27 julio, 2024

Arriba corazón

Don Gregorio Marañón y Posadillo nació en Madrid en 1887, extraordinario Médico endocrinólogo, científico, humanista, historiador, escritor y pensador español, cuyas obras en los ámbitos científico, médico, histórico y literario tuvieron gran relevancia internacional. Profesor de Endocrinología, Académico de número de la Real Academia de la lengua, de la Historia, de las Bellas artes, de ciencias físicas y de ciencias naturales. Liberal, intervino en política. Su obra médica “Manual de diagnóstico etiológico” fue una guía indispensable hasta muchos años después de su muerte y aún hoy sigue siendo una fuente importante de consulta. El mayor Hospital de Madrid, con razón, lleva su nombre.

Analizó las grandes pasiones humanas con estudios psíquicos y fisiopatológicas, a través de personajes históricos en obras como Amiel, Tiberio, el Conde Duque de Olivares, Don Juan, etc.

Al hablar de su poesía, quiero destacar dos joyas: su breve descripción de lo que es vivir y “Arriba corazón” poema de gran fuerza motivacional.

Disfrutemos estos dos bellos poemas:

VIVIR …..
Gregorio Marañón

Vivir, no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
Y no dormir sin soñar.

Descansar …….
es empezar a morir.

ARRIBA CORAZÓN
Gregorio Marañón

Arriba corazón. La vida es corta
y hay que aprender a erguirse ante el destino;
sólo avanzar importa
arrojando el dolor por el camino.

Otras horas felices
matarán estas horas doloridas;
las que hoy son heridas,
se tornarán mañana cicatrices.

Espera siempre corazón, espera,
que ninguna inquietud es infinita
y hay una misteriosa primavera
donde el dolor humano se marchita.

Con tu espuela de plata,
no des paz al corcel de la ilusión;
si la pena no muere, se la mata
¡ARRIBA CORAZÓN!

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Poesía de la estación del Tren

Puede ser poema, porque es un escrito determinado y en verso, pero a la vez es poesía, ya que abarca lo que para mi concepto es la belleza de la experiencia que se vive en la estación de tren de Varanasi, India. Por eso titulé a este escrito “Poesía de la estación del tren”.

Como prefieran los lectores.

Para mí, he aquí la poesía (y poema):

Humberto Fierro

El cuarto poeta ecuatoriano de la generación decapitada, fue Humberto Fierro. Nació en Quito, en 1887. Adquirió esmerada educación y en las propiedades de sus padres, en Quito y en Miraflores en Cayambe, dedicó mucho tiempo a la lectura de sus autores y poetas favoritos. Gustaba de lecturas filosóficas y científicas y sobre todo de los poetas franceses simbolistas y parnasianos.

Introvertido, modesto y sencillo, de una sensibilidad extrema, se desempeñó toda su vida como amanuense en una Oficina del Ministerio público. Arturo Borja lo instó a publicar sus poemas. Sus principales obras están resumidas en dos poemarios: El Laúd del valle, publicado en 1919, y La Velada palatina, editada después de su muerte, en 1949.

A partir de 1920 llevó una vida bohemia, pero sin excesos. En las noches se reunía con amigos y poetas en diferentes bares de Quito, hasta que la muerte lo sorprendió el 23 de agosto de 1929, a los 43 años de edad.

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