10 mayo, 2025

Comentario

¡Un pisco por el amor!

“La celebración del “día del pisco” para los peruanos, es como conmemorar
un segundo día nacional, pero para mí, es además la celebración de un
motivo muy personal. Acostumbraba a preparar pisco y brindarlo en las
reuniones que hacía con mis amigos, y justamente en una reunión en mi
casa, estaba la que ahora es mi esposa. Se encontraba entre los invitados, y
obviamente, le brindé un pisco… y desde ese momento, es la persona más
importante de mi vida”.

El párrafo anterior está entre comillas, pero no es textual. Es un intento de
reproducción de las bellas y románticas palabras que pronunció el actual
Cónsul General del Perú en Guayaquil, Carlos Briceño, con motivo de la
celebración del día del pisco, en el conocido restaurante, La Alameda de
Chabuca.

¡Un pisco por el amor!

Montañita

Montañita

Este no es el diario de una motociclista, ni pretende serlo; pero podría ser un
ligero relato de lo que se aprecia rodando desde una moto.

El último fin de semana de enero, se llevo acabo el “Primer Paseo de
Integración Bikers”, en donde motociclistas de varios rincones del país
viajamos hasta la “paradisiaca” playa de Montañita, para disfrutar un momento
agradable entre amigos que comparten una misma afición: sentir la libertad.

Como felizmente éste no es un “Club de Toby” (solo de hombres), mi esposo
y yo tomamos nuestras Harleys y nos dirigirnos al encuentro con los demás
motociclistas. Al llegar, se divisaba una marea humana que con sus mejores
atuendos “motociclísticos”, estaban listos a emprender un viaje a menos de 100
km por hora, pues pese a que a muchos les gusta “correr”, el miedo a pasar
tres días en la cárcel nos impedía acelerar.

¡Su corazón siempre te habla!

Aunque no escuches porque el ruido de la vida ahoga Su voz, aunque permanezcas sordo
al sonido universal de Su existencia, aunque creas que estás solo en el silencio doloroso
que a veces es la vida, no es así, Su corazón siempre te habla.

Al despertar, en el susurro de la luz del día, al atardecer, en el sonido de la naturaleza, en
la noche, en el murmullo de la oscuridad, Su voz dice algo para ti.

¡Mantente atento! Su corazón siempre te habla.

Fuga hacia el Himalaya

Actualmente asisto a un curso de lectura de una obra de gran trascendencia en la espiritualidad
oriental, “Autobiografía de un yogui”, por Paramahansa Yogananda. En ella, el gran gurú oriental
narra su vida y la de varios iluminados de la India. Un capítulo de la infancia de Yogananda llamó
mucho mi atención. Desde pequeño mostró una sensibilidad innata por lo divino y desarrolló
una fe madura y sólida para su corta edad. A los doce años emprendió un intento de fuga con
dos amigos hacia el Himalaya, donde se sabía vivían los más altos yoguis (practicante de yoga) y
swamis (aquel que es uno con su propio ser).

Al enterarse de su escapada, el hermano del joven Yogananda envió un telegrama a la estación
de tren y los niños fueron detenidos en el cambio de trenes y llevados a la comisaría. Allí,
el oficial a cargo les contó una historia fantástica. Él y su compañero habían estado días
anteriores patrullando el Ganges en busca de un asesino suelto. Vieron entonces a un hombre
cuyo aspecto coincidía con la descripción del criminal. Como no respondía a las órdenes de
detenerse, corrieron hacia él y el oficial hendió su hacha sobre el hombre y le arrancó casi
totalmente el brazo. El herido, sin embargo, continuó su camino y el oficial cayó en cuenta
que se trataba de un hombre santo. Se postró a sus pies y le pidió perdón. El santo lo serenó
diciéndole que no se preocupara por lo ocurrido, ya que la Madre Divina cuidaba de él. Tomó su
brazo colgante y lo colocó en su sitio y el sangrado milagrosamente se detuvo. A raíz de dicha
experiencia el oficial sintió que su vida se había elevado espiritualmente merced a su santidad.

El ataque de los grillos asesinos

Un día cualquiera, una persona cualquiera nace, y empieza a vivir en este
mundo complicado. Esa persona deber adaptarse al medio y hacer las cosas
tal cual, el promedio de la gente hace las cosas. Comer, dormir, las primeras
palabras…gatear, caminar, y luego, llega la hora de salir de casa, ¡para ir al
colegio!

Y de ahí sin parar, casi desde los dos años se destina a la pequeña persona
a una carrera sin fin. Estimulación temprana, maternal, pre kínder, kínder,
preparatoria, primaria, secundaria, universidad, diplomados, maestrías,
especializaciones varias, idiomas, arte, cultura, (…) Dentro de todo ese
historial de aprendizaje se va desarrollando la verdadera vida, pero tomando
la forma de un personaje secundario. Porque la verdadera vida no es lo que
hacemos mientras vivimos, sino lo que sentimos viviendo, hagamos lo que
hagamos.

Eugenia Cordovez Pontón

La conocí como esposa que fuera del Presidente León Febres Cordero-
Primera Dama de la Nación de 1984-1988-Esto de “Primera dama” no le
gustaba-¿Por qué darme puesto de primera?-decía-hasta que me digan
mujer del Presidente y ¡basta!

Y no era pose, así era de sencilla y amplia; pero de un temple de carácter
singular, que hizo de su accionar como-primera dama- logros trascendentes
a favor del Niño y la familia del Ecuador: con planes y programas, en los que
ponía toda su vida, entregándose a su tarea, no solo en ideas sino, sobre
todo, en ejecutorias.

Marcia Gilbert de Babra, lo certificó el día de sus exequias, quien compartió
con ella, en todos esos planes y programas del INNFA con alcances nunca
vistos, antes ni después de ese período.

“Barajando los años bajo la frescura del verde limón”

El advenimiento de cada nuevo año nos da la oportunidad de reflexionar
y plantearnos caminos a seguir, con ilusión y nuevos bríos. Observar
nuestra realidad circundante para reubicarnos y tomar posiciones dentro
de ésta.

Este 2013 se me ocurre un año venturoso, donde no podemos evitar
seguir construyendo nuestra historia, no cualquiera sino ‘la nuestra’,
donde las instituciones juegan un papel muy delicado por su importancia
y responsabilidad social, y donde también la ciudadanía participa
activamente en este proceso, cada vez más.

Para la consolidación de una conciencia histórica es importante tener en
cuenta que “las recetas de la cultura no son coyunturales ni sirven sólo a
una raza o un pueblo; la herencia cultural arma a los hombres frente a las
condiciones de su existencia, vengan ellos de donde vengan1.

Carta a Paula

Querida Paula:

No me conoces, pero yo te conozco lo suficiente como para quererte y escribirte esta carta. Tu mamá me ha hablado mucho de ti. Cuenta que en vida fuiste una mujer extraordinaria. De inteligencia brillante, espíritu de servicio y calidez humana. Psicóloga de profesión, trabajabas como voluntaria en una escuela para niños sin recursos. Vivías en un departamento en Madrid con Ernesto, tu esposo, en admirable austeridad franciscana. Un par de blusas y unos pocos bluyines, tus zapatillas de piel de conejo… Te desprendiste de toda vanidad y lujos para emperejilarte con el Amor Divino. “Ando buscando a Dios y se me escapa, mamá”, le decías. A tus veintiocho años Dios salió a tu encuentro y te premió con el sueño de la paz.

El cofre y la joya

Cierta vez un Príncipe persa, recibió como regalo un hermoso cofre que guardaba en su interior un anillo con el diamante más fabuloso y perfecto que se haya encontrado en todo el mundo. Era un brillante puro, bella y delicadamente cortado, cuyo brillo hería la vista del que lo mirara.

El Príncipe que recibió el obsequio, quedó admirado por la belleza del cofre y lo guardó como un tesoro, puso a un lado el anillo con el brillante, del cual rápidamente se olvidó y todos los días admiraba fascinado la belleza, las líneas delicadas, los bellos grabados de la hermosa caja.

Pasaron los años, y el cofre, hecho de madera suave y hermosamente tallado, empezó a apolillarse y luego de otros años, prácticamente se deshizo un día en sus manos. El Príncipe entonces se acordó del anillo con diamante y por más que lo buscó, nunca pudo encontrarlo.

¿Cómo ser buen educador y no morir en el intento?

DESEOS: Estamos al inicio del nuevo año y todos nos planteamos metas y objetivos, como los grandes deseos para crecer y encontrar la felicidad o bienestar anhelado. Sabemos, creemos e intuimos que eso tiene una mezcla de suerte, trascendencia y esfuerzo. Mucho depende de nosotros, en algo no. Lo cierto es que no es una lotería sino una navegación, que requiere hoja de ruta, brújula y coraje.

Uno de los grandes deseos para quienes trabajamos con jóvenes, para padres que tienen hijos adolescentes es que sean felices, crezcan con sabiduría y superen los problemas. Para ello se requiere padres, madres y educadores con los mismos o mejores deseos y cualidades. No es fácil. El cansancio, la rutina, la brecha generacional, los problemas del trabajo y del mundo moderno, la falta de tiempo nos agobian y muchas veces nos impiden ayudar a los jóvenes y a las nuevas generaciones.

×