25 abril, 2024

Los círculos de las crisis en el mundo

Vivimos en un mundo en el que las crisis locales, nacionales o mundiales parecen interminables y repetitivas, por lo que se nos proyectan en círculos que inician como las manecillas de los relojes a las 00H00, pero al terminar sus recorrido horario se repiten y a diferencia de la de los relojes, las manecillas de las crisis se detienen con los problemas permaneciendo en el tiempo y muchas veces se agraven y multiplican.

Asi cada día a cada hora vivimos y/o nos informamos de las crisis: financieras, económicas, sanitarias, humanitarias, con las impactantes y trágicas migraciones a Europa y otros países, cada día más graves, las que por el cambio climático están afectando de muchas maneras al planeta, sumadas a las sociales, de crimen, terrorismo, dictaduras, violencias de todo tipo, racismos, extremismos y las culturales donde se destruyen patrimonios de la humanidad por extremismos religiosos de mentes enfermas.

Las mujeres y los niños son cada vez más vulnerables. Parecería que las manecillas de los relojes de la vida planetaria giran en sentido contrario donde las brutalidades cometidas en la II Guerra Mundial, por ejemplo cuando los nazis destruyeron obras de arte en varios países europeos por no ser arias o nazis, al igual que los musulmanes de Isis con los restos arqueológicos de Palmira que observamos impávidos más de 70 años después de las de los nazis.

La crisis de valores corroe todas las sociedades con actos de corrupción de toda índole, las drogas, el tráfico de seres humanos , con privaciones de libertad y atropello a todos los derechos humanos.

Pero lo más grave y preocupante es que los silencios de las instituciones y de quienes en cada país y región deben detener y sancionar estos actos que se amparan, al igual que los nazis de hace 70 años y de los terroristas de Isis en los tiempos modernos, en sus normas y religiones, en total contradicción con los derechos humanos y los valores que deberían estar vigentes en el siglo XXI.

Esta actitud es como una olla de presión, donde se están acumulando las tensiones y pasiones que comenzarán a estallar más temprano que tarde en muchos países, que terminarán arrastrando al mundo a situaciones que nadie responsable y civilizado desea.

El alegre verano en el hemisferio norte ya está sintiendo los efectos de las crisis migratorias, económicas y climáticas para mencionar algunas, al igual que el hemisferio sur con las crisis y fríos días del invierno, lo que nos dice que no hay estación del año que evite los males que afectan a la humanidad.

Se espera un fenómeno del Niño de los más graves y peores desde que se tiene registros hace 65 años, las altas temperaturas de este verano nórdico mató más gente en Paquistán que el terrorismo.

Las sequias en África y otros lugares y la carencia de agua y alimentos sigue cobrando vidas, al igual que las inundaciones en el norte, el sur, el este y el oeste. El mundo definitivamente está en crisis, lo más preocupante es que en muchos países hay una forma de liderazgo que complica y contagia a otros y con ello agrava la situación planetaria.

El Papa Francisco nos lo está advirtiendo con su Encíclica Laudato Si, sobre la Naturaleza y el cuidado de la casa común, ojalá se reflexione y actúe sobre este delicado asunto, antes de la catástrofe climática mundial que parece aproximarse.

Este es en llamado a la conciencia individual y colectiva y a los países cuyos líderes tienen responsabilidad mundial, para que asuman la misma y actúen.

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Se acabo el 2009, el que en sus tres últimos días me dejo dos sorpresas, desde luego importantes, la una buena y positiva y la otra mala, pues pudo ser muy mala, gracias a Dios se convirtió solo en un gran susto. Ojala que para todos mis amigos, hombres y mujeres, los desalientos, penas y tristezas se hayan ahogado hasta el final del año 2009 y se hayan convertido en cenizas, al quemar, bien quemado, el viejo año.

Ojala que con el 2009 también se hayan quemado los odios, intrigas y rencillas que fueron producto de tantos sinsabores que pretendieron desfigurar el desarrollo y prosperidad de la ciudad más grande y prospera del país, nuestro querido Guayaquil, ciudad constituida en alberge de todos los ecuatorianos que se arriesgan a cambiar su residencia con el anhelo y búsqueda de nuevos rumbos y de nuevas ilusiones.

1 comentario

  1. Excelente resumen de la situación del mundo. ¿Cómo llegar a todos los que tienen poder político y/o económico? Falta un poco de humanidad y voluntad para resolver los conflictos.

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