26 abril, 2024

Los círculos de las crisis en el mundo

Vivimos en un mundo en el que las crisis locales, nacionales o mundiales parecen interminables y repetitivas, por lo que se nos proyectan en círculos que inician como las manecillas de los relojes a las 00H00, pero al terminar sus recorrido horario se repiten y a diferencia de la de los relojes, las manecillas de las crisis se detienen con los problemas permaneciendo en el tiempo y muchas veces se agraven y multiplican.

Asi cada día a cada hora vivimos y/o nos informamos de las crisis: financieras, económicas, sanitarias, humanitarias, con las impactantes y trágicas migraciones a Europa y otros países, cada día más graves, las que por el cambio climático están afectando de muchas maneras al planeta, sumadas a las sociales, de crimen, terrorismo, dictaduras, violencias de todo tipo, racismos, extremismos y las culturales donde se destruyen patrimonios de la humanidad por extremismos religiosos de mentes enfermas.

Las mujeres y los niños son cada vez más vulnerables. Parecería que las manecillas de los relojes de la vida planetaria giran en sentido contrario donde las brutalidades cometidas en la II Guerra Mundial, por ejemplo cuando los nazis destruyeron obras de arte en varios países europeos por no ser arias o nazis, al igual que los musulmanes de Isis con los restos arqueológicos de Palmira que observamos impávidos más de 70 años después de las de los nazis.

La crisis de valores corroe todas las sociedades con actos de corrupción de toda índole, las drogas, el tráfico de seres humanos , con privaciones de libertad y atropello a todos los derechos humanos.

Pero lo más grave y preocupante es que los silencios de las instituciones y de quienes en cada país y región deben detener y sancionar estos actos que se amparan, al igual que los nazis de hace 70 años y de los terroristas de Isis en los tiempos modernos, en sus normas y religiones, en total contradicción con los derechos humanos y los valores que deberían estar vigentes en el siglo XXI.

Esta actitud es como una olla de presión, donde se están acumulando las tensiones y pasiones que comenzarán a estallar más temprano que tarde en muchos países, que terminarán arrastrando al mundo a situaciones que nadie responsable y civilizado desea.

El alegre verano en el hemisferio norte ya está sintiendo los efectos de las crisis migratorias, económicas y climáticas para mencionar algunas, al igual que el hemisferio sur con las crisis y fríos días del invierno, lo que nos dice que no hay estación del año que evite los males que afectan a la humanidad.

Se espera un fenómeno del Niño de los más graves y peores desde que se tiene registros hace 65 años, las altas temperaturas de este verano nórdico mató más gente en Paquistán que el terrorismo.

Las sequias en África y otros lugares y la carencia de agua y alimentos sigue cobrando vidas, al igual que las inundaciones en el norte, el sur, el este y el oeste. El mundo definitivamente está en crisis, lo más preocupante es que en muchos países hay una forma de liderazgo que complica y contagia a otros y con ello agrava la situación planetaria.

El Papa Francisco nos lo está advirtiendo con su Encíclica Laudato Si, sobre la Naturaleza y el cuidado de la casa común, ojalá se reflexione y actúe sobre este delicado asunto, antes de la catástrofe climática mundial que parece aproximarse.

Este es en llamado a la conciencia individual y colectiva y a los países cuyos líderes tienen responsabilidad mundial, para que asuman la misma y actúen.

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Son los titulares de casi todos los días; los medios de comunicación dan cuenta de accidentes de tránsito a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio nacional, con resultados trágicos; personas de todas las edades y de toda condición social y económica resultan ser las víctimas fatales.

Normalmente, la gente pobre es la más expuesta a estos peligros. Viajan hacinados en buses vetustos, sin ningún control, muchos de ellos han sobrepasado la vida útil que establece la ley, no hay autoridad que controle el mínimo de condiciones de seguridad (luces, frenos, guías, llantas lisas, etc.). También es usual encontrar vehículos, especialmente pesados, con alguna avería sin ninguna señal que alerte a los conductores que transitan por ese lugar, lo que hacen es colocar grandes piedras o ramas como señal de peligro que luego las dejan en la calzada, pasando a ser una nueva amenaza para que se produzcan nuevos accidentes. Lo más grave es que nadie respeta las señales de tránsito (sobre todo los límites de velocidad) y no hay autoridad que haga cumplir esa exigencia. Lo que también resulta usual es que luego del accidente, si el conductor no ha resultado herido o a muerto, se haya dado a la fuga.

La recolección de firmas es una traba y una farsa que debe ser eliminada

El presidente cree que el escándalo de las firmas falsas finaliza en recoger firmas sobre el monto de 158.000, sin reparar que en el proceso de recolección de firmas se han cometido los siguientes delitos: Falsificación, perjurio, beneficio de firmas falsificadas, delito contra la fe pública (engaño y fraude), daño moral a las personas que han sido afiliadas sin su conocimiento y contra su voluntad.

El presidente llegó al poder habiendo presentado alrededor de 800.000 firmas, de las cuales cerca de 400.000 fueron rechazadas por el Tribunal Supremo Electoral en el año 2006 e intenta justificar lo injustificable diciendo que es adecuado tener un margen de error del 1%, 3%, 5%, luego de ser reincidente en el delito de presentación de firmas falsas, esta vez cerca de 750.000 firmas falsas de un total de un millón y medio de firmas entregadas. Y ni siquiera le da vergüenza.

¿Es o no es corrupción beneficiarse de cerca de 400.000 firmas falsas en el año 2006 para ser candidato presidencial y luego ganar las elecciones en medio de sospechas de financiamiento ilícito de grupos terroristas? ¿Es o no es corrupción beneficiarse de alrededor de 750.000 firmas falsas en el año 2012 para perpetuarse en el poder?

1 comentario

  1. Excelente resumen de la situación del mundo. ¿Cómo llegar a todos los que tienen poder político y/o económico? Falta un poco de humanidad y voluntad para resolver los conflictos.

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