Señor ten piedad
Señor ten piedad de mi y de todos los mis del universo
Señor ten piedad si un sonido mío roza con tu voluntad
Señor ten piedad si te pido que mis pies sean raíces de tu trabajar
Señor ten piedad cuando te pido piedad por mi dolor, el dolor del otro y el dolor de todos los otros
Señor ten piedad porque escucho tu nombre coreado por los arboles cuando cantan por la llegada de los flores y los frutos para ser repartidos entre todos tus buenos y malos
¿Qué es el Semillero de la Vida (SDV)?
Es un servicio de la Iglesia Católica a los padres de familia para la formación de sus hijas e hijos, focalizado específicamente a prepararlos al matrimonio, desde muy temprano. Es un lugar bien equipado (salas de estudio, computación, audio-video, cancha, diversión, capilla, consejería personal) al que, inicial y básicamente, acuden las chicas para recibir, a través de los años, la formación que les capacite para entablar vínculos de amistad con los chicos y, llegado el momento, relaciones de amor, y saber elegir, según Dios, al varón que un día será el padre de sus hijos y compañero de toda la vida.
Decimos “inicial y básicamente”, porque en absoluto nos olvidamos del varón. Como es verdad que “el hombre propone y la mujer dispone”, y que cada mujer se casa con el hombre que elige, si formamos a la mujer, ella acertará en la elección de su esposo y cooperará así con Dios en la conformación de las familias que el mundo exige. En el SDV la chica es “sujeto pasivo” y “sujeto activo” del apostolado; porque, con los criterios que hayan asimilado en nuestro Centro, ella elegirá a su chico, y a ese chico elegido por ella, nosotros lo formaremos como novio, esposo y padre.
Dios necesita mujeres que rescaten a la mujer de manos de la mujer
Siendo el matrimonio una alianza entre varón y mujer, ¿por qué en el SDV ponemos el acento en la mujer, y comenzamos por la mujer, con Mensajeras de la Vida? Aunque el SDV es un Centro de chicas, lógico, tendremos Programas en los que intervendrá el varón: Escuela de Enamorados y Novios (EDEN), Escuela de Prepadres (novios), Escuela de Padres (recién casados) y en Guías de la Vida (charlas en los colegios).
Pero comenzamos por y con la mujer, porque Dios fue el primero en hacerlo. Según la Biblia, cuando el Demonio quiso destruir la obra del Creador, lo primero que hizo es acudir a Eva, no a Adán; a la mujer, no al hombre. Cuando el Señor tramó nuestra Redención, comenzó también por la mujer. En el AT, Dios se dirige a varones (Abraham, Isaac, Jacob); en el NT, entra en tratos con una mujer, María de Nazaret, y hace de Ella la primera redimida: “Enemistad establezco entre tú y la Mujer”.
Natividad de la Virgen (8 de Septiembre). Repensar las relaciones con la mujer
“De María nunquam satis”, (De María nunca es bastante) decía san Bernardo hace muchos años para alabar, venerar engrandecer a la campesina mujer de Nazaret. Posición maximalista de una devoción popular, que no se rige a conceptos ni a meros sentimientos, desde un extremo a otro, mucho nos dice de la importancia de lo femenino, de la ternura y de la tenacidad de María de Nazaret, madre de Dios y madre nuestra. Mujer, virgen, esposa, pero ante todo mujer creyente, modelo de fe.
En mundo en constante cambio no hay paradigmas que valgan o duren mucho tiempo. En un mundo globalizado se confunde lo general con lo particular. En un mundo fragmentado y roto, el amor es vulnerable. En un mundo pequeño las visiones son miopes, deformes o pequeñas no llegan a la mirada profunda del corazón, nos quedamos con la apariencia, la piel, la superficie del rostro.
Este es mi cuerpo (Corpus Christi)
Acabamos de pasar, este 2 de junio, una de las fiestas más importante del mundo católico, Corpus Christi, para muchos, que son cada vez más, pasó desapercibido. Salvo en Pujilí, donde esta fiesta es “patrimonio intangible de la humanidad”, su sentido es distinto a nuestras reflexiones. Antes, nuestra ciudad se paralizaba, las procesiones del Corpus inundaban las calles. Hoy, ni se nota ¿perdimos la forma de vivirla? ¿recuperaremos el sentido?
Cuando un joven mira su cuerpo, puede decir “este es mi cuerpo” y espera ver sus músculos en forma, duros, fuertes, símbolo de hombría, virilidad, machismo, está listo para cortejar y aumentar su lista de conquistas. Para el atleta significa esfuerzo, sudor, dieta, cansancio y alegría con el triunfo de su cuerpo atlético. Para la mujer su cuerpo es vida y significa muchas cosas, maternidad, belleza, admiración y angustia por su deterioro o envejecimiento, no estamos acostumbrados a pensar en ello, menos asumirlo.
Jesús modelo de humanidad: El hombre Pascual
¿Qué imagen de hombre o mujer exitoso, feliz predomina en nuestra sociedad? ¿Qué imagen de
hombre o mujer manejas en tus actitudes y acciones concretas? PARA TI JOVEN: ¿Qué imagen
de hombre o mujer te estás forjando?
Un recorrido simple en las aventuras del pensamiento me han revelado una variedad de modelos
difíciles de sintetizar y de valorar, cada uno con consecuencias diferentes y preocupantes, en
algunos casos. Utilizo la palabra modelo, como dice Carlos G Valles, ” como el conjunto de ideas,
ecuaciones, gráficos, postulados y deducciones que describen en términos matemáticos una
situación del mundo físico, de los mercados financieros, de la conducta humana, o aun de la
reacción del cuerpo a un virus determinado y ayudan a prever de alguna manera el desarrollo de
ese sistema y a moverse en él con mayor facilidad”.
Reflexiones sobre la misión del nuevo Papa
A propósito de la mujer adúltera en Juan 8: 1-11
Deseo todo lo mejor para el nuevo Papa, para la Iglesia, que eligió al primer latinoamericano y al primer jesuita, como guía espiritual de la religión católica, que según los entendidos está en crisis, como lo está la sociedad por pecados morales de sus miembros humanos, como lo está la sociedad por errores y egoísmos humanos en lo social, económico, moral y espiritual. Se pide un cambio y se desea una nueva orientación.
Las tres lecturas del Quinto Domingo de Cuaresma nos invitan a caminar hacia adelante, a contagiar la esencia del cristianismo, que aún no se ha desarrollado, pese a siglos de historia: “No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo, miren que algo nuevo está surgiendo…” (Isaías 43: 16-21). “Olvidando lo que dejé atrás, corro hacia la meta” San Pablo en Filipenses 3: 7-14. Y en el encuentro entre la miseria humana y la misericordia divina, Jesús levanta la dignidad de la persona humana, mira al rostro con ternura y comunica su mensaje, su buena noticia, justo antes de la pasión, según la liturgia cristiana: “anda, yo tampoco te condeno” (Juan 8: 1-11). Dice Jesús a la mujer hallada en adulterio.
El Bautismo de Jesús. ¿Y el nuestro qué?
La fiesta del ciclo de Navidad se cierra con la fiesta del Bautismo de Jesús que se celebró el domingo pasado. Nacimiento histórico y nacimiento meta histórico, o sea divino, son dos hechos de un solo proceso: hacernos trascendentes, reconocernos hijos e hijas de Dios, venidos de una misma fuente, llamados a la plenitud. Sentirnos uno de tantos, “mientras estaba en la fila, entre muchos, se bautizó Jesús”. Sentirnos los predilectos: “Tú eres mi hijo amado, en quien me complazco”.
¿Por qué nos bautizaron de pequeños, sin nuestro consentimiento? ¿Tenemos claro que en el bautismo de Jesús, se revela su identidad y misión, su procedencia y proyecto? ¿Tenemos claro la diferencia entre el bautismo de Juan con agua, mera purificación y conversión y el bautismo de Jesús, con fuego símbolo del Espíritu que transforma la vida e invade con pasión el fondo de nuestro ser que revela nuestra identidad y cualidad primera: llamados al infinito y no arrastrarnos en las trivialidades de la vida?
María: ¿La mujer perfecta, la mujer ideal, o la compañera ideal?
Al pensar en María, la madre de Dios, modelo de fe, no siempre pensamos en la mujer real y concreta, humilde y sencilla que fue, sino que la adornamos de oro y esplendor para ver en ella lo que no vemos en nuestro alrededor. En esta navidad debemos recuperar la imagen real de María: mujer, virgen, campesina, compañera, amiga, madre, esposa y creyente. La amiga de Dios y nuestra, como cuando visitó a Isabel, para amar y servir (Lc 1:39-45).
Por todo lo anterior, al pensar en María, pienso en mujer amiga y compañera de camino, “la que sabe ponerse en camino”, al lado no detrás ni delante, no sería compañera, la que sabe cuándo y cómo decir las cosas y en especial comunicar alegría y vida con su ser de mujer, de madre, de esposa, de amiga y amante: “Por los ojos que saben decir lo que llevan dentro/ por los pies que se acercan a los que están solos/ por el cuerpo que expresa nuestros sentimientos/ por los corazones que laten al unísono/ por quien con su amor nos comunica vida/ TE DAMOS GRACIAS CON FUERZA Y TERNURA”.
Carta a una chica enamorada: Dios y Su Sistema Audiovisual 3D HD (III)
Los ojos del varón son la bola de cristal de la mujer
Porque, has de saber, mi querida chica, que los varones tienen dos ventanas en el cuerpo, por las
cuales tú puedes asomarte a lo más profundo de su alma: Sus ojos. Mira como mira el chico con
el que andas a las otras chicas, y sabrás lo que hay dentro de él, para ti y para tus hijos: lujuria o
pureza; limpieza de alma o inmundicia…
Como el ser humano tiene dos ojos y con los dos mira, cuando él mira, no mira si tú lo miras, y, en
ese instante (claro, si tú no andas bobaliconamente mirando cómo te miran…; porque hay chicas
tan desarropadas que dan la impresión de que lo único que les interesa es ver cómo se ven… y
cómo las ven… y ojos que no ven, corazón que no siente) podrás descubrir si tu chico es o no casto:
“Habéis oído que fue dicho: No adulterarás. Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer
deseándola, ya adulteró con ella en su corazón” (Mt 5, 27-28). Y hay adulterios visuales, que los
chicos se siembran en el enamoramiento, y las esposas cosechan en el matrimonio…