26 abril, 2024

Ante la violencia humana

Justamente, entre los libros que me ha tocado releer en los momentos de ostracismo que hemos vivido por el Corona-Virus, me he encontrado con algunas ideas que vale reprisarlas y hacer conciencia por la tragedia que vivió el Ecuador en junio pasado.

Por lo cual, me permito trascribirlas “Desde mi trinchera”, con un llamado a reflexionarlas y, sobre todo, a tomar conciencia socio-política, por el bien de nuestra Patria, que necesita acción positiva mancomunada de todos los ecuatorianos, desde el hombre de poncho y sombrero de fieltro, al de saco y corbata:

Del libro Homos Deus de Yuval Noah Harari :

“El terrorismo es una estrategia de debilidad que adoptan aquellos que carecen de acceso al poder real…

¿Cómo es posible, pues, que los terroristas consigan copar los titulares y también la situación política en el mundo?…

Los terroristas organizan un espectáculo de violencia pavorosa, que capta nuestra imaginación y hace como si retrocediéramos al caos medioeval…

En consecuencia, los estados suelen sentirse obligados a reaccionar frente al teatro del terrorismo con un espectáculo de seguridad y orquestan exhibiciones de fuerza… En la mayoría de los casos, esta reacción desmesurada ante el terrorismo, genera una amenaza mayor que los propios terroristas…”

 

Y entonces ¡Ecuatorianos todos! 

Estemos atentos a no seguir cayendo en esos actos masivos de violencia que dejan malparados a sus actores.

Atentos todos, de no hacer actos como mención racista, justo cuando de los millones de   habitantes unidos del país el gran escritor y maestro ecuatoriano Justino Cornejo decía “Los que no tenemos de inga, tenemos de mandinga”…

Sin ir muy lejos yo -Lily Pilataxi García.  -Alguna vez en una entrevista, respecto a mi apellido, a la pregunta – ¿Cómo se define Ud.? Contesté: -Me enorgullezco de ser una mestiza ecuatoriana americana y como tal, de poseer la rusticidad mágica que me da aferrarme a la belleza telúrica y artesanal de nuestras culturas ancestrales, sean estas: Inca, Valdivia o Chorrera, por ser hija de padre serrano y madre costeña. 

Detesto y me resisto a decir que tengo origen indio, porque indios nos pusieron los españoles ignorantes que iban a las Indias Orientales y azotados por una tempestad llegaron a las Antillas y creyendo estar en la India, desembarcaron y a todos los habitantes de esta región de América, los llamaron indios: desde el norte a la Patagonia…

 

Por la paz del mundo



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Así no se puede avanzar.

He tratado con vehemencia de cambiar mi actitud hacia el gobierno, con la convicción de que somos seres racionales, y que conversando podríamos llegar a acuerdos en beneficio del futuro y del progreso de los habitantes del país, sin embargo, creo que mis pequeñas aspiraciones, están cada vez más lejos de cristalizarse, y más bien, mis antiguos temores, de la implantación de un régimen autoritario con una gula de poder insaciable, están latentes y cada día más vigentes en Ecuador.

Mis padres me enseñaron, que más valor que la firma en un documento, lo tiene la palabra con la cual se pacta una negociación o un ofrecimiento; lamentablemente en nuestros días, estas viejas buenas costumbres ya no sirven para nada, sino para recordar, como nuestros abuelos cerraban como caballeros sus transacciones.

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