27 julio, 2024

O vencemos o morimos

Con los breves antecedentes expuestos en la primera parte de mi artículo; y en virtud de la gravedad latente del problema, es importante clasificar cada circunstancia. Y es que prácticamente y a título personal, considero que las aristas envolventes en tal problemática, radican en un torbellino de causales; una mas peligrosa que la otra.

“La corrupción; no solamente es la ausencia de valores y de principios del ser humano…sino también la destrucción de su alma”

(Raúl Ramírez).

La radical y elocuente mansedumbre de nuestra gente; sin desconocer obviamente el arrojo y la valentía; propios de cada ecuatoriano, así como su marcado espíritu libertario y de unión nacional, son hechos históricos que han venido dejando un glorioso estatus a través del cual; y pese a las adversidades, han logrado de nuestra gente, el resurgimiento convivencial, tal cual ave fénix.

Por otra parte, nuestra cultura; a ratos repleta de inocencia e inmadurez política generalizada, así como el constante aguante al nacimiento de pilluelos, truhanes y tiranuelos políticos, han hecho costumbre aquel perverso empoderamiento sediento de poder y ambiciones económicas desmedidas, cada día más y más presentes, por parte de dicha pléyade de canallas.

Aquellos factores, disfrazados de falsas ideologías, desbordantes de populismos, han arrastrado al fracaso nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Cuando al interior de un país convergen falsos lideres del sistema político, cuando la inmoralidad y la deshonestidad se sobreponen a los valores y la ética; entonces y solo entonces aquello es la causa del renacimiento de la corrupción. 

“Para combatir el mal, es importante primero identificar sus causas y efectos”.

(Raúl Ramírez).

Elemental aquello, entonces a través de la praxis de nuestro “Yo analítico”, procedo a citar; entre otras, unas cuantas opciones tendentes a mejorar la prevención al momento de elegir a nuestros mandatarios, lo cual muy seguramente evitará fracasos electorales. 

1.- Educarse, involucrarse en temas locales y nacionales, leer.

2.- Investigar, trasmitirle a nuestros hijos, conocimientos y experiencias. Ellos son presente y potencial futuro de nuestro país. 

3.- Aprender a dedicar una parte de nuestro tiempo a analizar a cada candidato, para luego utilizar nuestra más poderosa arma electoral el momento de elegir, tal cual es EL VOTO.

Lo acontecido acá en nuestro país, ahora con todas las características de un NARCO ESTADO, ha superado todo límite de tolerancia ciudadana, y está  cruelmente cobrando vidas; y por supuesto que aquello no lo merecemos.

No debemos olvidar que la dignidad y el futuro de nuestra nación, depende de la profunda responsabilidad de nuestros actos.

Continuará…  

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