La comuna de San José (identificada como de Manglaralto), se extiende a partir del km 700 de la vía del Sol, hoy llamada de los Spondylus, como en Colombia. Está dedicada a las faenas de las pesca, la construcción y la agricultura.
La cordillera de Chongón – Colonche, que se inicia en Guayaquil, divide en 2 grandes extensiones a la provincias del Guayas y de Santa Elena, y se dirige en su último tramo hacia el mar, terminando en Puerto López, frente a la Isla de la Plata, famosa por ser un hábitat natural de miles de pájaros y es el lugar escogido por las ballenas jorobadas para aparearse o parir, entre el mar que separa a esta isla de la costa ecuatoriana; de gran concurrencia turística, para apreciar de cerca sus “volantines”, como una demostración de saludo a los turistas, con sus acrobacias, que las avistan en pequeñas embarcaciones a hora y media de la playa, mar afuera.
San José es una comuna inmensa, poseedora de un gigantesco territorio mar adentro, de gente laboriosa, muy hábiles para la construcción de viviendas, que generalmente las hacen en familia, son de bloques, en la que cada miembro de la familia tiene su especialidad. Unos son albañiles, otros electricistas, otros conocen de cañerías de agua potable y de AA servidas, otros de instalación de baldosas, otros de tumbados de tejas o de paja, otros de puertas y ventanas, etc. En fin, son gente laboriosa, trabajadoras.
Las familias guayaquileñas, cuencanas, suizas y alemanas, han construido en este sector hasta La Entrada, límite con Manabí, viviendas de playa, han dado y dan, trabajo al sector de trabajadores de la construcción y a sus cónyuges, como cuidadoras de tales viviendas, que habitan, en el mismo terreno, en una construcción aledaña, que les sirve de vivienda permanente, el año entero.
Las mujeres se ganan un adicional por la limpieza y la cocina de la casa y los maridos el cuidado de los jardines y otros quehaceres necesarios para mantenerlas habitables el año entero.
El clima es ideal, soleado, con mucha ventilación, escasas lluvias -salvo este año- hasta que cambia el clima, y se enfría, en los mese de Julio, Agosto y Noviembre, el resto del año es un clima ideal para las familias costeñas y serranas.
Los inversionistas cuencanos, prefieren la “montaña” para construir sus casas y hoteles de 1er nivel, con movimiento turístico el año entero.
Las jóvenes chilenas y argentinas, prefieren Montañita, en los meses de Enero y Febrero, respectivamente, algunas se quedan el año entero, y se casan con jóvenes del sector. También estos lugares son visitados por jóvenes Belgas, Austriacas, francesas y Alemanas, aunque no en mayor número que las anteriores.Son fanáticas del lugar. Disfrutan de la tranquilidad y hábitat del sector.
Regresando al tema de “San José”, (de Manglaralto), en este interesante lugar, se ha descubierto recientemente, tierra adentro, al que se llega a tres o 4 horas a caballo, en las selvas montañosas de la cordillera Chongón – Colonche, un nuevo volcán de más de 800 mts, quizás, con aguas termales como las de San Vicente. Como aún no tiene nombre lo llamaremos VOLCAN SUCRE.
La prefectura de Santa Elena, tiene ahí, una nueva obra que realizar -una carretera- y un nuevo lugar turístico que explotar.
Este país tiene de todo, faltan buenas ideas, ganas de superarse y desarrollarse, dejar atrás los complejos ideológicos y estar decididos a progresar, con apoyo del Estado Ecuatoriano y/o de la(s) empresa(s) extranjera(s) y nacionales.
El turismo tiene futuro en el Ecuador.
Podríamos llegar a ser esa “Potencia”, en la que soñaba, el Presidente saliente, que poco en esa direccion hicieron, sus Ministros y subalternos, al menos en la Costa ecuatoriana.
