27 julio, 2024

Lección no aprendida, causa jamás asimilada

“Nadie gasta el dinero de otra persona tan cuidadosamente como gasta el suyo”1. Si esta premisa fuese aceptada como cierta, algo por demás racional, la conclusión lógica a nivel macro se traduciría en que la eficiencia gubernamental se sostendría sobre la calidad (hacer más con menos) del gasto, mas no sobre la cantidad (recursos en demasía producen dispendio) del mismo. La convencional aplicación de este aforismo implicaría también ciertas limitaciones, tampoco no menos ciertas y en líneas generales, que los abultados presupuestos estatales de poco o nada han servido para remediar las penurias de la sociedad.

Si bien los socialistas son los más voraces manipuladores de los activos privados a través de sus políticas públicas, las evidencias apuntan a que todos los gobiernos, indistintamente de su raíz política, han actuado ceñidos a dicho totalitario argumento. Y lo han hecho, más que por falta de criterio, porque acabar con dicha práctica implicaría renunciar a las prebendas de un republicanismo mal entendido y erróneamente aplicado. El costumbrismo ha sido la manifestación del poder del Estado a través de sus autoridades y los fondos provenientes de los contribuyentes. El día en que los políticos entiendan que menos gobierno en la vida de la gente produce resultados más eficientes sobre sus demandas más apremiantes, entonces empezaremos a tener gobiernos más responsables y mejor sintonizados con la sociedad. Nunca estuvimos tan cerca, pero una vez más tan lejos de lo que buscábamos como aquello que debería ser.

1. Traducción literal de un extracto de una conferencia impartida por el economista estadounidense Milton Friedman, Premio Nobel de Economía 1976.

Artículos relacionados

Consejos para un Presidente

Para atender asuntos de mi trabajo profesional viajé a Lima-Perú a la feria de materiales de construcción que realiza anualmente la Cámara de la Construcción del Perú, CAPECO, sus características y presentación es similar a la que se realiza en Guayaquil, exponiendo muchos materiales y soluciones para construir mejor.

Mi estadía en Lima la aproveché para compartir criterios y opiniones con los colegas peruanos, quienes me brindaron una exquisita atención y la oportunidad de compartir y conocer la amplitud de los programas de construcción que existen, lo que hace pensar en la posibilidad de un importante incremento en el desarrollo de la construcción en Lima, que ya bordea los 9 millones de población.

¿Hay otra vida?

Después de esta vida, ¿hay otra?
¿Cómo será esa vida?
Se habla de que no habrá sufrimiento, que todo será alegría, ver a Dios.
Algunos ateos se solazan diciendo que ellos no tienen interés de verlo.

Lo único cierto es que todos algún día moriremos. De eso sí no nos libraremos. Todos en algún momento, o han muerto o morirán tarde o temprano. Para algunos (y así lo dice la Biblia), será el fin del sufrimiento, para otros, el inicio de éste, y para la gran mayoría, ¿Qué?

¿Hemos reflexionado lo suficiente sobre esto? Si tenemos consciencia de lo que somos y de lo voluble de nuestro carácter, debemos agradecer el poder pensar que Dios es eterna y completamente misericordioso, porque gracias a ello, tendremos la oportunidad de llegar al cielo y salvarnos, no por nosotros sino por su misericordia, de asarnos en el infierno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×