El consejo de participación ciudadana

Definitivamente el quinto poder del estado encierra entre sus facultades las de mayor delicadeza y repercusión, sin restarle calidad a las responsabilidades de las otras funciones del estado. Son estas personas que reunidas en este cuerpo colegiado, El Consejo de Participación Ciudadana, las que escogerán y designaran a las autoridades de control que vigilarán los actos de los funcionarios públicos y del estado.

Pensamos que de hecho tienen que haber personas honestas en ambos lados de la carretera, aunque lamentablemente en nuestro país se está queriendo a través de polarizaciones políticas ideológicas socio-económicas, deslegitimar a los contrarios. Esta actitud es palpable en los líderes políticos de ambas tendencias, porque les guste o no, existen autoridades que siendo parte de la llamada Revolución Ciudadana, ideológicamente fueron afectos a los anteriores grupos de gobierno; y, entre los aparentemente simpatizantes de los sectores tradicionales hay quienes se sienten identificados y quieren moverse hacia la orilla de la revolución ciudadana.

En este consejo, deben participar ciudadanos de todas las tendencias. Ese es el espíritu de la participación y la creencia del ciudadano de a pie, del que no forma parte de Alianza País, Izquierda Democrática, MPD, Madera de Guerrero, etc. Aunque lamentablemente se ha generado el concepto que al hablar de participación ciudadana solamente tienen justificación moral y ética de hacerlo los que provienen de clases absolutamente depauperadas económica y socialmente, o provienen de las minorías étnicas. Automáticamente se descalifica a quienes no, como que si este sector de ecuatorianos no tuviera derechos, y no estamos hablando de las clases económicamente pudientes, sino de la clase media acomodada, educada, instruida, a la que se califica de pelucones, porque aquellos a los que realmente les tocaba el calificativo por condición económica y de dominio socio económico de las ciudades o de las provincias, prácticamente han desaparecido, pero ese es otro tema.

Quizás no se trata siquiera de poner en calidad de conductores de los diferentes carros que tiene Alianza País, , a “los hijos de pueblo” a los que se refería el Capitán Carlos Guevara Moreno porque es un movimiento sin norte definido; sino simplemente de capitalizar el poder para finalmente ver hacia donde pueden ir, con la finalidad de retener el poder político en beneficio de un círculo de poder sustentado en viejos resentimientos sociales sin ideología. Para esto es necesario controlar todas las facetas del poder, incluso hacer creer a la ciudadanía que tiene algún vínculo con el poder, cuando en realidad estos miembros del Consejo de Participación ciudadana no representan a nadie, porque la representación popular está en el Congreso, en la mal llamada Asamblea, es ahí donde está radicada la representación ciudadana, porque estos son los nombrados por el poder popular, los miembros del consejo son autoproclamados o empujados por corrientes básicamente vinculadas con el poder y ahí está el error de este gobierno, por lo que pierde legitimidad día a día al querer controlar mediante leyes amañadas el acceso al poder. ¿Qué pasará mañana cuando otra tendencia asuma el control político del país? en ese momento se arrepentirán de haber legislado de esta forma y de haber amarrado el control del país. No entienden que la derecha y la partidocracia perdieron la legitimidad por lo mismo.

El concurso convocado por el Consejo Nacional Electoral de la Revolución, “fue ampliamente difundido” dando lugar a que participen los que quieran porque igual ganarían los predestinados, es evidente que los reglamentos y condiciones son hechos a medida. De este Consejo Nacional Electoral no tenemos duda alguna de su procedimiento, no nos olvidemos que es el mismo que ha marcado ya varias elecciones poniéndole el pie a los rivales de la revolución cuando tienen la mas mínima opción de hacer sombra, pero tan hábilmente que nadie ha podido ganar una pelea publica ni legal demostrando esta afirmación, solo la percepción popular se da cuenta que hay “chivo amarrado” como dice la expresión vulgar.

Pero aquí también le llamo la atención a la derecha, al centro, al ciudadano corriente, Uds. mismo se están dejando tomar delantera, por el simple hecho de no participar, de no hacer, de no confrontar. No tienen luego derecho de quejarse si no tratan de revertir. Hay que luchar en todos los campos para lograr mantener los principios de libertad porque si graciosamente esperamos que se nos conceda dicho principio, jamás, entiéndase bien, jamás se nos concederá dicho don, porque la libertad ya la tenemos concedida por Dios, y ningún hombre puede arrebatárnosla, pero para eso también hay que luchar, la esencia de los gobiernos dictatoriales o autocráticos es la falta de resistencia. Pienso y lo dije, cuando teníamos la dictadura del otro lado, que debíamos luchar por el cambio, así lo hicimos, pero ese cambio también se nos está escapando de las manos, porque el condicionante esencial del cambio propuesto era en la esfera de la libertad. Entonces puedo decir que estamos a fojas cero y tenemos que volver a la barricada ideológica, a la trinchera conceptual, a la acción a favor de la libertad de pensamiento; para que no crean que el silencio es la claudicación de los ciudadanos libres que aspiramos una sociedad que trata de ser justa en libertad y con conciencia, que lo social no es un slogan, que la revolución es una acción libertaria y no el pretexto para un esclavismo moderno. Participo del criterio de declarar nulo el proceso y hacerlo con reglas claras y a la vista del ciudadano.