26 julio, 2024

Cuando escucho las palabras del silencio…

Hay momentos donde necesito estar conmigo en solitario, pero mis pensamientos me arrastran hacia ti.

Desesperadamente busco mis respuestas en las oquedades pardas del despacio espacio.

Son divagaciones percibidas por mi necesidad incontenible de repensar mis soledades…

Desaforadamente me pregunto y repregunto,

Pero como clamor a mis disquisiciones solo escucho el grito silencioso de un eco  enmudecido.

Haga lo que haga, la intelectualidad de mi percibir regresa a ti.

Te he amado como nuca he amado a nadie,

Te adoro desde mucho antes de poderte amar…

Llegaste al otoño de mi vida cuando ya no te buscaba.

Eres la consecuencia de lo anhelado desde que tuve conciencia de amar en mis entrañas…

Piense lo que piense o haga lo que haga; asombrado descubro que en mis más profundos silencios, te quiero más en cada te quiero que no te pueda decir…

 

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El Bhagavad Gita

También conocido como la canción Divina de Dios. Es un precioso poema Hindú. Vale la pena leerlo y meditarlo:

“¿Por qué te preocupas sin motivo?
¿A quién temes sin razón?
¿Quién te podría matar?
El alma no nace, ni muere.
Cualquier cosa que pase, pasará por tu bien;
lo que esté sucediendo, está sucediendo para bien;
lo que vaya a pasar, también pasará para bien.
No debes lamentarte por el pasado.
No debes preocuparte por el futuro.
El presente está sucediendo…
¿Qué pérdida te hace llorar?
¿Qué has traído contigo?
¿Qué crees que has perdido?
¿Qué has producido?
¿Qué piensas que se ha destruido?
No has dado nada,
no has traído nada contigo,
cualquier cosa que poseas, la has recibido aquí.
Cualquier cosa que hayas tomado, la tomaste de Dios.
Lo que sea que hayas dado, se lo has dado a Él.
Llegaste con las manos vacías y regresarás con las manos vacías.
Cualquier cosa que poseas hoy, pertenecía a otra persona el día de ayer
y pertenecerá a otra el día de mañana.
Erróneamente has disfrutado de la idea de que eso te pertenece.
Esta falsa felicidad, es la causa de tus penas.
El cambio es la ley del universo.
Lo que consideras como muerte es en realidad vida.
En cualquier momento puedes ser un millonario
y en el siguiente puedes caer en la pobreza.
Tuyo y mío, grande y pequeño; borra esas ideas de tu mente;
Entonces todo te pertenecerá y serás dueño de todo.
Este cuerpo no te pertenece, tampoco eres de ese cuerpo.
El cuerpo está hecho de fuego, agua, aire, tierra y éter,
y se volverá a convertir en estos elementos.
El alma, mientras tanto, es permanente.
Dime entonces: ¿Quién eres tú?
Dedica tu ser a Dios. Él es el único en el que debes confiar.
Quienes conocen esta verdad son para siempre
libres de temor, preocupación y dolor.
Hagas lo que hagas, hazlo como una ofrenda a Dios.
Esto te llevará a experimentar la alegría, la libertad y la vida por siempre.”

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