20 abril, 2024

Cómo ser mejores ciudadanos hoy

“Aquí surge la gran pregunta… ¿qué ha traído Jesús realmente, si no ha traído la paz al mundo, el bienestar para todos, un mundo mejor? ¿Qué ha traído?.. La respuesta es muy sencilla: a Dios. Ha traído a Dios.” – Benedicto XVI

La respuesta es siendo mejores cristianos. Yo sé que esto puede sonar utópico o soñador, pero si lo analizamos atentamente, no es la mejor sino la única manera. Los principios del cristianismo, los que Jesús vino a predicar y nos dejó como legado, se basan principalmente en nuestra relación personal con Dios y, por ende, en nuestra relación con el ‘otro’, con nuestro prójimo, con otros ciudadanos. Si Dios viviera realmente en nuestros corazones, estoy seguro que no tendríamos la cantidad escalofriante de asesinatos, secuestros y robos que se dan a diario. Tampoco tendríamos tantos casos de corrupción, ya que fuéramos conscientes que al aceptar o dar una coima no es que estamos agilitando cualquier trámite que queramos hacer, les estamos robando a millones de ecuatorianos, creándoles un infierno a nuestros compatriotas.

Y no es cuestión de ser buenos cristianos por simpatías, por lucirse o por mera ambición, hay que serlo porque debemos hacer lo correcto. Los soberbios no lo entenderán pero debemos cumplir con nuestro oficio o arte correctamente porque es nuestro deber escoger el camino angosto, el difícil, el correcto. Implementemos con firmeza la justicia. Nos hará alegres. Nos hará brillar como velas en la oscuridad.

Quizás no todos compartan esto que estoy diciendo ahora. Quizás tengan una perspectiva más ‘social’, ‘económica’, ‘política’, etc., pero yo creo que esas áreas nunca podrán ser funcionales mientras se muevan en el plano teórico – abstracto o incluso en lo aparentemente concreto (costumbres, hábitos). Lo realmente concreto es nuestra relación con Dios, que se hace evidente en nuestra relación con nuestro prójimo y con nosotros mismos. Es evidente que si empezamos a amarnos a nosotros mismos y a las personas que nos rodean, seremos mejores ciudadanos, dejaríamos de hacernos daño y empezaríamos a ayudarnos mutuamente, a trabajar en equipo. No hay más vueltas que darle.

Lo que sucede es que somos víctimas de muchas manipulaciones, sobretodo de los políticos y de lo que vemos en los medios de comunicación. Pero debemos tener claro que nuestra máxima autoridad no es realmente un político de turno que ocupe la presidencia ni una constitución. Nuestra completa obediencia es para con Aquel que dio su vida incluso por sus enemigos. Sólo así respiraremos a Dios nuestro Creador en el ambiente. Y Él nos ha dado órdenes. Es decir, nacimos con un manual de instrucciones que debemos seguir. Y si viene alguien a querer obligarnos a no cumplirlas (haciendo por ejemplo que el aborto sea ley), nosotros con mano firme podemos decir ¡NO! y hacerlo recapacitar… o, sino… apartarlo de nuestro Camino (Camino con mayúscula, porque en este caso el Camino es nuestra Vida, que es sagrada).

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  1. No es ni utopico ni soñador!! la tendencia en el mundo es la no vilencia y la cultura de Paz. Despertemos con una nueva Conciencia espiritual

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