9 diciembre, 2024

Hordas represivas de los dictadores

En Cuba, luego del triunfo del “Movimiento 26 de Julio” liderado por Fidel Castro, se crean los Comités para la Defensa de la Revolución (CDR), al inicio estos comités eran organizaciones solidarias que se crearon en cada barrio, luego pasaron a ser de espionaje, delación y para amedrentar a quienes no estaban de acuerdo con la revolución. Funcionan como organismo subalterno de la Policía de Seguridad de Cuba.

En Venezuela actúan los llamados Círculos Bolivarianos, a la usanza  de los CDR, son grupos organizados supuestamente para discutir los problemas de la comunidad y canalizarlos hacia el gobierno, pero no son otra cosa que verdaderas hordas de delación, encargados de reprimir a quienes no coinciden con la ideología «chavista», y están al servicio de la llamada Revolución Bolivariana. Además, se organizaron grupos de garroteros que son guardias de choque como las llamadas células de “militantes revolucionarios” (bandas callejeras armadas) y las Redes de Movilización Inmediata (REMI) que Chávez  las utilizaba para amedrentar violentamente a sus adversarios; ahora, ese mismo estado de control, espionaje y represión lo dirige Diosdado Cabello y está al servicio de Nicolás Maduro.

En Siria miles de opositores a la dictadura de Bashar Al-Assad han sido arrestados, torturados y asesinados; su hermano Maher sería el responsable de la represión, ya que es el comandante de las fuerzas especiales sirias; además, ejerce el control de las temidas milicias denominadas Shabbiha. Se dice que la “Shabbiha no son más que bandas de criminales compuesta  por matones y delincuentes afines al régimen dictatorial sirio».

Volviendo a nuestro continente, debemos recordar con espanto a los terribles Tonton Macoute de la era de los dictadores de Haití, los Duvalier (Papá y Baby Doc), esta organización paramilitar  estaba formada por miles de delincuentes y era conocida por las sistemáticas torturas, muertes, secuestros, extorsiones contra los opositores políticos de los dictadores.

En Panamá, recordamos a los tristemente célebres “Batallones de la Dignidad” de la narco-dictadura de Manuel Antonio Noriega, que eran verdaderas hordas de maleantes que cometían toda clase de abusos y solo servían para reprimir al pueblo; como fruto de la invasión norteamericana, Noriega fue defenestrado, capturado y encarcelado como cualquier delincuente. A la hora de la verdad -durante la invasión- los llamados “Batallones de la Dignidad” desaparecieron.

Ahora en nuestro país aparecen civiles simpatizantes de la llamada revolución ciudadana aprendiendo tácticas militares en supuestos pinnics. Jamás se supo cuáles eran los objetivos de estos entrenamientos, peor que hayan sido sancionados los responsables.

En estos días, en plena campaña electoral, en la que se emplea la ruindad y la difamación en los medios incautados, la virulencia verbal en las redes sociales; han pasado a la agresión física al candidato de la oposición y a su familia, utilizando sin escrúpulos hordas de cobardes asalariados como en los tiempos de las dictaduras señaladas.

¡Cuidado!, la violencia se sabe cómo comienza, pero no como termina.

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En el momento presente hay un argumento antihistórico sobre el pensamiento de Bolívar, que al tener intenciones ideológicas-propagandísticas y marcada intención política, oculta sus expresiones como aquella que dice: “Yo soy, Granadinos… siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria”.

Tal hecho genera confusión, distorsión y mala fe, elevadas a la quinta potencia por el “chavismo” y sus seguidores en Venezuela y fuera de esta. Es la posición de presentar a Bolívar como lo que no fue, que busca hacerlo un socialista del siglo XXI, atentando contra sus principios, su memoria y falseando la historia…

Camilo y Emilio

Es normal y comprensible que todos quienes vemos en este régimen de Rafael Correa y en su personalísima revolución ciudadana, bolivariana y todo lo que se le viene en gana, que nos solidaricemos con Emilio Palacios en este sonado caso del juicio por injurias calumniosas que Camilo Samán está llevando en contra del columnista del influyente diario El Universo. La sentencia está asfixiada dentro de un contexto político y esto nos aleja del correcto análisis que el caso amerita de acuerdo a las normas jurídicas vigentes en cualquier país del primer mundo, e incluso en nuestra legislación tradicional ecuatoriana.

Lastimosamente nos hemos tenido que encasillar por simpatías políticas. No se ha hecho una lectura correcta sobre lo medular: ¿hay o no injurias calumniosas ofensas que justifiquen la sentencia en contra del periodista? Estamos pisando el filo de una raya…

2 comentarios

  1. Si se sabe como termina, aqui no es selva, hay una constitución y leyes que aplicar, como ustedes van a seguir gestado y azuzando a la desobediencia civil, ahora nosotros la sociedad civil trabajadora saldremos a las calles para denunciarlos con pruebas y con debido proceso pedir q metan preso a los columnistas/periodistas agitadores, y en las mismas calles enfrentar a los golpistas y sediciosos, que quieren una Venezuela a como sea. Está bien, nosotros somos 80% de pueblo, también sabemos tirar piedras, incendiar las calles, tirar puñetes y patadas, vociferar malas palabras, defender las leyes, a nuestra gente y a nuestra ciudad, cuando estos golpistas, afeminados, perfumados, nos vean en las calles, ese 20% van a saber que están jugando con nuestras familias y la estabilidad de nuestros trabajos. En estos momentos críticos del país, es un crimen alargar o enfrentarnos, entonces todos debemos beneficiarnos o perjudicarnos, ya que el país ECUADOR es uno solo, para todos o ustedes quieren para nadie.

  2. En diez años de gobierno de la Revolución Ciudadana no hemos tenido paros, huelgas, propiedad privada atacada, detenidos políticos. Es que Correa con mano fuerte pero amparada en la ley puso en orden a los tira piedras que ya sabemos quienes son y lo que hicieron en décadas, sembrar de angustia, sangre y gases las calles de nuestro país.
    Este Ecuador de paz nos ha permitido construir bienestar. pese a los opositores a todo, a los disconformes con el sistema, a los parcializados periodistas, a los comentaristas amateurs, a los medios parcializados, a los izquierdistas falsetas, a los pseudo dirigentes indígenas que bailan al son que les ponen, a la derecha neoliberal anciosa de la teta. Hay que reconocer que Alianza País es el único movimiento organizado que existe actualmente en el Ecuador, donde NO hay partidos políticos sino empresarios de la política.
    Lenin Moreno continuará la tarea emprendida por Rafael Correa, a extendido su mano conciliadora para dialogar con todos los ecuatorianos en un marco de libertad y justicia. Bienvenido sea el diálogo y la paz que construye.

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