7 octubre, 2024

Otro poema con eco

José Ángel Buesa (Cienfuegos, Cuba 2 de septiembre de 1910-Santo Domingo, República Dominicana, 14 de agosto de 1982) fue un poeta romántico con un claro tono de melancolía a través de toda su obra poética, que es primordialmente elegíaca. Se le ha llamado el «poeta enamorado». Ha sido considerado como el más popular de los poetas en la Cuba de su época. Su popularidad se debía en gran parte a la claridad y profunda sensibilidad de su obra. Muchos de sus poemas han sido traducidos al inglés, portugués, ruso, polaco, japonés y chino. Otros muchos han sido musicalizados. Fue también novelista y escritor de libretos para la radio (novelas radiofónicas) y la televisión cubanas, también fue director de célebres programas radiales en las estaciones RHC-Cadena Azul y CMQ, ya inexistentes.

Los últimos años de su vida los vivió en el exilio, y se dedicó a la enseñanza, ejerciendo como catedrático de literatura en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña en la República Dominicana. Aparentemente estuvo enterrado en Santo Domingo durante unos años, pero un grupo de fanáticos de sus poemas de Puerto Rico consiguieron, con la anuencia de su viuda, que sus restos fueran llevados a Miami, donde ahora descansan.

Uno de sus poemas más famosos es el “Poema de la culpa”, al cual lo completó con las respuestas de él y de ella, al poema. Otro de sus poemas clásicos es el Poema del renunciamiento, al cual, luego le hizo el “poema del poema”.

Ya presentamos el Poema de la culpa. Ahora quiero presentar el Poema del renunciamiento, otro poema con eco, seguido del Poema del poema. Espero que las personas románticas, disfruten estos versos.

 

POEMA DEL RENUNCIAMIENTO
José Ángel Buesa

Pasarás por mi vida, sin saber que pasaste,
pasarás en silencio por mi amor, y al pasar
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte … y jamás lo sabrás

Soñaré con el nácar virginal de tu frente,
soñaré con tus ojos, de esmeraldas de mar,
soñaré con tus labios, desesperadamente,
soñaré con tus besos… y jamás lo sabrás

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie, como yo te dirá
y ahogando para siempre, mi amor inadvertido,
te amaré mas que nunca … y jamás lo sabrás

Yo te amaré en silencio, como a algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos… y jamás lo sabrás.

Y si un día, una lágrima, denuncia mi tormento,
el tormento infinito que te debo ocultar,
te diré sonriente: No es nada, ha sido el viento…
Me enjugaré la lágrima… y jamás lo sabrás!

 

POEMA DEL POEMA
José Ángel Buesa

“Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie, como yo te dirá
y ahogando para siempre, mi amor inadvertido,
te amaré mas que nunca … y jamás lo sabrás…”

La desolada estrofa, como si fuera un ala,
voló sobre el silencio. Y tú estabas allí.
Ahí en el más obscuro rincón de aquella sala,
estabas tú, escuchando mis versos para ti.

Y tú la inaccesible mujer de ese poema
que ofrece su perfume, pero oculta su flor,
quizás supiste entonces la amargura suprema
de quien ama la vida, porque muere de amor.

Y tú que nada sabes, que talvez ni recuerdes
aquellos versos tristes y amargos como el mar,
cerraste en un suspiro tus grandes ojos verdes,
los grandes ojos verdes que nunca he de olvidar.

Después, se irguió tu cuerpo como una primavera,
mujer, hoy y mañana, distante como ayer
y vi que te alejabas, sin sospechar siquiera
que yo soy aquel hombre y tú aquella mujer.

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Su nombre lo dice todo

Fue sepultado sin hábito pero era el hermano más hermano de las Escuelas Cristianas del Ecuador. Lo acompañó en su sepultura ese traje azul marino con el que, sin querer haber llegado a ser rector o superior del Colegio y de su orden religiosa, impuso más respeto, dignidad, sobriedad y cariño que cualquier otro. Era la institución dentro de la institución.

Qué chocantes puede que resulten estas palabras a algunos pero creo que en honor a la verdad era el mejor. Y en honor al honor que merece esa insigne institución llamada San José, cuando algún joven pregunte cómo debe ser para convertirse en un buen hermano de las escuelas de La Salle, un buen amigo, un buen maestro, un buen educador, un buen cristiano, todos a una deben responder: como Adolfo Armijos!

1 comentario

  1. La manifestación más sensible, sin duda, es aquella que alcanza su mayor esplendor con la poesía donde la ternura, amor sublime, están presente. Gracias por darnos estos breves momentos de sosiego y sueños.

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