10 octubre, 2024

El Norte de África sigue ardiendo

Igual que en los pozos petroleros, una vez que se ha producido un incendio, difícilmente se lo puede controlar; la febril decisión, especialmente de la juventud, armada solamente de las redes sociales, ha logrado tumbar a las tiranías casi perpetuas de Túnez y de Egipto; ahora ese mismo fervor ha contagiado al pueblo Libio y el ímpetu libertario sigue amenazando a otras satrapías vecinas y del Medio Oriente, que creen que están poniéndose a salvo, haciendo ciertas concesiones a sus pueblos y algunos cambios cosméticos en sus conductas.

Los sátrapas que están cayendo y los otros que han puesto las barbas en remojo, en su momento se hicieron del poder, en su mayoría, sustituyendo a monarquías corruptas; lograron seducir a sus pueblos y los convencieron que eran sus salvadores y que estaban para redimirlos, de esa forma se perpetuaron en el poder.

Con especial audacia fueron copando todos los poderes, anulando a la oposición política, amordazando a la prensa, creando organizaciones paramilitares paralelas a las FF.AA. a su personal servicio o manipulando a los mandos militares y haciéndolos sus cómplices; igualmente la represión era brutal. Su figura paternalista le creaba la aureola de redentor imprescindible; sus parientes cercanos y su círculo íntimo amasaban gigantescas fortunas para el dispendio, mientras su pueblo se ahogaba en la miseria.

Estos tiranuelos no estaban solos en sus desafueros, contaban con cómplices, unos países que hacían pingües negocios petroleros o de armas; otros, como EE.UU. que buscaban aliados para mantener su hegemonía geopolítica, especialmente en una zona tan conflictiva y explosiva como Medio Oriente; en fin, los tiranos y sus familias se adueñaban del país y se sentían que estaban a salvo, vacunándose de total impunidad.

Uno de estos sátrapas es el coronel Muamar Gadafi, 41 años en el poder, ha gobernado con total impunidad junto a sus hijos, se conoce que ha acumulado más de 30 mil millones de dólares para su usufructo; hoy se encuentra acorralado por su pueblo y por sus antiguos aliados que le han dado las espaldas, pese a la brutal represión sus horas están contadas.

En Latinoamérica, Gadafi tiene sus amigos; Chávez, cínicamente ha manifestado que “no le consta que Gadafi ordenó masacrar a libios”. En sus estertores, el tirano Libio ha dicho, con absoluto descaro, “Todo mi pueblo me ama”.

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  1. A la hora que le escribo, los jóvenes libios que creyeron podrían avanzar hacia la capital, Trípoli, con las manos peladas o defendiéndose, con algunas armas obsoletas entregadas por los militares que iban desertando, están siendo masacrados y sus sobrevivientes replegados hacia el núcleo de la rebelión, la segunda ciudad en importancia Benghazi. Escapando de la fuerza bruta e indiscriminada del coronel cocainómano; no es desinformación ni odio gratuito. Ese dato ha sido publicado en revistas y periódicos serios europeos.

    Individuo brutal y borracho de Poder, quien junto a sus siete hijos se ha adueñado de ese país, pero no así del corazón ni de las ansias de Libertad y democracia de su gente.

    Desgraciadamente los enanos políticos europeos no han podido hacer nada para frenar la avanzada inexorable del coronel estrambótico y demoniaco.

    El inútil de Obama brilla por su ausencia, porque es timorato, inexperto y un verdadero mamarracho; y además, porque desde un comienzo ha apostado por el maldito régimen dictatorial del libio y de todos los otros autócratas petroleros, con tal de no perder una fuente de aprovisionamiento para que sus ciudadanos tengan gasolina y derivados baratos.

    Esa luz verde del espantapájaros americano, y los aletazos de los miedosos europeos, con la excepción del mandatario francés que se lanzó al agua; han preferido darle alas al coronel estrafalario, con tal de no disgustar a los dictadores rusos y chinos, de los cuales obtienen su pitanza, para que sus países seniles y decadentes sigan respirando.

    Las protestas en Medio Oriente seguirán siendo aplastadas por la fuerza bruta, porque sus déspotas locales ya tienen el asentimiento de la presidencia más ineficiente que haya podido existir en los Estados Unidos.

    En este instante preciso, los manifestantes en Bahrein están siendo masacrados, con la ayuda del régimen más represivo del planeta, la familia Saud de Arabia Saudita, que cuentan con la venia americana. En Yemen el dictador, en puesto desde hace 23 años, también está asesinando a los que han osado reclamarle que se vaya. Así va el mundo.

    Todos los caudillos, déspotas, dictadores, opresores, absolutistas, totalitarios o como queramos llamarlos, deben tener presente que jamás de los jamases podrán contra una marea humana que pide Justicia, Libertad y Democracia.

    Que el grotesco Chávez y sus caricaturescos cónsules en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Argentina etc. vayan tomando nota.

    La rebelión está en marcha.

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