25 abril, 2024

En las cárceles de Latinoamérica…

Uno de los primeros comentarios periodísticos que publiqué hace algunos años, tenía que ver
con las condiciones de las cárceles aquí, en Ecuador. En la mente sólo tuve una imagen… Un
basurero social. Quienes estaban presos sufrían, por así decirlo, un sobajeo de cuerpos, en
ausencia de todo respeto humano. Niños incluso, mezclados entre mujeres y hombres. Las celdas,
con un par de camas y un hueco en el suelo que hacía las veces de servicio higiénico, agrupaban
4 o 5 residentes. Quien más quien menos pedía unos centavos para comer y reclamaban que
estaban “guardados”, ya muchos meses y sin sentencia. Algo inaudito. Fuera de todo criterio
para ser aceptado como realidad. Desde entonces acá, y eso hace un promedio de 50 años, todas
las autoridades municipales y todos los gobiernos centrales se han condolido frente al problema.
Y, por supuesto, han ofrecido, y con mucha energía, la necesidad de un cambio total, de acuerdo
al cumplimiento de los Derechos Humanos y Sociales… Pero una cosa es decir y otra, y muy
distinta, obrar, hacer, realizar. El cambio, de impacto, sin embargo, no ha pasado de pintar otro
nombre en sus paredes .

Las propuestas del nuevo humanismo

El hombre es loco-cuerdo. La verdad humana trae consigo el error. El orden humano implica el desorden. Pues la buena respuesta sólo puede ser compleja y contradictoria. EDGAR MORIN

Como que, desde siempre, las sociedades han definido su existencia confrontando, una y otra vez, crisis continuas. Sin embargo, han resultado, desde esta situación de discrepancias, saludables indicadores de cultura creativa. Podría decirse, aunque pueda interpretarse un tanto reduccionista, que hay una especie de permanencia ideológica por un llamado a la aparición de un “hombre nuevo”. Es, en términos sociológicos, la invocación a un bienestar colectivo con algún tipo de beneficio individual. Expreso, o velado y en ciertas instancias hasta esotérico.

Siria: ¿Hasta cuándo el crimen?

Con el pretexto de que cada país es soberano, el crimen de Estado está buscando, con mucho ahínco, su institucionalización. Una especie de poseer un coto propio de caza humana. O sea, el linchamiento, individual o colectivo, de todo aquello que sea oposición al poder político instalado. Más aun cuando el accionar gubernamental ha sido logrado por algún tipo de elección. Sin importar si sus procedimientos son legales. Legítimos o no. El asunto es que una vez con las riendas en las manos, la discrecionalidad del mando sobre la disposición de los recursos, económicos, administrativos y sobre todo, militares, resulta válida. Y hasta la defensa de esta validez pasa a la categoría de incuestionable. Por cierto, el temor, el miedo, la persecución es el respaldo “filosófico” de semejante boicot a la vida…

Con Siria sucede casi igual que con los otros países árabes, en cuestionamiento popular desde hace algunos años. La mayoría de sus autoridades, jefes y ministros, han aceptado su permanencia a través del socorrido . Prácticamente, desde la retirada de Francia en 1946, fecha en la que aparentemente pasaba a ser independiente, Siria ha venido de tumbo en tumbo, soportando regímenes de facto. Incluso es la forma amañada politiquera mediante la cual Hafez Al-Assad asume el poder, en 1970 para no irse hasta el 2000, en que fallece. Tiempo, por demás suficiente, para alzarse, en connivencia con los militares, con todas las instancias del manejo de la cosa pública. Después resultó fácil ordenar una dictadura in crescendo, en referencia a exigir una devoción social para sí. Sin libertades. Con ausencia de derechos humanos y sociales. Imposición de un partido único oficial. Prohibición de todo tipo de movimientos que ponga, en relación activa, quejas o contradicción con el gobierno.

Las rapacidades del Poder

“Los mejores pretextos sirven a la realización de las acciones más viles”

Gastón Leval

Parodiando a Saint Just, en plena revolución de 1789 en Francia, que advierte: “el crimen es la monarquía!”, con lo que da paso a la sentencia, sin remisión, de su muerte, podría, como alcance actual, decirse que “el crimen es el poder!”. ¿O es que el poder, como tal, en esencia, no es violencia en su propia naturaleza? ¿No es, además, una invitación permanente a la discrecionalidad y en este hacer, promover la voluntad de la injusticia? Con el poder, y más susceptible en tanto expresión económica o política, los otros serán siempre los culpables… Y cuando hay culpa hay castigo. Y todo castigo emanado del poder busca la liquidación del castigado no su enmienda o rehabilitación. ¿Contradicción? No! Porque no existe la falta en el culpado. Lo que hay es el no reconocimiento de la inocencia desde el poder. Todo es agravado cuando el poder expresa su presencia desde el Estado y este, según sus perspectivas, convoca más o menos violencia según sea declarado protector, de servicios, autoritario, fiscalista, paternalista, etc. Para Max Weber, incluso, “el Estado moderno no es más que una asociación de dominación con carácter institucional que ha logrado monopolizar la violencia física, para uso exclusivo”. ¿Qué pasa, entonces, cuando esta potencialidad de la violencia es guiada, administrada, liderada por una patología ideológica? Promueve de una parte el cinismo, la corrupción y el crimen y de otra, busca y obtiene a la fuerza su legitimidad!.

El Reino está en Nosotros

Cuando el Jesús bíblico anunciara hace tantos y tantos años “mi reino no es de este mundo”, diferenciando su posición de la condición humana del diario vivir, la interpretación de que su referencia era en torno a un lugar extraterrestre, fue, desde entonces, la trinchera de batalla de los adeptos recalcitrantes. Pero el reino ajeno a este mundo jamás estuvo fuera de aquí. Todo lo contrario. Fue más bien un reivindicar la tierra como un suceso real de residencia cierta. Al margen del desencanto del amor humano, al margen de las insanas vanidades sociales…Simplemente la asunción responsable de una identidad pertinente…

Es posible que, tal cual quiera una abrumadora mayoría, lo excelso de la vida está fuera de nosotros. Sin embargo el saberse dueño de sí mismo implica una riqueza sobrecogedora. El “conócete a ti mismo” (antes de decidir qué quieres ser) grabado en el frontis del templo de Apolo, en Delfos, hace más de 2.500 años, detuvo a muchos en su entrada. Pues que a todo aquel que pretendía conocer los misterios de la vida, aclaraba con mucha seriedad que sin advertir “quién eres”, no comprenderías jamás ninguna respuesta, por válida que fueren las preguntas… ¿Cómo, por ejemplo, sin conciencia de nosotros mismos, podríamos detectar la identidad que nos promueve a saber…? ¿A saber qué? ¿Por qué debemos lograr un objetivo? ¿Por qué debemos pensar en una búsqueda y encuentro propios? ¿Por qué tenemos que resistir a lo que nos limita? ¿Por qué demandamos libertad? Mejor dicho, cada vez más libertad! Es que en nosotros está la única razón de ser… De nosotros parte la contingencia de convocarnos a través del diálogo con los otros, y en este encuentro abastecernos de solidaridad, clave en la vigilia de la vivencia humana.

Irán y su bomba atómica

Iran with nuclear symbol

La satanización contra Irán viene desde algún tiempo atrás. Pero lo que ahora está entre ceja y ceja del mundo “civilizado” y “democrático” es nada menos que la bomba atómica que Irán puede o quiere poseer. ¿Con qué motivos? En realidad tal vez sólo Irán lo sabe… O nada tiene que ver con esta situación y todo no sea más que un cuento promovido por algún aquelarre político especial…

Si. Todo parece un cuento fantasmagórico. Los oponentes de hoy a la aventura nuclear de Irán fueron, ayer, sus grandes aliados. ¿Quiénes promovieron el ingreso de Irán al club mundial atómico? ¿De dónde vino la inversión millonaria para semejante gestión? ¿Y la tecnología? ¿Y los recursos humanos científicos? Todo comenzó, allá por 1957, cuatro años después de que derrocado Mohammad Mosaddeq entró a gobernar en firme el Shah, Mohammad Reza Pahlevi como indiscutible aliado, post guerra fría, de los Estados Unidos. Si la CIA había ayudado a derrocar a Mosaddeq, por qué no iniciar un diálogo atómico de paz con el nuevo líder. La universidad de Teherán entonces recibió, de manos norteamericanas, dos años más tarde, para fines de desarrollo científico, un reactor nuclear. Con uranio altamente enriquecido entró a funcionar en 1967. ¿Para qué fue creado el Centro de Investigación Nuclear de Teherán sino para soporte de los grandes planes de los socios USA/Irán? ¿No es que USA pretendía instalar, promoviendo con dinero y recurso técnico, más de 20 centrales nucleares, distribuidas por suelo iraní que, con eficiencia y buena voluntad, estarían operando en el año 2000?

Después del 28 de Enero de 1912

General Eloy Alfaro

… lo ultrajan, lo escupen, lo desnudan, le atan una cuerda a los pies, y lo sacan a la calle… El corazón de América se rompió en pedazos…¿No hay gobierno en Quito? Sí, pero es el gobierno quien ha ordenado ese asesinato…Lo que no hay en Quito, a esa hora es hombres… No hay sino fieras

José María Vargas Vila

Con el asesinato de Eloy Alfaro quienes lo perpetraron sólo consiguieron su ausencia física. Adelantarla, políticamente de la forma más estúpida y moralmente, automarcarse con un gesto por demás inhumano y aberrante. Es que la posición ideológica y política de de los líderes del liberalismo no respondían, exclusivamente, a un querer y voluntad personales. El asunto no era proponer un sueño de la noche a la mañana y hacerlo realidad como satisfacción morbosa. Las condiciones socio políticas de los mercados mundiales reclamaban, día por día, la aceptación de las libertades en las transacciones económicas. Tanto productivas como comerciales y transporteriles. Era prácticamente imposible ser parte del mundo contemporáneo, a fines del siglo XIX, y excluirse de los valores libertarios, promotores reales del desarrollo nacional. Más aún. Ya para el 5 de junio de 1895, fecha en que el liberalismo hace residencia para no irse, Ecuador está marcado por el atraso en la actualidad de ese entonces… Algo diferente ocurrido con los adelantados Argentina y México que, fueron ejemplo con Sarmiento y Juárez, en el contexto de la doctrina liberal marchando a trote seguro en Latinoamérica.

Contra la Apología de lo adjetivo…

Hace poco tiempo un llamado en la televisión pretendía, con cierto desparpajo, captar asistentes a una conferencia sobre marketing. ¿Con cierto desparpajo? Advertía, al menos, que oír al expositor significaba aprovechar, en cuanto a conocimiento, a “la mente más brillante del mundo”. ¿Lo mejor del pensamiento respecto a los 7.000 millones de habitantes del planeta tierra? Pero también existen los comentarios, y a veces planteados con seriedad crítica, que tal deportista es “el mejor de todos los tiempos”. Además que “ hacía mucho” que no estaba en el mercado una “obra literaria semejante”, hoy, por fin, en nuestras manos. Y, por supuesto, el típico anuncio politiquero eleccionario o justificativo del poder, “jamás antes de nuestro gobierno ningún otro ha realizado lo que está, definitivamente, haciendo grande al país”. Claro que en el escenario de los concursos de belleza la falta de respeto a las participantes perdedoras queda evidente, cuando el show man del evento anuncia que “la triunfadora, después de dura contienda , ha demostrado ser la más bella entre todas”. ¿Y en la ciencia? “Este descubrimiento es el más grande de todas las épocas. En la historia no hay nada registrado así”.

El "Hombre nuevo" de siempre

Aparentemente la exigencia por un “hombre nuevo” que esté más allá de las fronteras de las sociedades, que hoy sienten pisoteados sus derechos e insatisfechas sus necesidades básicas, y que defina lo que debe ser con su presencia actual ¿es, en verdad, algo inusitado.? ¿Cómo así? ¿De dónde acá? ¿Es posible lograrlo pese a las cadenas del mundo de los consumos inútiles, de la perversa publicidad politiquera, de la red de inseguridad social impertinente? ¡Quién sabe! Pero el “hombre nuevo” que debe aparecer tiene que ser luz en la oscuridad de donde proviene. En su responsabilidad está la marginación a todo lo que impida una solidaridad abierta, libertaria y en plenitud de justicia. El hombre nuevo, sin embargo, preconcebido en su apología mesiánica para ahora, en realidad es de ayer… De un ayer muy lejano. No sólo en los tiempos. También en los vericuetos de sus razones por mostrarse… Por cierto, todo apunta al hombre nuevo sinónimo del hombre ideal. Esto es, al permanente camino de la utopía!

La criminalización de los derechos

Sin derechos es imposible el cumplimiento de los deberes mediando la responsabilidad. Es que, además, los derechos responden a algo más allá de la supervivencia biológica de la especie. En tanto la aceptación consensuada de relaciones equitativas entre los integrantes de la sociedad. El respeto a la vida es, por eso, la fuente primaria de todos los derechos. Pero en la práctica del día a día, “respetar la vida” implica asumir, con dicho respeto, compromisos con los procesos de una existencia con calidad. ¿Cómo, sin embargo, podría suceder esto sin la vivencia de la libertad? Y libertad sinónimo de justicia! Es que tal cual expresa tan vehemente Jacques Maritain, “ la sociedad es un todo cuyas partes son, a su vez, todos, y es un organismo hecho de libertades, no de simples células vegetativas”.

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