26 abril, 2024

La burocracia del sistema universitario nacional

[author] [author_image timthumb=’on’]https://www.desdemitrinchera.com/wordpress/wp-content/uploads/2015/06/daniel-mero-bermeo.jpg[/author_image] [author_info]Escrito por Daniel Mero Bermeo. Estudiante de la Universidad Casa Grande. Tecnología y emprendimiento[/author_info] [/author]

Actualmente estudiar en instituciones públicas parece mucho más fácil que antes

Pero he ahí la palabra «Parece» nos encontramos con un sistema educacional  que ofrece herramientas para mejorar nuestro desempeño académico pero el problemas es que nos sentimos acorralados, ya que nuestro sistema funciona a medias, permitiéndonos acceder a él casi de manera arbitraria por más pruebas que haya de por medio la nota final a duras penas contara para que logremos estudiar en nuestra carrera deseada.

Otro punto importante es que cada tramite en las instituciones públicas son un tormento para los estudiantes, si bien hay que realizar papeleos para por ejemplo: homologar una materia o inclusive registrar las materias que te tocara ver en años posteriores es toda una odisea ya que la democracia dentro de las instituciones públicas es lenta y centralizada ya que la decisión de todos depende de uno solo. Lo que convierte al sistema universitario público en algo lento y a duras penas útil sin embargo es la esperanza de muchos jóvenes que anhelan un nivel  académico superior la solución sería terminar con ese sistema centralizado y optar por un sistema más dinámico que resuelva todos los problemas sin tanto tramites de por medio.

Artículos relacionados

La ruta del peregrino

No sé por qué Dios me quiere tanto, pero lo hace. Me quiere tanto que me invitó a pasar con Él
Semana Santa en el Vaticano. Fueron días mágicos, momentos gloriosos, silencios oportunos.
Mi ruta de peregrina empezó el Viernes Santo, cuando me dirigí temprano a la Basílica San Juan
de Letrán, donde reposan en el altar las cabezas de los grandes santos Pedro y Pablo. En frente
de la Basílica se encuentra la Escalera Santa, la misma que subió Jesús algunas veces cuando fue
presentado ante Poncio Pilato. Son en total 28 escalones y sólo pueden ser subidos de rodillas.
Las paredes que rodean la Escalera Santa están cubiertas con pinturas de la Pasión de nuestro
Señor y antes de subir hay dos impresionantes esculturas: una de Jesús ante Poncio Pilato y
la otra del beso de Judas a Jesús. Las expresiones son tan reales que casi parecen humanas.
En la primera, Pilato con gesto altivo pero desconcertado, señalando a Jesús, como diciendo:
“¿Qué debo hacer con este loco?” y Jesús cabizbajo, con una expresión de tristeza ante la
incomprensión, pero con absoluta aceptación. En la segunda, las manos de Judas abrazan a
Jesús, pero su rostro delata cualquier muestra de afecto, pues en él se evidencia la hipocresía
y la indiferencia del gesto. A su vez, Jesús permite el beso del pecador, sin oponerse, pero en
sus ojos se lee un hondo pesar, no por lo que habría de suceder, sino por verse traicionado por
su amado discípulo. Y con esas poderosas imágenes me puse de rodillas y subí junto a cientos
de fieles la Escalera Santa. Sé que Dios está en todas partes, pero saber que un dios, mi Dios,
de carne y hueso pisó físicamente el mismo suelo que yo estaba tocando, es algo increíble. Mis
manos recorrían con una timidez sagrada la madera santa y mis labios besaban los fragmentos
de cristal que protegían las manchas de la sangre de Jesús sobre los peldaños. Ligeras lágrimas
caían cuando pensaba en Su sangre por mi sangre, Su vida por la mía…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×