11 noviembre, 2024

En búsqueda de un nuevo orden político económico

El país sufre un crónico estancamiento económico por un desestabilizador proceso político, aún en desarrollo, que mutiló su frágil seguridad jurídica. La corrupción pública se tornó pieza angular de un execrable manejo político reflejado en el excesivo endeudamiento estatal (±75% del PIB) y una paupérrima inversión extranjera. Los correctivos primarios están fuera del radar de la coyuntura cuando la deuda es parte ya de un insostenible círculo vicioso y la inseguridad ciudadana satura las reservas de lo tolerable. Ciertas medidas económicas, por su eficacia y prontos efectos, podrían forzar una estructural e impostergable reforma política. 

Crecimiento y consumo. La reducción del IVA haría que el ciudadano retenga más dinero en su bolsillo, aumentando su propensión al consumo (80% del PIB) y la recaudación total. El aumento del gasto personal y la mayor velocidad de su circulación dinamizarían otros consumos previamente rezagados.

Arancel universal al 5%. Se formalizarían prácticas comerciales acabando con la subfacturación y eliminando el contrabando. El Estado se beneficiaría de mayores ingresos fiscales por un consumo exponenciado en libertad, agilidad y confianza.

Riesgo país (1,213 puntos @ 04/01/2023). Las condiciones geopolíticas pronto nos llevarán a un aprieto económico mucho mayor si no accedemos a políticas de liberalización del consumo y eliminación de impuestos. La política miente, la economía no; los desaciertos fraguados entre la mentira y la incompetencia son la esencia de un fracaso sin retorno.

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En 1983, el Plenario de la Honorable Cámara Nacional de Representantes, derogó del Titulo VII del Código Penal ecuatoriano, todo el Capítulo I concerniente al adulterio. Es interesante conocer que, hasta esa fecha, el adulterio era considerado un delito en el Ecuador, reprimido con prisión de seis meses a dos años: “a la mujer que cometiere adulterio; a el correo de la mujer adúltera; a el marido cuando tuviere manceba dentro o fuera de la casa conyugal; y, a la manceba del marido”.

Sin embargo, el artículo siguiente decía que no podía: “el marido proponer acción de adulterio contra su mujer si ha consentido en el trato ilícito de ésta con el adúltero; o si, voluntaria y arbitrariamente, ha separado de su lado a su mujer, o la ha abandonado”.

Seguramente en aquella época los honorables legisladores debieron tener sus fundamentadas razones para que el adulterio ya no sea un delito y dejarlo únicamente como una mera causal de divorcio según el Código Civil; el cual por cierto, es difícil de comprobar, pues sólo puede estar sujeto a prueba conjetural, que debe apreciarla el Juez tomando en cuenta las presunciones graves, precisas y concordantes que aparezcan en el proceso.

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3 comentarios

  1. La economia no miente la política si…. excelente realidad.
    Sobre el IVA seria interesante saber el efecto que las variaciones históricas tuvieron sobre el consumo para poder inferir cuál seria el valor más adecuado.
    El arancel universal de golpe y porrazo no me convence mucho. Talvez como objetivo a mediano o largo plazo incentivando a la industria y comercio locales para que realmente sean competitivos.

  2. No se ha tomado en cuenta el precio del barril del petróleo, el cual el año pasado tuvo alzas extraordinarias debido al conflicto en Rusia y Ucrania, pero que ya está bajando y se especula que llegue en este año a $65,00, con este precio y las tasas de interés altas, son factores que influirán negativamente en el crecimiento económico en este año.

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