26 abril, 2024

Los dos Migueles

La reunión entre Miguel Palacios Frugone, presidente de la Junta Cívica de Guayaquil, y Miguel Guatemal, vicepresidente de la CONAIE, ha sido el show del mes de marzo. Algunos incautos, como el suscrito, – que todavía mantiene despierto al idealista por dentro – se hubiesen tragado el pretexto de la unidad de la oposición, motivo de esa variopinta reunión, si tan solo Guatemal y Palacios hubiesen mantenido sindéresis en sus declaraciones sobre la reunión que mantuvieron y luego negaron.

Que la CONAIE haya sufrido la metamorfosis de convertirse en un vulgar partido político ecuatoriano de los años ochentas, no es de sorprendernos. Ya esos indios no son los mismos de antes. Su dirigencia se aburguesó y las bases ya no son tan borregas de fácil rebaño; o por lo menos ahora responden a otro pastor, de paso y para variar, nacido en Guayaquil.

Pero lo más ofuscante es que la Junta Cívica haya tenido que subir a Quito a buscar remiendos para sus propios descosidos. Aquí en Guayaquil ya no encuentra sastre que le repare la capa caída. Ni en Samborondón los hay. ¿Temor? ¿Incapacidad? ¿Cálculo político? ¿Todas las anteriores? Todas las anteriores.

Temor. Revitalizar la Junta Cívica de Guayaquil significa devolverle su esencia contestataria, mediante voceros entendidos en lo que hablan, convencidos de lo que dicen y sin temores, rabos de paja o esqueletos guardados en el armario. ¿Hay dirigentes así hoy en la Junta?

Incapacidad. Si entendemos la capacidad como la aptitud o talento que dispone alguien para el buen ejercicio de algo, la Junta no podrá definir nunca esa capacidad hasta que no defina lo primero. El qué hacer; el para qué fue creada. Sin objetivos se malgasta el dinero de los financistas, se agotan las energías de los poquísimos activistas y la gran mayoría de guayaquileños (nacidos o adoptados) sigue sin entender para qué está la Junta Cívica de Guayaquil.

Cálculo político. Si la agenda de la Junta Cívica sigue estando atada como accesoria a la de Jaime Nebot Saadi, la Junta seguirá atrapada en el mismo hedor partidocrático que le dio asiento en todas las fundaciones municipales de Guayaquil. La Junta se fundó para maltratarse como ariete que tumba las barreras que limitan el crecimiento de la ciudad, de la libre empresa, del libre comercio y la libertad de expresión. En ese maltrato constante, halla su razón de ser. Su particularidad como organización está en la polémica, en la oposición y en la protesta contra el estatismo, el eterno y rancio centralismo. Nebot es un gran calculista político, tal como lo pintó revista Vistazo en su edición No. 1021. Los amigos y adeptos de hoy para él en cualquier momento se pueden transformar en sumandos, sustraendos o minuendos de los cuales aplicar la aritmética de sus intereses y sumarlos cuando útiles o simplemente restarlos cuando se deslinden del libreto. La Junta Cívica de Guayaquil en esa ecuación ocupa un espacio limitado.

Así que mientras esto sucede a orillas del río Guayas, me preocupa que el Sillón de Olmedo está vacante. El senescal del M. I. Municipio de Guayaquil (otrora antesala a la Presidencia de la República) ya termina su periodo. Se oye desde la Santay hasta El Salado que Nebot pretende correr para una candidatura presidencial contra su hoy último rival. Y digo último rival porque va rumbo a una pelea que no podrá ganar. Buena suerte cid, que nuestra fortuna para desgracia está atada a tus muñecas… igual como la de la Junta Cívica de Guayaquil.

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No hay comentarios

  1. Mientras las oposiciones no se agrupen pasaran cosas como lo del Dr Palacios, que quisas fue buena idea pero con los indios traicioneros no se puede pactar. Lastimosamente estamos dividos los Guayaquileños tan dividos que no podemos formar ni una sola junta civica bien puesta con un solo objetivo que debe de ser proteger a Guayaquil. Correa a logrado lo que mejor sabe hacer que es dividir.

  2. Los esquemas politicos, aqui y en cualquier parte del mundo, son materia de constante evolucion y cambios.

    La perspectiva de nuestro pais no marca ninguna diferencia al respecto. Mi criterio sobre el indigenado es que ellos han heredado per se un extenso espacio de odio hacia el hombre blanco, y no es porque los indios sean brutos y vengativos, o el hombre blanco haya vivido para oprimir constantemente a los indios. ¡NO NO NO!.

    Para mi el tema es simple: ¡CORRUPCION EN LOS BALNCOS…..CORRUPCION EN EL INDIGENADO!……….¡CORRUPCION EN LA DERECHA…….CORRUPCION EN EL CENTRO, CORRUPCION EN LA IZQUIERDA Y TAMBIEN EN LA EXTREMA IZQUIERDA DEL PAIS!

    Entonces…….y a todo esto, ¿en donde encajan sus conceptos en contra del alcalde Nebot, y como asi se convierte en un agorero de su destino politico cuando menciona que «va a una pelea que nunca podra ganar»???????.

    Me gustaria que responda a esa pregunta. Y si lo prefiere, podemos debatir el tema con altura y respeto.

    Saludos,

    Roberto Arias

  3. La opinión de este ciudadano que desconozco, hay que respetarla en aras de la libertad de expresión, pero (no se de donde es el)pienso que la gran mayoría de los que somos guayaquileños auténticos y de muchos que son de corazón, discrepan con sus apreciaciones. Está bien que en este medio permitan escribir a personas de diversas posiciones filosóficas y políticas, para así dar ejemplo de respeto a la variedad de pensamientos, solo por eso entiendo esta publicación.

  4. Solo por curiosidad, me gustaria que Maria Eugenia aclare a quien se esta refiriendo cuando dice: -la opinion de este ciudadano que desconozco-

    Se refiere a mi o al autor del articulo?

  5. Sr. Franco, en desde «mi trinchera», en la columna del Dr. MIGUEL PALACIOS, me negaron la siguiente opión:

    ¡MÁS RESPETO AL PRESIDENTE ECUATORIANO!!!

    Dr. Miguel Palacios Frugone, su carta me ha dejado sorprendido. Con el respeto que cualquier ciudadano se merece (guayaquileño -«madera de guerrero»-, del Líbano, de Catalunya, de Francia o de donde sean sus orígenes, que llegaron y se enriquecieron a costa del trabajo del ingenuo pueblo guayaquileño que en nada ha acrecentado su patrimonio y por el contrario sigue empobrecido), permítame manifestarle lo que sigue:

    Estoy sorprendido con su orden al señor Presidente: «Le exijo que me reciba, pues como soy su mandante tiene que hacer lo que le pido.». Usted dice que ha solicitado una ?reunión personal? con el presidente ecuatoriano (FAFAEL CORREA DELGADO GUAYAQUILEÑO CIEN POR CIENTO ?madera de guerrero?…, verdad señor alcalde de Guayaquil JAIME NEBOT SAADI), dicha reunión, dice usted, tenía por intención ?hacerle conocer sobre la desatención suya para con mi ciudad?, al respecto pregunto al lector:

    ¿REALMENTE EL DR. MIGUEL PALACIOS FRUGONE, una persona de alcurnia, SE HA MEZCLADO CON LA PLEBE Y HA PARTICIPADO DE LOS IDEALES DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA y dice que confirió su MANDATO al señor economista RAFAEL CORREA DELGADO para que se encuentre ejerciendo la Presidencia de la República?

    USTED DR. PALACIOS, HAYA O NO OTORGADO SU VOTO A FAVOR del señor CORREA, está pensando que está en una de sus empresas («mi ciudad») IMPARTIENDO ÓRDENES A SUS SÚBDITOS . Sólo en sus empresas usted tendría la prioridad para ser atendido de acuerdo a su AGENDA.

    Señores guayaquileños -«madera de guerrero»-, o no, por favor MÁS RESPETO AL PRESIDENTE ECUATORIANO. Si en esta vez el pueblo no les eligió a ustedes APRENDAN A RESPETAR la majestad del representante del pueblo que si somos los MANDANTES.

    Puesto que en esta columna USTED si permitirá que exprese mi «libre oponión», quedo de usted muy agradecido.
    Cordialmente,

    Fernando Espinosa Espinosa

  6. He leido lo que escribió un señor Fernando Espinoza Espinosa en esta columna y aunque su carta no está muy clara, creo entender que exige que el Dr.Miguel Palacios sea respetuoso con el presidente Correa. Hasta las personas mas elementales saben que el respeto exige respeto y que no por que alguien haya sido elegido Presidente de una república tiene derecho a humillar, ridiculizar e insultar a los que no tienen igual poder que él, solo por el hecho de pensar diferente o demandar que se comporte como un estadista. De manera que ese comentario es ilógico.

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