Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa.

Eduardo Chillida
Un hombre, cualquier hombre, vale más que una bandera, cualquier bandera.

Jean Anohuilh
Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte.

Kark Graus
El diablo es optimista si cree que puede hacer peores a los hombres.

Anatole France
El arte de la guerra consiste en ordenar las fuerzas de tal modo que no puedan huir.

Marco Julio Cicerón
La fuerza es el derecho de las bestias.

Seneca
Una era construye ciudades una hora las destruye.

Serguei Krikalev
Lo que desde arriba no se ve son las fronteras.

Guy de Maupassant
El patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras.

Erasmo de Rotterdam
La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa.

Alberto Navarro
La humanidad camina hacia la barbarie….. El 90% de las víctimas durante la I guerra mundial eran soldados. Ya en la segunda la mitad fueron civiles. Ahora el 95% de las víctimas son civiles.

Mary Robinson
La tecnología nos hace testigos de los horrores de la guerra, pero no proporciona medios para evitarla.

Charles Bukowski
La confusión es el dios/ la locura es el dios/ la paz permanente es la vida/es la paz permanente de la muerte.

Erik Blomberg
Aquí yace un obrero sueco/ caído en tiempo de paz. Desarmado, indefenso/ Fusilado por balas desconocidas. Su crimen fue el hambre. No lo olvidéis jamás.

Paul McCartney
Los problemas eran los mismos, queríamos paz en la tierra, amor y tolerancia entre las personas de todo el mundo.

John Jume
La base de paz y estabilidad en cualquier sociedad debe ser el profundo respeto por los derechos humanos para toda su gente.
La respuesta a la diferencia es respetarla. Aquí se encuentra un principio fundamental de la paz, el respeto a la diversidad.

David Trimble
La consecuencia de la paz necesita más que magnanimidad. Se quiere una cierta prudencia política y en ciertos momentos una buena voluntad para no se demasiado preciso o pedante.

No obstante, el sentido común determina que no puedo convencer a la sociedad de que la paz está a la mano sino hay un comienzo de entrega de armas como prueba de lo que debe seguir, el desarme de corazones. Cualquier demora futura reforzará las oscuras dudas.

La preservación de la especie humana, y su continuo aumento, nos demanda que aprendamos a vivir unos con otros en paz y armonía. No obstante, este proceso de aprendizaje ha sido lento, arduo y no se ha terminado aun.

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Bruma

Domingo, el aire está brumoso, el frio entra por los filos de las ventanas, las olas se escuchan estrellarse contra la orilla. Con mi hija tomamos las bicicletas para ir a desayunar un bolón; ya ocho de la mañana y la calle llena de carros de alquiler. Llegamos al restaurant y las mesas ocupadas -no de turistas sino de tanta gente que vive aquí, lugar escogido por muchos, como pudo haber sido Santa Domingo de los Tsachilas, Babahoyo o Pelileo.

Así amaneció Galapagos con sus contrastes intensos, el primer de ellos que es el que nos tiene atado mágicamente al lugar, en encontrar más allá de esta bruma, de lo que el resto de comensales de aquel restaurant no alcanzan a ver las razones por la que vivimos aquí y nos motiva entre tantas cosas a escribir estas líneas; el segundo, la aplaudida noticia de estos días por el gobierno actual, de la decisión de la UNESCO de retirar a Galapagos de la lista de Patrimonios en Peligro.

Reorientar la vida (Segunda semana de adviento)

“El Buda Kamakura estuvo alojado en un templo hasta que, un día, una gran tormenta echó abajo dicho templo. Desde entonces, la enorme estatua estuvo durante años expuesta al sol, a la lluvia, a los vientos y a las inclemencias del tiempo. Cuando un sacerdote comenzó a recaudar fondos para reconstruir el templo, la estatua se le apareció en sueños y le dijo: Aquel templo era una cárcel, no un hogar. Déjame seguir expuesto a las inclemencias de la vida, que ese es mi lugar”. (Tonny de Mello sj, Oración de la Rana, 1988).

En estos cuatro domingos de advientos, vamos por el segundo, queremos reflexionar sobre el sentido de nuestros actos religiosos, sobre el sentido de nuestra vida que es la razón de ser de nuestros actos, sobre la actitud de fondo que impulsan nuestros deseos, anhelos que adquieren una forma en la oración, la devoción, la espiritualidad que se vive o se debe vivir en estos tiempos.

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