26 julio, 2024

Debemos regresar

Qué importante es regresar a casa después de un largo viaje o de un tiempo de ausencia. Volver a nuestro hogar es gratificante. Nuestro lugar de pertenencia. Nuestra historia, nuestras raíces. Nuestra pequeña comunidad. Es necesario, valioso y urgente el retornar a los nuestros una vez finalizado el proceso de desaparición. 

Y con esto a qué me refiero. No hablo simplemente de unas vacaciones o un trabajo en otro lado. Me refiero a un itinerario recorrido en nuestro interior. A haber experimentado un cambio profundo. Pueden ser muchos los recorridos. 

Algunos de pronto nos chocamos con enfermedades. Otros, con algún accidente o una separación dolorosa o diversas travesías que cada uno podrá nombrar, lo que nos obliga a crecer impetuosamente y cambiar algunos paradigmas establecidos.

A emprender un viaje no planeado que nos compele a alejarnos de casa. De todo lo conocido, aun de nosotros mismos. Y aprender muchas lecciones, a sanar heridas, a elegir fuera de los mitos establecidos. A decidir lo que queremos por propia convicción y no por la presión que recibimos. 

Pero es ahí, en ese viaje que iniciamos, donde una vez terminado tenemos la obligación de regresar. ¿Para qué? Para contar lo aprendido. Para volver a ser uno mismo, más de lo que éramos antes. Para intentar cumplir el propósito para el cual fuimos escogidos. Para decir que, aunque no fue fácil, valió la pena lo vivido, las luchas enfrentadas, los miedos encontrados, las lágrimas derramadas. Pero también la valentía que apareció de la nada, como algo misterioso que no creíamos tener. La mirada compasiva que surgió de habernos visto a nosotros mismos caer en la desesperación. La fuerza y la audacia para resolver encrucijadas que se presentaron. La senda nueva que encontramos buscando una oportunidad para terminar ese viaje inesperado pero que al final nos aumentó la fe, nos cambió la mirada, nos transformó por completo. 

Debemos regresar. Es obligación de todos. Una vez que el proceso terminó hay que volver a casa.  Y obsequiar a los demás los tesoros encontrados. 


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