Como estaba fríamente calculado el padre Federico Gagliardo deja la parroquia de los Ceibos luego de más de veinte años de labor intensa. Sabíamos que nuestras opiniones, las firmas y actos de adhesión que hemos expresado de nada servirían. Hay esa desconexión entre la cúpula de la Iglesia Católica con sus feligreses y se resuelven los temas bajo la frialdad de la mente calculadora.
Muchos comentarios recibidos sobre este tema en mi entrega anterior “El párroco Federico Gagliardo” enriquecieron el tema y agregaron puntos de vista. La mayoría con esa pena propia que causa una pérdida.