27 julio, 2024

Cuando la política manda sobre la razón

“Córdoba (Argentina).- Una persona murió y al menos otras 130 sufrieron heridas durante los saqueos y los disturbios que se producen desde la tarde del martes en la ciudad argentina de Córdoba, en medio de una huelga policial que dejó sin seguridad la región, informaron hoy fuentes médicas.”

Un criterio prevalente es que cuando se supo que la policía de la localidad se auto acuarteló ese martes 3 de diciembre, en reclamo de mejoras salariales, dejando a la segunda ciudad más importante del país con más de 1,3 millones de habitantes en una situación de desprotección; ya se había planificado la siembra de grupos disturbadores afines al Gobierno Central.

Bandas de personas aprovecharon el hecho para saquear primero algunos supermercados y ya entrada la noche todo tipo de comercios e incluso viviendas. En la zona de Hipólito Irigoyen los condueños bajaron, colocaron recolectores de basura y se presentaron armados evitando que los vandálicos hagan de las suyas.

Dicha condición se dio en muchos barrios cordobeses, donde los vecinos se organizaron para repeler los robos, pillajes y los tan comunes secuestros y violaciones; viviéndose muchas escenas de pánico.

Habitantes de Córdoba denunciaron a través de las redes sociales que en la noche se escucharon disparos en las calles y hubo enfrentamientos entre algunos efectivos de seguridad y el grupo de elite de la policía que no se había adherido a la protesta y las bandas de delincuentes que ingresaban a robar comercios.

Incluso, Un depósito de Cáritas, en el que se guardaba alimentos para unas 900 personas de exiguos recursos, fue vaciado.

El gobernador de Córdoba, peronista disidente, Juan Manuel de la Sota, que triunfó ampliamente sobre la banda de “Cristina & Amigos”, regresó en las primeras horas del miércoles a su Provincia de un viaje al exterior, solicitando inmediatamente ayuda “urgente” al gobierno nacional, que no envió fuerzas de seguridad para frenar los desmanes; seguramente pensando que lo perjudicaban a él Gobor.

Se utilizó al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para afirmar en la mañana que “la situación es netamente salarial y compete de forma exclusiva a la provincia de Córdoba”. Aseguró además, falsamente, que no se había recibido “ningún llamado” del Gobernador de Córdoba.

¿Dónde estaba Cristina de Kirchner, quién habla de todo sin saber nada? Mandó al cuestionado Capitanich a enfrentar un problema nacional grave tan sólo anticipando: que se abrirá “un canal de comunicación” con la nueva ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, que asumirá formalmente esta tarde, para “monitorear la situación en Córdoba y establecer mecanismos de cooperación”.

El miércoles, con alumnos en clases, bancos inicialmente laborando, y ocupaciones arrancando se incrementó el saqueo, en especial de electrodomésticos.

La crisis de inseguridad llevó al gobierno provincial a suspender las clases y declarar un asueto administrativo, al tiempo que no circuló el transporte público y cerraron los comercios, entre ellos farmacias, y bancos que no habían sido saqueados aún. Las gasolineras y los bancos decidieron no atender al público.

Capitanich ¡Excelso bacán de mucho odio y pocas neuronas!, no midió las consecuencias de obligar a ceder a una provincia de la importancia de Córdoba.

Hoy la mayor parte de la Policía, ya sea que trabajen con la oposición o con los camaradas del régimen han presentado reclamos salariales que los lleve a su capacidad adquisitiva anterior.

¿Vendrán más huelgas y saqueos? ¿Con quienes van a resguardar el orden nacional? ¿Cubanos tal vez?, porque los venezolanos están justamente resentidos.

A los agricultores los han arruinado y exprimido; las industrias las han vendido a sus vecinos; la que fue una fantástica red de trenes y proveedores de energía, están mutiladas por falta de inversión y mantenimiento.

La conocida canción “No llores por mí Argentina”, hoy es más legítima que nunca: Llora Argentina porque fuiste engañada y pusiste en el poder a elementos descalificados que te han saqueado.

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Se le congeló la sonrisa

En la noche del miércoles 30 de septiembre, el ciudadano presidente interrumpió, una vez más, los programas regulares de las estaciones de radio y televisión para en cadena nacional –pasadas las 11 de la noche- lamentar el fallecimiento del shuar profesor Bosco Bisuma acaecido durante las protestas en contra del gobierno nacional.

A diferencia de todas sus intervenciones, realizadas desde el inicio de su mandato, el economista no se mostró agresivo, prepotente, insultador, todo lo contrario, se presentó conciliador y unificador de la familia ecuatoriana. Se dirigió a los indígenas de la Conaie aproximadamente en estos términos: “Compañeros, los espero en Carondelet con los brazos abiertos para dialogar, no se dejen manejar por los violentos” (quién habla de violentos), contrariamente a lo expresado en días anteriores en que los denostó a diestra y siniestra y hasta expresó que “primero se iría a su casa antes de conversar con ellos”. Aparentemente dolido dijo, en tono melodramático, que lamentaba el óbito del profesor, del “amigo y compañero”; a actuaciones como esas, la sabiduría popular las conoce como “lágrimas de cocodrilo”.

1 comentario

  1. TAN GRAVES SON LAS MUERTES CAUSADAS POR «ACCIÓN» COMO POR «OMISIÓN» QUE LÁSTIMA QUE NO TENGAMOS UN VIDELA U OTRO DICTADOR PARA PODER ECHARLE LA CULPA.
    Y LAS MADRE DE LOS NUEVOS MUERTOS ¿TAMBIÉN SE VESTIRÁN DE BLANCO?

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