25 abril, 2024

Carta a un Dios inconstitucional.

Te escribo estas líneas profundamente preocupado y también lleno de coraje.

La intranquilidad que tengo es por ver como las cosas van de mal en peor. La mayoría de la gente no se da cuenta de ello o es tan indolente e ignorante que vive de promesas y sueños, cuando en realidad sucumbimos dentro de una existencia lacerante que no da muestras de tener solución.

También tengo coraje por no tener los medios para detener al desquiciado mental que dice ser nuestro líder y nos está llevando a una revolución del siglo XXI. Cada cosa que revoluciona, es un cambio para peor y que solo materializa el odio incuantificable de quien creció con grandes frustraciones y resentimientos.

Este loro belicoso tiene un ego tan sobrevalorado de si mismo, que hoy se cree un Dios igual a ti.

Fíjate que clase de espécimen es, que cuando no era nadie y te necesitaba, invocaba tu nombre cada vez que podía y a todo el mundo le decía que era un gran creyente y no movía ni un dedo sin haber pedido que le otorgues sabiduría para hacerlo.

De igual forma cada vez que tuvo un problema o cuando quería conseguir algo, hipócritamente se arrodillaba y en una actitud sumisa y humilde invocaba tu nombre y dejaba todo en tus manos.

Incluso en los días más importantes de su  vida, como su matrimonio, el nacimiento de sus hijos, la enfermedad de alguno de ellos, así como para conseguir el trabajo que ahora desempeña; te invocaba.

¿Te acuerdas como te rogaba y cuanto te ofrecía para que le consigas el empleo que tiene y tú le diste?

Recuerdo que esa mañana dejó todo para verte. Acudió a una misa para rogarte que lo hagas ganar. Se pasó todo el día invocando tu nombre, diciendo a todo el mundo que se haga tu voluntad y que todo te lo dejaba a ti.

! Pero mira como son las cosas!….ahora que consiguió el puesto que siempre había querido y por el que tantas promesas te hizo;  se olvidó de ti.

Hoy no le eres tan importante, puesto que más importante para sí mismo, es el mismo. En la actualidad tiene tanta soberbia y ha envanecido tanto, que se cree Dios y como no puede haber dos Dioses, decidió que ya no era tan necesario invocarte en el libro más importante de nuestro terruño.

Simplemente ya no le eres imprescindible y perteneces a los viejos esquemas, por lo que también pretendió que nosotros tampoco te invoquemos en la carta magna.

Viendo ahora lo vanidoso y prepotente que es, a lo mejor quiere que su nombre sea lo que se invoque en ese libro y como no lo puede hacer por ahora, trató de impedir que el tuyo también se ponga.

En lo que sí se parece a ti es que está en todas partes, pero nadie lo puede ver donde debería estar trabajando.

Estas ingratitudes ya te han pasado antes. Recuerdo que una vez tuviste un ángel preferido y al que más consentiste. Le otorgaste todo lo que te pidió. Acuérdate como te aduló y todo lo que te ofreció para que le concedas sus deseos, hasta que un día se creyó igual a ti y superior aún, por lo que se te reveló y así nació el demonio Lucifer.

Me imagino que en tu experiencia a través de toda la eternidad has de haber tenido millones de falsos adoradores, muchos Iscariotes arrepentidos y tipejos como este, que   cuando necesitó de ti te aduló y sin embargo ahora negó tu invocación.

Lo peor de este sinvergüenza, ya que no tiene vergüenza de negar públicamente tu invocación, es que cuando se dio cuenta de que lo podían votar del puesto que le diste por no nombrarte, corrió desesperado donde una horda de herejes que se encontraban en asamblea, para que pongan tu nombre en el libro y con ello no perder aquello que para conseguirlo si le fuiste indispensable.

Estos autoritarismos, la prepotencia y el desdén con el que trata a todo aquél que no se le incline reverente, solo es propio de alguien que se cree Dios en sí mismo.
Este individuo cree haber conseguido un reinado infinito en el que todos son sus vasallos y le deben reverencia e idolatría.

Estamos en manos de un ingrato, convenenciero, que a ti mismo te usó para sus propios beneficios.

Por eso te pido que nos ayudes…tu lo pones, tu lo quitas.

No creo que alguien que se niegue a invocar tu nombre en un tratado que todos deberíamos leer, merezca ser el líder de un país que cada día está más dividido entre sus hermanos y muerto de hambre como nunca.

Artículos relacionados

El reto

Ante el resurgimiento de los grupos disidentes de las FARC, que han vuelto a tomar las armas en Colombia, nuestro vecino del Norte surge una pregunta de Chespirito: “y ahora, ¿quién podrá […]

No hay comentarios

  1. La «insolencia», el «atrevimiento» y la «ignorancia» del loro de turno que tenemos instalado en la presidencia y que cree en su infinito afán de notoriedad…(por ahora)…que puede pasarse encima del orden que nuestro Dios estableció para todos los que profesamos la fe en Él, a este tipo de transgresores de nada le sirve COMULGAR, oir MISA,y otras cosas, ellos hacen «SALCHICHAS PARA EL DIABLO»

  2. .uy de acuerdo con tu escrito, soy uns de las miles de ecuatorianos que seguro invocamos a los Corazones de Jesusy de Maria para que se haga Su Voluntad en los mandatariosm. Mi fe me dice que Dios nos ama por sobre cualquoier presidente y equipo de turno y que una vez masN en la medida en que nosotros colaboremosN libreara al Ecuadoer de toda plaga para que seamos el pais unido, generoso y solidario que somos por tradicion. El que desune y siembra odios no trabaja para Dios por lo tanto no tiene su bendicion. El Reino de Dios, el Reino de «a Verdad, se construye justamente con veracidad y transparencia, cosa que no se practica en este gobierno. Por un Ecuador libre! Viva Guayaquil de Pie!

  3. ¿Qué dale Correa ni qué ocho cuartos?…

    ¡¡DALE MIKI PALACIOS… DALE PALO CON TU PLUMA A ESE HIPÓCRITA PEREJURO!! ¿Y QUE OJALA SE QUEME EN LAS LLAMAS DEL MISMO INFIERNO!!

    ¿DALE INFIERNO A ES HIPOCRITA»

  4. Celebro, que personas de bien, y autènticos Guayaquileños, como es el caso del doctor Miguel Palacios Frugone, salgamos en defensa de la fé y de nuestro paìs, mismo que fuera consagrado al Sagrado Corazòn de Jesus y Marìa Santìsima

  5. Sobre el aborto ya se ha dicho de todo, pero valdría la pena analizar lo siguiente: «Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? Dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios? Isaías 66-9.
    ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de tí. (Isaías 49-15) Ecuatorianos y ecuatorianas no caigamos en la trampa que nos impone la Asamblea Constituyente con su constitución anti natura.
    Mayra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×