Un ICONO para Guayaquil

El jueves 14 de julio del presente año, por iniciativa de la Cámara de la Construcción de Guayaquil y del Colegio de Ingenieros Civiles del Guayas, se realizó un conversatorio sobre un tema de actualidad que debe preocupar mucho a Guayaquil, esto es, la demolición del edificio del Ministerio de Agricultura, por el sistema de implosión.

El panel de expositores estuvo integrado por destacados profesionales de profundo conocimiento sobre suelos y estructuras, Ing. Jorge Nuquez, Ing. Otton Lara, Ing. Jaime Argudo, además del Ing. Jorge Berrezueta, Director de Obras Públicas Municipales. El panel fue coordinado por el Ing. Rodrigo Andrade, ex -Presidente de la Cámara de Construcción.

Vale la pena destacar que el panel, realizó sus exposiciones dentro del ámbito puramente técnico y profesional, pues su fin era analizar el tema de la demolición, sin esperar llegar a una conclusión, pues no era su fin y además no se conocía los por menores que determinaron la resolución del Ministerio de Agricultura para tomar la decisión de la demolición.

Después de las exposiciones de los panelistas y de las intervenciones de varios de los asistentes, se puede concluir que la decisión de su demolición resulta un poco apresurada, pues aparentemente no existen los estudios suficientes para tomar esa decisión, lo cual deja varias dudas. Por ejemplo, se ha analizado si la magnitud de los escombros originados por la demolición, tienen espacio suficiente a nivel de la calle, capaz de no afectar las áreas circundantes. Que efecto pueden causar y a que distancia tendrá efecto negativo capaz de comprometer la estructura y la estabilidad de otros edificios, por efecto de la expansión de la onda de resonancia en el suelo, pues el suelo de Guayaquil sumamente blando, y que además podría destruir la infraestructura de la ciudad, que existe en ese sector de las Av. Quito y Machala

Finalmente todo parecería que solo se trata de un afán político por molestar MAS, la paz y la tranquilidad de la ciudad, pues el edificio fue lamentablemente diseñado en Quito y siempre se especuló en el sector público de que el edificio no era funcional, no inestable estructuralmente.

Por otro lado es necesario reconocer que el edificio fue construido por una empresa Guayaquileña, muy respetable y de gran capacidad técnica, manejada por profesionales capaces y serios, acreedores de un gran prestigio profesional.

Al finalizar el conversatorio el Ing. Simon Noriega, señaló que parecía inadmisible que se resuelva demoler un edificio de 22 pisos, con mas de treinta años de construido, sin una exhaustiva evaluación técnica y económica, lo que podría ser una barbaridad de tirar al tacho de basura tanto dinero, concluyendo que se solicite al Gobierno Nacional que el edificio sea entregado al Municipio de la ciudad para restaurarlo y convertirlo en un ICONO simbólico de la Ciudad de Guayaquil. Su idea fue aplaudida por la sala y se solicito al Ing. Jorge Berrezueta que transmita la idea al Sr. Alcalde.

Ojala que la idea sea acogida por la Municipalidad, pues en Ingeniería nada es imposible reparar, producto de una buena evaluación técnica y económica, pues en Guayaquil, existen excelentes profesionales con suficiente experiencia y capacidad técnica para realizar el estudio que permita tomar una acertada decisión y si fuere necesario remodelarlo y repararlo.

Guayaquil por la Patria con autonomía.