28 abril, 2024

Medición de riesgo en tu empresa, 101

Medir el riesgo en una empresa y tomar medidas para reducirlo es fundamental para tener una gestión empresarial efectiva. El día de hoy mencionaremos algunos pasos generales que puedes seguir para medir y reducir el riesgo en el ejercicio económico de una empresa. 

1. Identificar y categorizar los riesgos

Comienza por identificar y categorizar los posibles riesgos que pueden afectar a la empresa. Estos riesgos pueden incluir riesgos financieros, operativos, ambientales, estratégicos, legales, de mercado, de reputación, entre otros. Para ello, te recomiendo tener una identidad bien definida, para que, al realizar el análisis interno, los resultados sobre los cuales se miden los posibles riesgos, sean lo más certeros posibles y de esta manera, poder crear practicas y estrategias preventivas, que logren reducirlos correctamente. 

2. Evaluación de riesgos y monitorio constante 

Es imprescindible evaluar la probabilidad de que cada riesgo que identificaste, ocurra y el impacto que tendría en la empresa si ocurriera. Este es uno de los puntos más importantes, porque al conocer el impacto posible, positivo o negativo, podemos, como empresa, prepararnos para asumirlo con responsabilidad y haciendo que afecte lo menos posible a las finanzas, reputación y al desarrollo del día a día de la empresa. Puedes utilizar técnicas como el análisis de riesgo cuantitativo o cualitativo para tener una mayor precisión. 

El éxito en la evaluación de riesgos está en que realices un seguimiento constante de los riesgos identificados y en el ajuste de tu estrategia según sea necesario. La gestión de riesgos debe ser un proceso continuo y de constante actualización. 

3. Análisis financiero

Es recomendable realizar un análisis financiero exhaustivo para comprender la salud financiera de la empresa. Esto implica revisar estados financieros, ratios-financieros y métricas clave, como el flujo de efectivo, la rentabilidad y la liquidez, así como también considerar valores a pagar por concepto de servicios prestados, nomina de personal, obligaciones legales/tributarias y demás. De la misma manera, analizar el mercado en el que se desarrolla la empresa y la fluctuación de la o las monedas que maneja en su cadena de producción y comercialización. 

4. Diversificación de ingresos

Si la empresa depende en gran medida de un solo cliente, mercado o fuente de ingresos, considera diversificar tus fuentes de ingresos para reducir la dependencia y el riesgo asociado. Aquí aplicamos la conocida frase “poner los huevos en diferentes canastas”, de esta manera, disminuimos los riesgos y aumentamos las fortalezas de la empresa dentro del ámbito financiero y, por consiguiente, la seguridad de cumplimientos jurídicos, de contratación y de crecimiento estratégico del plan de negocio. 

5. Planificación financiera y de gobernanza corporativa

Establece prácticas sólidas de gobernanza corporativa para garantizar la transparencia y la responsabilidad en la toma de decisiones y la gestión de los riesgos identificados. Esto, sumado al desarrollo de un plan financiero sólido que incluya presupuestos y proyecciones, te ayudará a anticipar problemas financieros y tomar medidas preventivas.

6. Seguro

Considera la adquisición de seguros que puedan ayudar a mitigar ciertos riesgos, como seguros de responsabilidad civil, seguros de propiedad, seguros de salud para empleados, seguros de desgravamen para proteger a los socios y directivos ante posibles escenarios y más, dependiendo del contexto y línea comercial de tu negocio. 

Los seguros son una de las formas más comunes y, valga la redundancia, “seguras”, con los que puedes mitigar los riesgos y prepararte ante cualquier inconveniente. Esto no solo protege a la empresa y a sus directivos, sino que también resulta beneficioso para todos los interesados, interna y externamente, ya que permite la continuidad de funcionamiento de la institución, sin que se afecten los cargos de trabajo y la entrega del producto o servicio al consumidor final. 

7. Plan de continuidad de negocios

Desarrolla un plan de continuidad de negocios que defina cómo la empresa operará en caso de interrupciones, como desastres naturales o crisis económicas. Este tipo de planificación es de los menos considerados al momento de la creación o re planificación de la empresa, sin embargo, cuando si se realiza un plan de continuidad de negocios, en la práctica, han resultado ser de los mejores aprovechados al momento en el que la crisis sucede, asegurando la continuidad y el éxito de los negocios ante la eventualidad de una crisis o desastre. 

 

8. Consulta a expertos

Los expertos pueden brindarte una comprensión más profunda de los factores que afectan a la empresa, así como desarrollar estrategias y soluciones adaptadas a las circunstancias únicas de tu compañía. Al contar con la orientación de expertos, la empresa puede anticipar, mitigar y gestionar eficazmente los riesgos, lo que contribuye a la toma de decisiones informada, la mejora de la resiliencia empresarial,  la protección de los activos y la reputación a largo plazo.

En fin, entendemos que la gestión de riesgos es un componente esencial de la gestión empresarial, ya que ayuda a proteger la salud financiera y la continuidad de la empresa. Cada empresa tiene sus propios riesgos únicos, así como también los riesgos del país o del entorno en el que desarrollan su actividad económica, por lo que es importante adaptar las estrategias de gestión de riesgos a las circunstancias y necesidades específicas de tu empresa.



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