26 julio, 2024

Energías alternativas

El Ecuador afronta crónicamente un déficit de energía desde hace dos décadas, cuando comenzamos a sufrir cortes obligados en el suministro de electricidad o severos racionamientos durante períodos de estiaje que perjudican el desenvolvimiento normal de actividades y la producción de bienes y servicios de nuestra economía. Irónico, siendo un país que potencialmente podría exportar energía, tal como hacen Colombia y el Perú.

Igual, tenemos un problema serio de abastecimiento y altos subsidios de combustibles, a pesar de ser un país productor de petróleo. Por deficiente operación de nuestras refinerías y falta de inversión en el sector, debemos importar gran parte de los combustibles que necesitamos, ocasionando al país un costo gravoso por esa operación que implica doble flete, exportar crudo e importar refinados, incluyendo el gas que se necesita tanto para uso doméstico como industrial o comercial. Lo anterior, en gran parte por la miopía de pretender monopolizar la producción y la distribución a través de empresas estatales, que después de casi cuatro décadas han demostrado ser ineficientes y fuentes de excesiva corrupción.

Nuestro país debería ser autosuficiente energéticamente; y, como dice la popular canción, “mi tierra linda el Ecuador tiene de todo, ríos, montes y valles, sí señor, y minas de oro, hasta petróleo”, y, sobre todo por su posición geográfica, goza del calor del Sol, 12 horas, 365 del año. Nuestro potencial energético es enorme, además del petróleo, por las cuencas hidrográficas y la posibilidad de producir abundante energía solar. Deberíamos contar con políticas de Estado que promuevan la inversión y la producción privadas en todos estos rubros en los que el país tiene potencial. El Ecuador debería exportar energía y madera, que son recursos renovables y sostenibles en el tiempo; para ello, hace falta que se reforesten todas las extensas áreas que han sido expoliadas durante siglos o décadas anteriores.

La riqueza forestal es otra forma de beneficiarnos de la energía solar: mientras un árbol en otras latitudes se demora 15-20 años en alcanzar su plenitud, en el Ecuador lo logra en la mitad de tiempo, por tener más horas de luz.

La energía solar está siendo promovida y utilizada en países y regiones que cuentan con este recurso. En los Estados Unidos, especialmente en el suroeste, y en todas las regiones mediterráneas de Europa, los Gobiernos incentivan al sector privado a hacer inversiones en instalaciones de energía solar, tanto de uso doméstico como comercial o industrial, devolviendo hasta 2/3 de la inversión inicial, sea en dinero o en deducciones tributarias.

En vez de prohibir las bebidas alcohólicas, peleas de gallos, corridas de toros o el uso de calentadores a gas, deberíamos preocuparnos más por iniciativas positivas que promuevan y alienten la innovación, la inversión y la mejor utilización de todo nuestro potencial. Energías hidroeléctrica y solar son nuestro futuro.

Tomado de: http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/energias-alternativas-463624.html

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