25 abril, 2024

La preocupación del Banco Mundial

No es el crimen organizado, tampoco el narcotráfico, menos aún la gravísima inestabilidad política o, por último, el riesgo país. La gran preocupación del Banco Mundial con respecto al Ecuador responde al alarmante nivel de desempleo (70%), la constante formación de criminales por falta de oportunidades laborales y, en consecuencia, el establecimiento de modernas guerrillas urbanas. El cuadro es de por sí aterrador, máxime considerando la nula probabilidad de su reversión bajo las actuales premisas.

Mucho puede y debe hacerse, y cuanto antes mejor, pero la única forma de vencer a la desocupación es a través del crecimiento económico, factor intrínsecamente ligado al nivel de seguridad jurídica del país. El imperio de la ley y el cumplimiento del debido proceso, corolarios de una plena democracia, dejaron de tener vigencia desde que la política logró imponer los protervos intereses personales de unos cuantos sobre la juridicidad de Estado y el mayoritario bien de su sociedad. 

Algo está mal cuando esto es lo producido en 44 años de democracia. Este no es más un tema entre derecha e izquierda, en todas sus versiones, o de un fanatismo populista, pero la corriente que arrasa con nuestra institucionalidad debe eliminarse de raíz. El país necesita, por tanto, de un gran interinazgo para reconstituirse políticamente en el largo plazo al tenor de un verdadero Estado de derecho y por la libre y soberana determinación de su pueblo. ¿Acaso la dolarización que hoy tanto atesoramos se obtuvo constitucional y democráticamente?

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¿… Y el derecho al buen nombre de los demás?

Provoca indignación el libertinaje de prensa que gracias a la recién aprobada ley de medios, permite que al menos en apariencia, tengan derecho a buen nombre sólo las personas de altas esferas del Gobierno, los amigos de ellos y los Duzac y otros que hacen negocios con ellos. Gracias a esto, los come cheque, los titulados en la Universidad de los sapos (sin título), etc., son grandes hombres. A esto indudablemente ayuda el hecho de que, con sus maniobras, posean dinero y posesiones.

Sólo tienen derecho a buen nombre los que están en el Gobierno. ¿Los demás? Bien ¡gracias! Reclamen a la Policía y si usted tiene alguna palanca, úsela para que no pernocte varios días en la cárcel, y agradezca besando los pies a la alteza de turno, ya que lo único que logrará es que al eslabón más débil de la cadena, le echen la culpa, lo despidan y luego le echen tierra al asunto.

En el asunto de Monte Sinaí, los verdaderos culpables tienen bien amarrada su balsa. Las autoridades buscarán cualquier incauto para echarle la culpa, para decir que ya han hecho y lograr que los verdaderos traficantes queden, como siempre libres.

1 comentario

  1. El crecimiento económico per se, no soluciona el caos del Ecuador. Son varios temas profundos que debemos enfrentar. Efectivamente el desempleo es uno de ellos, un liderazgo político paupérrimo por decirlo de manera decente, una sociedad que no entiende lo que es vivir en democracia, Sistema Educativo que no responde a un norte de Desarrollo Sostenido, las ya formadas guerrillas urbanas, lavado, narcotráfico. Por donde empezamos? A estas profundidades del caos, la Palabra de Dios responde: «Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra»

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