1 mayo, 2024

La historia del Ecuador (aC. y dC.)

“El Propagandista”, órgano oficial del Centro Radical “Vargas Torres”,
publicó en su Nº 15 del 25 de junio de 1908 una biografía de Eloy Alfaro.
En la publicación señala que Alfaro en 1883, proclamado Jefe Supremo
por Manabí y Esmeraldas fue “Confirmado por la Convención el ascenso a
General de la República”. El historiador Jorge Salvador Lara, en su Historia
del Ecuador, señala “La Asamblea Constituyente reunida entonces le
reconoce grado y sueldo de general”. Eloy Alfaro consta en el Escalafón de
los Señores Generales, Jefes y Oficiales del Ministerio de Guerra y Marina,
estableciéndose su antigüedad, el 2 de febrero de 1883.

En el libro “Vida de Alfaro” del historiador cubano Emeterio Santovenia,
publicado en la Habana en 1942, señala “Nicaragua reconoce por sí y por
otros pueblos los merecimientos de Alfaro: su Asamblea Nacional Legislativa,
reunida el 12 de enero de 1895, le confiere el grado de general de división de
la República”.

El Acta de pronunciamiento de 5 de junio de 1895, dice “En Guayaquil,
congregado el pueblo en Comicio Público, resuelve: Nombrar Jefe Supremo
de la República y General en Jefe del Ejército al benemérito General don Eloy
Alfaro”. El Consejo de Ministros había sido encargado del Poder Ejecutivo
por el propio Alfaro en su calidad de Jefe Supremo de la República y General
en Jefe del Ejército, para ponerse al frente de las tropas para, según el
decreto de encargo “Dar cumplimiento al mandato popular que me impone la
obligación de someter a los enemigos de la libertad y de la honra nacional…”

Dicho Consejo, decretó el ascenso del grado de General de Brigada a General
de División a Eloy Alfaro, “Dado en Guayaquil, á 20 de Agosto de 1895”.

A partir de 5 de junio y luego de su llegada a Guayaquil, el 18 de junio
de 1895, Alfaro recibe las adhesiones de todos los rincones del país; en
las “Actas de pronunciamiento” lo reconocen como Jefe Supremo de la
República y se refieren como el ínclito, benemérito, abnegado patriota,
excelentísimo, denodado manabita, General Eloy Alfaro.

Ahora, en los tiempos de la llamada revolución ciudadana, el presidente

Correa, por Decreto del 5 de junio de 2012, resolvió. “Por haber cumplido
con los requisitos determinados en la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas
(sic) y por su excepcional servicio a la Patria, promuévase a General de
Ejército, al Sr. General Don José Eloy Alfaro Delgado”.

Correa ha manifestado que el Ecuador estaba en “deuda indigna” con Alfaro y
que “…en nombre de los 14 millones de ecuatorianos y ecuatorianas tengo el
privilegio de otorgarle el grado de General de la Republica del Ecuador”.

La historia del Ecuador tendrá que escribirse, señalando aC. y dC. (antes de
Correa y después de Correa).

Yo creo que también estamos en deuda indigna con los Generales Quisquis,
Calicuchima y Rumiñahui (¿Cuándo y quién les otorgó el grado de generales?
El Presidente Correa debe decretar sus ascensos).

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No hay comentarios

  1. Jajajajaja!!! Esto debe ser lo mas chistoso que he leído en muchos meses. ¡¡Gracias!! Me estoy atorando de la risa. Gracias por poner en relieve las estupideces de los dirigentes mamarrachos del paisito. ¡Jajajaja!!!
    Lo peor es que hay idiotas que aplauden como focas de circo, las payasadas del tirano que muy pronto no tendrá quien le escriba . ¡Jajaja!

  2. ya lo he dicho e,Ecuador se tendra que escribir L AHISTORIA DESPUES DE CORREA, SIN CHISTE, REALMENTE EL HOMBRE HA REVOLUCIONADO Y SI, HA HECHO ALGUNAS OBRAS IMPORTANTES Y ESTA SENTANDO MUCHAS BASES QUE NO TENIA PATAS, CREO QUE DESDE ALLA ALFARATAMBIEN DEBE ESTAR PENSANDO EN DARLE UN NOMBRAMIENTO IMPORTANTE Q SU PARIENTE, CUAL SERIA? LO IMPORTANTE PARA MI ES PREOCUPANTE PORQUE, YO QUISIERA SABER QUIEN VA A RECIBIR LO CORRESPONDIENTE AL ALZA DEL SUELDO DEL COMO 4 VECES NOMBRADO GENERAL?

  3. Con seguridad Doña Norma Echeverria. Se reescribirá la historia después de Rafael Correa. Eso es seguro.

    Se dirá que durante su mal gobierno, hubo un descalabro de nuestras instituciones democráticas, que dio un golpe de Estado constitucional eliminando a balazos, palazos, y piedrazos a nuestros legisladores legalmente elegidos. Se dirá que metió las manos en la justicia, que especuló -patívideos- con la deuda externa y se enriqueció junto a sus compinches. Que sus amigos se tragaban los cheques y él aplaudía.
    Dirán que contrajo una deuda extravagante con los usureros chinos; que nos vendió a esa dictadura cruel con las manos y los pies amarrados. Que envío narcóticos en la valija diplomática a Europa, que abrió las fronteras a los terroristas de todo pelo, que dejó que nos llenáramos de mafias mejicanas, colombianas, africanas, pakistaníes, irania, cubana, venezolana. Que nos expuso a la delincuencia nacional y extranjera por pura desidia, incapacidad y estupidez congénita. Dirán que las avionetas cargadas de dólares manchados de sangre y llenos de drogas se paseaban por nuestros cielos como Pedro en su casa, se dirá que los helicópteros caros y de mala calidad indios, se caían y se reventaban como sandias lanzadas desde un tercer piso. Se dirá que hizo todo tipo de dolos y negociados para enriquecerse y contentar a sus aduladores. Que fue quien destruyó nuestra economía, creando inflación y precios altos de 1er Mundo en una economía moribunda digna del 3er. Mundo.

    Que nos relegó de la modernidad y de la tecnología, prohibiendo las importaciones de punta.
    La historia dirá también que se comportó como un patanzuelo con las mujeres, incluidas las de su propia familia. Que nos dividió entre ecuatorianos, algo imperdonable.
    Se dirá que fue el peor tirano que se ensañó con la prensa libre para que no publicaran sus trastadas? la lista es enorme.

    Lo que sí sé que nunca haré, será regocijarme porque ha puesto millares de sacos de cemento en carreteras que llevan a ninguna parte, junto con sus afiches mostrándonos su sonrisita sarcástica y lambiscona, a cambio de todas nuestras libertades.

    Y ojala se encuentre en una cárcel cuando se escriba su historia, y no en un santuario.

    He escrito en la tercera persona del singular, porque él, Rafael Correa Delgado es el único responsable de todos esos descalabros, y nadie más, puesto que es él mismo quien nombra a sus vasallos.

    Eloy Alfaro Delgado debe estar retorciéndose en su tumba, al ver ?si acaso los muertos ven – al dizque pariente arrimado que mancilla su nombre.

    P.S. Sra. Echeverría, tenga la bondad de escribir con minúscula, porque parece que estuviera pregonando. Gracias.

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