28 marzo, 2024

La seguridad asunto prioritario

Hay una verdadera psicosis en todo el país, los ciudadanos tratamos de darnos nuestra propia seguridad, ya sea colocando alarmas en los vehículos, dispositivos anti balas en los vidrios, localizadores satelitales, etc. lo mismo en nuestros hogares, ya no son lugares seguros, colocamos cercas eléctricas, guardianes, perros amaestrados y otros artilugios electrónicos. Tampoco son seguros los bancos, locales comerciales, restaurantes; amén de las calles donde transitamos, todos los ciudadanos nos encontramos indefensos y con el temor permanente porque en cualquier momento corremos el riesgo de ser asaltados y quién sabe agredidos brutalmente o asesinados.

Los asesinatos por encargo a manos de sicarios se ha vuelto noticia cotidiana; los muertos por “ajuste de cuentas”, el “secuestro exprés”, la audacia y agresividad de los delincuentes ha llegado a grados extremos jamás vistos en nuestro país; desgraciadamente la Policía, a partir del 30-S está prácticamente desarticulada. Las autoridades del Estado están en la obligación de hacer los cambios urgentes que la sociedad demanda, los cambios que se debe hacer en la policía para que sea eficaz y tenga la confianza ciudadana, se debe hacer ¡ya! sin cálculos políticos y conveniencias. La policía ha estado obligada a ejecutar un sinnúmero de misiones que le resulta imposible cumplir con la fundamental seguridad ciudadana, tenemos Policía de Tránsito, Judicial, de Migración, de Turismo, Ambiental y varios grupos especiales; además da seguridad a las autoridades de todos los niveles y a sus familiares, a las embajadas, a bancos, etc.

Los gastos que hace el gobierno en propaganda a través de todos los medios y a toda hora, especialmente las permanentes cadenas invasivas; ese gasto inútil debería orientarse a campañas educativas para que todos los ciudadanos adoptemos normas de seguridad apropiadas; además, debería crear un ambiente de confianza, incentivar a cada uno de los ecuatorianos y extranjeros residentes en nuestro país a colaborar en esta tarea que debería ser de todos. La inseguridad ha llegado a tales extremos que hay un verdadero clamor por parte de la ciudadanía para que se tomen las medidas necesarias en forma urgente. Las cifras y los hechos son elocuentes hay una escalada de la delincuencia que requiere medidas heroicas.

Se debe establecer una política de Estado coherente y seria para hacerle frente a la inseguridad; las medidas parches que ha adoptado el gobierno, no solucionan nada; la de sacar a las Fuerzas Armadas a cumplir las misiones de la policía, dejando de cumplir las misiones para las que fueron entrenados y equipados, aún la de sacar a las calles a las unidades de élite de la misma policía tampoco resuelven nada, al igual que los militares, tienen otras tareas, entrenamiento, equipo y armamento diferente.

Las autoridades de todos los niveles deben asumir sus responsabilidades, el país entero clama por soluciones y resultados. Ya es hora que el Presidente Correa demuestre que es un estadista, lleva ya más de cuatro años en el poder, debe terminar con las confrontaciones y crear un ambiente de confianza para mantener un diálogo de respeto franco y sincero con todos los ecuatorianos para juntos, hacerle frente a este flagelo.

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  1. LA FORMA MAS INMEDIATA Y RAPIDA ES QUE NOS PERMITAN TENER ARMAS OTRA VEZ.DE ESTA MANERA,CADA CUAL PODRA DEFENDERSE Y DEFENDER A LOS DEMAS.SIN EMBARGO,NO CREO QUE ESTO LE INTERESE A «LA RISITAS»,YA QUE EL ES EL PRIMER DELINCUENTE DE ESTE PAIS.!!!!!!!!!!!

  2. Soy un ferviente creedor de que la seguridad nos las damos nosotros mismos. Estar esperanzado a que los policias nos salven, es casi risible. Ellos llegaran cuando el cuerpo esta frio y tendido disque a hacer investigaciones que en la realidad nunca se sabe en que concluyeron. Parecen todos CSI pero no se si estan lo suficientemente entrenados ni para agarrar las huellas dactilares.
    Insisto que seria mas efectivo que las comunidades se unan, organicen, alerten y entrenen para saber como tener reaccion inmediata. No se trata de andarse espiando y andar con el cuento, se trata es de saber quien es nuevo en el vecindario, a que se dedica, observar si existen gentes extranas revisando el ir y venir de los del barrio y enseguida comunicarse y comunicar a la policia con la esperanza de que lleguen antes de que el crimen, la violacion, el asalto, el robo a los hogares, hallan ocurrido. Y luego, hacer el seguimiento con la policia, fiscalia, jueces, a ver si en realidad la sentencia llega al culpable. Dirian que no se tiene el tiempo y la energia para hacer todo esto pero peor seria que manana uno de ustedes o uno de sus familiares sean el titular del proximo dia.

  3. Es imprescindible que el gobierno y los asambleístas demuestren con hechos y palabras, que están en contra de la delincuencia. Hasta ahora han demostrado todo lo contrario. Los resultados están a la vista de los que aún estamos vivos.

  4. Al autor de esta retórica por la seguridad: Cero. No se trata de seguirle implorando a un autista como Rafael Correa, que enmiende. Cuándo van a comprender que ese señor es demente y no escucha a nadie, que no sea a si mismo. Lo que hay que hacer es buscar el mecanismo para sacarlo del poder y enviarlo a una casa de reposo. Eliminado el perro se acaba la rabia.

    A montubio: Uno. Es el clamor de todos los civiles inocentes desarmados, cuyas vidas han sido puestas en manos de los delincuentes internacionales y de sus lacayos nacionales, por culpa de un par de sandinistas irresponsables que ahora presumen de altos cargos públicos. Hay que rendirse a la evidencia. Las armas nos fueron quitadas, con el fin de evitar que la población harta de tantos malos manejos y de corrupción, un buen día se alce en armas. Mientras haya esa gente amiga de los criminales ocupando cargos que deberían estar en manos de hombres y mujeres mas responsables y sin odios; recién allí podremos, digo bien tal vez;, dejar de contar nuestros muertos.

    A Giovanni Traverso: Dos. Su idea es excelente, y ojala se extendiese como la pólvora, si vale el término. Esperar que el Estado manclenco se vuelva a ocupar de nuestra seguridad, es ser iluso y en el mejor de los casos, ser tan irresponsables como ellos. Hay que tomar la iniciativa de auto protegernos. Hay que reunirse por barrios, hacer rondas, nombrar responsables, equiparnos con cualquier instrumento que sirva para defendernos y averiguar con insistencia quiénes son los nuevos vecinos que se instalan en el barrio. Esa es la medida más cerca de la eficacidad, para dotarnos de un poco de seguridad. Pero, ¿estaremos en condiciones de hacer algo por el prójimo o por nosotros mismos? Lo veo difícil, porque la política dañina de Rafael Correa y sus corifeos, ha sido la de desunirnos, la de destruirnos como sociedad homogénea, para evitar cualquiera organización o levantamiento en contra del desorden establecido por ellos. Solo se reina dividiendo.

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