8 diciembre, 2024

Curas, Policías, Políticos, Médicos, Chamanes, Militares…

La educación o quizás debemos decir con más exactitud el adoctrinamiento, en su más amplio espectro, es fundamental para los comunistas.

Los dictadores, autócratas, lores feudales, comunistas, miran la instrucción como un “amaestrar”. Un proceso largo cuyo método fundamental es destruir la base moral y reemplazarla por insensatas pero convenientes nociones personalistas.

Como salvaguardia contra cualquier influencia “subversiva” el dogma se pone bajo el triple control de los comisarios del pueblo, un comité de Padre de familia y un Consejo de Instrucciones Públicas, compuesto de delegados electos a dedo.

El proceso se orienta más hacia la presunción de a herejía como realidad y el auto esclavismo. Sobre tales bases se proyecta cuidadosamente el programa para cumplir sus objetivos de borrar la humanización y el discurrimiento.

Preguntémonos: ¿Somos seres eficientes? ¿Tenemos la capacidad de poder reducir nuestros esfuerzos para alcanzar un objetivo?

Es lógico que el ser humano tenga la capacidad intelectual, creativa y tecnológica para adquirir un objetivo e incluso, si puede, aumentar los frutos de su trabajo.

Ésta capacidad alimenta el progreso que nos sacó de las épocas cavernícolas, ubicándonos hoy en un plano poderoso y productivo, con mejores resultados tanto en calidad como en cantidad en relación con los otros seres de la naturaleza. Sólo a mentecatos se le ocurriría negarlo.

El lector puede responder por sí mismo lo que el comunismo o el autócrata niega.

Somos racionales puesto que podemos distinguir entre lo que nos conviene y no. Y hemos tenido la libertad de actuar según ello. El comunismo niega tal libertad y aún el concepto mismo de racionalidad humana.

Un comunismo que fomenta el odio a los sentimientos religiosos y que ha perseguido, torturado y aniquilado cualquier expresión religiosa con un odio infernal.

Un comunismo que asesina no sólo a los “impuros” ideológicos, esto es, aquellos que se sospecha no ser suficientemente radicales en la doctrina, incluso que agrede directamente a los ancianos y enfermos.

Un imperio que hace de la mentira un instrumento de control y de terror, un artilugio favorito para controlar a los pueblos libres que jamás y en ningún país han terminado tolerando la doctrina espantosa.

A través del hambre ha quebrantado resistencias y compran voluntades tan venidas a menos que agradecen las migajas.

Un comportamiento dirigido a esclavizar al pueblo impidiéndole expresarse libremente -so pena de destierro, cárcel o destrucción de sus seres queridos– sino incluso de pensar con libertad a través de sus campañas de “re-educación” en la ideología, haciendo de mentiras, falacias y sofismas una nueva forma de pensar y de vivir.

Detesta al mundo civilizado que cultiva la reflexión, la ciencia, la filosofía, la tecnología y la religión.

Se deleita en lo que otros quienes tuvieron la triste experiencia de sobrevivir o visitar las cárceles abiertas llamadas irónicamente “repúblicas democráticas y populares”.

Fomentadores de la muerte cruenta en el mundo libre a través del terrorismo para implantar por el terror lo que de buena gana no quieren las naciones.

Ellos no dudan en fomentar las drogas como medio de corromper a los pueblos, al fin es más fácil embaucarlos con mentiras y esclavizarlos posteriormente.

Fracasan y al caer éste andamiaje no queda sino su versión mafiosa o separatista.

Hay que prohibir la libertad de prensa y expresión para poder financiar e infiltrar los medios de entretenimiento y emponzoñar a sus víctimas a través de cincelar una peculiaridad favorable a sus perversiones tiránicas.

Finalmente, niega la libertad, la dignidad, la familia, la moral, la harmonía social, la propiedad y la libre iniciativa.
Si todavía no te ha llegado… Pon tus barbas a remojar.

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Dolorosamente resulta comprobar el inmoral y enfermizo concepto que ciertos personas tienen sobre el irrespeto de un derecho tan sagrado como es la vida. Y digo dolorosamente, por cuanto estos conceptos se definen supra aberrantes al momento de intercalárseles y/o anteponérseles palabras a dichos criterios, como por ejemplo, “dignidad”, “moral”, “derechos de decisión en sus cuerpos”, etcétera.

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1 comentario

  1. DIOS nos guarde del sueno de los ALFARO VIVE CARAJO! Gracias a DIOS los ecuatorianos tenemos espiritu libre y tenemos un limite con quien nos trata de maniatar y los GUAYAQUILENOS dudo que bajo ninguna circunstancia plegue ESA CHIFADURA!

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