27 julio, 2024

“Buses, taxis, busetas amarillas, camioncitos, volquetas y un camión” (2)

Soy amigo de las “Escuelas de Capacitación”, enseñan a los principiantes y actualizan a los que ya dominan una ciencia, técnica o carrera profesional. Aprender a manejar, hasta hace un par de años era obligatorio hacerlo en una de estas escuelas, que tenían muchas unidades y buenas y respetuosos instructores; la ley, cambio las reglas del juego y convirtió la obligación legal en voluntaria. ???????!!!!!!!!!!………..

Volvimos, como quien dice, a las épocas de cuando éramos menores y el chofer de la familia nos enseñaba a manejar. Yo creo que fue un error gubernamental, para congratularse con la clase profesional del volante.

Choferes profesionales que tienen su propia escuela de capacitación y  “licencias” para manejar vehículos pesados, y para el transporte urbano e interprovincial. Jamas entenderá cómo la Ley, pudo haberles entregado una responsabilidad de esa naturaleza a los transportistas: “el ratón, cuidando el queso”.

Ningún gobierno de la partidocracia, ni el actual, ha podido doblegar este PODER de los transportistas, que también tienen poder político, y PRESTAN sus unidades en muchos ocasiones a los candidatos O A LOS GOBIERNOS DE TURNO, para que, cuando estén en el poder o estando en él, las leyes de transito, sean mas benignas.

Una paralización del transporte publico, puede tumbar un gobierno.

El Dr. Noboa Bejarano, (expresidente), intento elevar las multas por infracciones de tránsito, tuvo que rebajarlas, so pena de caer.

Los límites de velocidad, en la ley, lo pusieron los transportistas de pasajeros intercantonales, interprovinciales y transportistas pesados, límites que jamás los cumplen, por ello, los accidentes en las carreteras del país y sus lamentables consecuencias.

Sus agremiados –dirigentes– tienen gran influencias en algunos jueces de transito, cuando no, sobre los mismo vigilantes.

Estos, (los vigilantes), sufren, por cuanto si citan algún taxi o algún bus de linea o algún bus intercantonal o interprovincial, esa unidad (Taxi), podría ser de propiedad de “mi Mayor”, o de “mi Coronel” (bus), y si lo hago, me mandan 48 horas al calabozo de la Institución. Mejor miro para otro lado o converso por el celular y no pasa nada

Se implantaron los controles de velocidad, pero entre ellos, cuando se cruzan en direcciones contrarias, apagan y prenden las luces intensas (señal), entonces bajan la velocidad, hasta superar el controlador electrónico.

Otros adquieren los detectores de estos controles, que un kilómetro antes, emiten un sonido y los conductores bajan la velocidad, para evitar la infracción y multa, generalmente son vehículos privados.

Volviendo al tema de las Escuelas de Capacitación y la entrega de Títulos a sus integrantes choferes, me pregunto, ¿Si el transporte masivo es público y facultativo del estado, que concesiona esta facultad a la clase del volante profesional, -pero que tampoco es un establecimiento de enseñanza superior-, ¿porque razones, dan Títulos de conducir y los categorizan según el peso y volumen del vehículo a conducir y la carga a transportar?. Por Ej: para conducir pasajeros, o carga (bienes muebles), o piedras, etc,. ¿Porque la Agencia de Transito Estatal o Municipal, no refrenda estos Títulos en sus propias escuelas de capacitación y se sujeta solamente al control mecánico?.

Tampoco se somete a tales conductores, a controles de salud corporal o mental. Porqué no ?????……….

Por el solo hecho de que la ATM, quiera revisar estas unidades de transporte cada semestre y no una vez al año, ya los taxistas, se oponen. ¿Porque?.

Acaso ¿Van a volver a catolizar ciudad/es del país como en años anteriores?.

Días en los que estacionaban sus taxis en media vía y en varios sectores de la ciudad y cerraban sus avenidas, para producir el caos en el transito y perjudicar a los usuarios, estudiantes, empleados y trabajadores

hay muchos interrogantes sobre mi cabeza. que los dejo a mis lectores, que de seguro me responderán y nos orientarán en el camino a seguir, para una mejor seguridad vial en el país, en sus carreteras y en los sectores urbanos. 

Mal momento para la ATM, para exigirle a los taxista y los transportistas de pasajeros, la doble revisión anual, ad-portas a las elecciones presidenciales y de asambleístas pues, los taxistas por sus contactos con los pasajeros, son grandes conversadores con sus clientes y tratarán de echar por los suelos, tales medidas, aún cuando, todos los ciudadanos conscientes, estemos de acuerdo con la medida a implantarse.

Que las autoridades de transito coordinen entre si sus disposiciones, por cuanto, el fin que ambas entidades persiguen (ATM y CTE), es el mismo: la seguridad para los peatones y el control, seguridad y aplicación de las leyes de transito, para los conductores.

Que se aplique la Ley sin excesiva drasticidad y sin total benevolencia, de parte de los agentes del tránsito motorizado, para bien de todos y que los jueces, por Dios, no sean ni verdugos ni alcahuetes de los infractores y que termine la corrupción para evitar la sanción pertinente.

Que la Dirección de Transito y la aplicación de las leyes pertinentes en esta ciudad, sea un ejemplo para toda la República.

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Alguien se ha llevado nuestro queso

Una excelente noticia porque la verdad es que la manera en que los habitantes del Ecuador y del mundo estábamos produciendo el queso era extralimitada, por decir lo menos.

Estábamos acostumbrados a producir el queso para alimentar a unos pocos, pero explotando y utilizando el talento y la mano de obra de muchos. Llegábamos a acuerdos a puerta cerrada sobre los procedimientos a seguir y sobre las ganancias que recibiríamos. Nos funcionó por mucho tiempo pensar que la ley del más fuerte y el más talentoso nos había otorgado esos privilegios y con ese consuelo relegábamos a muchos de usar también sus talentos, prepararse y tener la oportunidad de soñar.

Hace poco un amigo me decía que un político muy fuerte y conocido de la vieja guardia debe liderar nuestro país y yo le respondí que esa manera de hacer las cosas ya quedó atrás. Los ciudadanos de hoy (en Ecuador y el mundo) ya saben que pueden opinar y que su opinión sí importa. Saben que pueden exigir transparencia y que los acuerdos a puerta cerrada son “inmorales”. Ya se han dado cuenta que una rosca de amigos se encarga de los contratos en el gobierno de las ciudades, de las provincias, del país y del mundo y que eso tiene que acabar.

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