18 septiembre, 2024

Hitos históricos femeninos

Al recordar el Día internacional de la Mujer, opino de la superación de muchas de ellas que han marcado la vida de la humanidad, igual que en nuestro país.

La ‘fuerza física’ fue la herramienta imprescindible de la supervivencia humana en tiempos inmemorables, respondió a estructuras y etapas forjando la forma de tratar a la mujer en el concierto humano como débil, inferior; costumbre arraigada en el hombre al considerar como ‘derecho’ adquirido inmodificable, dicho trato, vigente aún en ciertas culturas. 

Todo ha cambiado a pesar de haber existido y existir hitos históricos que contradecían lo antes descrito y, por el cual, en la gran mayoría de los casos, las féminas pagaron y pagan hasta con su vida dichas aspiraciones, me permito reseñar algunos, no todos, para no adormecernos en recuerdos y sean guías permanentes en alcanzar no ‘igualdad’ porque somos iguales sino ‘equidad’ en derechos, respeto, consideraciones.

En la antigüedad: María, madre de Cristo, con inmensa injerencia en el mundo católico; Hipatia, griega, dedicada al estudio filosófico y matemático, considerándosela la primera matemática; Cleopatra, reina egipcia, por amor pretendió unir su reino con el romano, cuya muerte fue decisiva para la conquista del mismo; Nefertitis, política y religiosa; sin olvidar a Boudica, caudilla de varias tribus britanas.

Edad Media, Leonor de Aquitania, ilustrada, la más poderosa feudataria francesa (s. XII), formó un ejército de mujeres durante la II Cruzada; Juana de Arco, guerrera, terminó en la hoguera a pesar de su triunfo en batalla (s. XV); Catalina de Sforza, educada, guerrera incansable por los derechos familiares ante los Borgia (s. XV). Catalina de Rusia, sin ser nativa logró consolidarse y destacar en la corte imperial (s.XVIII).

Edad moderna, siglo XVIII, la Revolución francesa originó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano; a su vez, en 1791 Marie Olympe de Gouges, activista revolucionaria y pensadora política, escribió el símil en favor de la Mujer y ciudadana. 

Indoamérica tuvo a Francisco de Miranda, venezolano, como primer latinoamericano en solicitar el 26 de octubre de 1792 el derecho al voto para la mujer latina. Igualmente, y especialmente, en la época Colonial cuando las españolas residentes en América o nativas destacaron no solo por su valentía en la guerra sino por haber adquirido educación, tal el caso de Inés de Suárez, cofundadora de la actual Santiago de Chile con Pedro de Valdivia (s. XVI). 

En nuestro país: Jorge Salvador Lara menciona a Quilago, señora de Cochasquí, Paccha Duchicela Shyri XVI, reina de Quito, combatió a las tropas de Huayna Cápac durante dos años, luego asesinada vilmente; Ana de Peralta, protestó por la Cédula Real de 1752; Mariana de Jesús, Manuela Espejo, Manuelita Saéz, Marieta de Veintimilla; Concepción Barros, primera ecuatoriana candidata a la Presidencia de la República, referida en ‘Elecciones de 1875 Vida de García Moreno: 1873-1875’; Dolores VeintimillaAna de Villamil en unión de sus hermanas. Siglo XX, Matilde Hidalgo de Procel, médica, reconocida como la primera en serlo y lograr el sufragio democrático en Sudamérica; Hermelinda Urbina, primera piloto del Ecuador (1932). 

No nos detenemos, hay más guayaquileñas y ecuatorianas que se destacan y destacarán, permitiendo escribir obras de variada índole.  Para el caso, como lo hizo doña Jenny Estrada Ruiz, recientemente alejada de nuestro lar ecuatoriano. 

Mi homenaje para ellas evocando la amorosa memoria de mi madre y recordando que el mundo es de dos, no de uno. No rectificar es crear muchísimos problemas que debemos obviar para bien de todos. 



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Comencemos diciendo que es un honor ser ecuatoriano. Hay compatriotas que se quejan sobre Ecuador, que quieren irse fuera porque aquí no hay oportunidades o porque el país no los trata bien. Pues bien, esta es la realidad en que nos toca estar. Este es el momento histórico y el lugar donde nos tocó nacer. Dejemos de reclamar y empecemos a ver el hecho de ser ecuatorianos como un placer, como un reto. Como un honor. Parecería irónico que muchísimos extranjeros vengan acá a buscar suerte y decidan quedarse y hasta hagan fortunas. No es irónico. Ellos ven lo que nosotros no aceptamos ver.

¿Qué tal si nos dejamos de quejar?, si dejamos de caer en el querer hacer dinero fácil – o mejor dicho en abusar o robar-; qué tal si dejamos la corrupción la cual ayudamos a perpetuarla. Trabajemos por el por nosotros mismos y por el Ecuador.

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