26 julio, 2024

¡Manual para volver a casa!

Aquí me encuentro,
después que se cayó al piso el florero verde que supo regalarme mi abuela Pirula,
tratando de armar todas sus partes.

Así pasa cuando siento angustia,
cuando las cosas incomodan, los momentos se vuelven infinitos.

Así trato que
todo refugio
sirva para acomodar mis piezas,
y sentirme a gusto y feliz,
aún cuando esté triste.


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Poema Semanal: Besos

Este precioso poema, de acuerdo a todas las notas que he leído en Internet, es de la autoría de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, conocida con el seudónimo de Gabriela Mistral, que nació en 1889, en Vicuña, Chile. Destacada poetisa, diplomática, feminista y profesora chilena que ganó el premio Nobel de literatura en 1945.

Hace mucho tiempo leí en alguna parte una controversia sobre el autor de este poema. Entre sus posibles autores se mencionaba a Juan de Dios Peza, brillante poeta mexicano de quien hablaremos en otra ocasión.

Leyendo el poema, se hace difícil pensar que sea escrito por una mujer, no por capacidad o romanticismo (en lo que ellas son superiores) sino por la descripción del beso que se hace en el poema: “… cubrió tu faz de cárdenas sonrojos…” “… te vi celosa… (¿no debería ser celoso?)” “… te suspendí en mis brazos, vibró un beso, y ¿qué viste después? sangre en mis labios.“

Poemas del río

Siguiendo con Buesa, no puedo olvidar algunos de sus poemas que hacen referencia al río. Comenzando con la propuesta de su su pacto de amor:

Te propongo un pacto de amor trascendente
a la sombra de un árbol y a la orilla de un río:
te propongo que nos enamoremos locamente
en estas últimas tardes sentimentales del estío….

¡Ah querida!, qué hermoso debe ser ese amor diferente
ese gran amor prematuramente tardío,
y después separarnos, saludándonos cortésmente,
sin agravios, sin resentimientos y sin hastío.

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