24 abril, 2024

Raspando la Olla

En nuestro país, la frase “raspar la olla” se suele utilizar cuando una persona se encuentra en estado de desesperación por falta de sustento y, por lo tanto, se ve obligada a hurgar el fondo de una olla para obtener hasta la última cucharada de alimento posible para saciar su apetito. Una graciosa analogía de la idea de utilizar hasta el más escondido de los recursos disponibles.

Y aunque no me cause gracia en lo absoluto, no encuentro otra frase que calce mejor a lo que está haciendo el presidente de la República en estos momentos. Con 191.227 millones de dólares ingresados desde 2006 hasta el 2013, este año, tenemos un presupuesto de 34,300.64 millones de dólares, de los cuales tenemos aproximadamente una brecha de financiamiento de un poco más de 6,000 millones; por la cual nos hemos endeudado con China, Fondo Monetario Internacional, banco mundial y empeñado nuestras reservas de oro con Goldman Sachs.

Caída o resbalón

Los resultados de las últimas elecciones seccionales pueden tener muchas lecturas, desde un desgaste natural de la relación entre el gobierno revolucionario y el pueblo ecuatoriano hasta un resurgimiento de la derecha como tendencia política. Para mí, el gran culpable del papelón de Alianza País es el enorme ego de Rafael Correa y el irrespeto que nos demostró al designar candidatos tan pobres, pensando que todos descansarían en su infinita (¿?) popularidad.

Lo de Guayaquil era totalmente previsible, casi veinte años de transformación y de progreso tiene sus frutos asegurados, pese a lo mucho que todavía le falta a la ciudad, es indudable que La Perla del Pacífico volvió a merecerse tal apelativo; es una ciudad hermosa, con sectores más presentables que otros, pero en general es una ciudad que camina hacia un rumbo definido, donde no se improvisa y se trabaja diariamente. Era imposible que una candidata como Viviana, pese al descomunal apoyo del presidente, pueda revertir la convicción del guayaquileño de encontrarse en buenas manos.

La Revolución de la mentira

A propósito de la celebración del séptimo aniversario del gobierno de la Revolución Ciudadana, creo necesario que cada uno de nosotros hagamos un balance de la gestión política, institucional, económica y social de los últimos siete años, su importancia, magnitud y significado en el desarrollo del Ecuador.

Para hacer este balance, creo que debemos ir por partes, debemos recordar que el término revolución implica el cambio inmediato o transformación radical y profunda respecto al pasado, en términos coloquiales es un giro de 180 grados, un golpe de timón, un verdadero cambio de rumbo de una realidad determinada.

Desalojo en Monte Sinaí o la incoherencia de un gobierno revolucionario

Señor Presidente:

Deseo referirme al desalojo de los asentamientos en la zona de Monte Sinaí como la mayor incoherencia de su gobierno “revolucionario”. Confieso que me encontraba escribiendo sobre la aprobación de la Ley Orgánica de Comunicación; sin embargo, luego de enterarme del desalojo a los pobladores del Monte Sinaí, ordenado por la gobernadora del Guayas, pensé que era necesario, por la urgencia, escribirle sobre este tema que, en un aspecto particular, revela la verdadera intención de la LOC.

Leo en El Comercio, El Universo y en Internet una noticia que, como es de esperarse, no aparece en medios oficiales como El Telégrafo por ejemplo. Lamento que un gobierno que se califica como progresista deje en la intemperie a mujeres, niños y hombres por el simple hecho de ser pobres e intentar, en su pobreza, tener una vivienda que su Gobierno, ese del Buen Vivir no puede proveerles. Lamento que la “maravilla” de Constitución fabricada en Montecristi se evidencie tan fríamente como lo que realmente es, un libro grande e inservible, escrito con una cursilería tal que sus enunciados quedan solo como una manifestación clara del absurdo populista.

Pegaso y las Quimeras

Pegaso, en la mitología griega, es el caballo del Zeus, nacido de la sangre que brotó del cuello
de Medusa cuando Perseo terminó con su vida, animal noble y elegante, portador del rayo y
el trueno del dios de dioses. En la mitología ecuatoriana, en cambio, Pegaso es un satélite,
símbolo del inicio de la carrera espacial de nuestro país y portador del ego hipertrofiado del
dios de dioses ecuatoriano.

En realidad, Pegaso es un pequeño satélite, un cubito de 10×10 centímetros, con paneles
solares desplegados en forma de alas de 75 centímetros, lleva adentro una cámara para
transmitir desde el espacio video en tiempo real.

Según información recogida en diferentes medios de comunicación, este nano satélite ha
sido construido gracias al aporte de recursos humanos y materiales de la Agencia Espacial
Ecuatoriana (EXA, por sus siglas en… No sé qué idioma), la empresa privada y el Estado
Ecuatoriano, es decir, todos las personas, naturales y jurídicas, que pagamos impuestos.

Inmunidad, impunidad o inmundicia.

Tres palabras distintas, obviamente tres conceptos diversos.
Sin
embargo, desde mi punto de vista, el reflejo claro de una sola realidad:
Revolución Ciudadana.

La INMUNIDAD es un privilegio constitucional que tienen los
parlamentarios, congresistas, diputados o asambleístas, como se los
quiera llamar, conocido en Inglaterra con el nombre de FREEDOM
FROM ARREST y en Francia como INVIOLABILITÉ, en virtud del cual no
podrían ser detenidos (salvo el caso de flagrancia), ni PROCESADOS sin
autorización del Parlamento, congreso, cámara, Asamblea o cualquiera
que sea el nombre, a fin de evitar de que se los persiga y se les impida
el ejercicio de sus funciones por motivos políticos.

Del Homenaje a la Deshonra

El señor economista Pedro Delgado Campaña, hace pocos días renunció a su cargo como Presidente del Directorio del Banco Central del Ecuador, al ser descubierto en una grave mentira iniciada y sostenida hacer más de 20 años y que le permitiera, además de alcanzar un objetivo académico como tan cándidamente sostuvo en su renuncia, ostentar el cargo del cual renunciaba, más que por hombría de bien, por falta de alguna otra alternativa.

Y ¿cuál fue esta terrible mentira? Pues, dicho de su propia boca, Delgado falsificó un título de tercer nivel que lo acreditaba como economista, gracias a este título (digamos que no a ser primo del presidente) pudo escalar las más altas posiciones del Gobierno Nacional, no lejos de episodios polémicos, hasta llegar a ser lo que hace pocos días fue.

El Aborto o la vida

Despenalización y legalización Ya!

Vuelvo a tocar este tema porque nuevamente tiene vigencia con el desarrollo del proyecto de
Código Orgánico Integral Penal en la Asamblea Nacional. Más allá de la discusión propia de los
asambleístas, quiero referirme a la discusión en las redes sociales que se ha centrado, habiendo
más importantes, en el aborto y ha divido a los internautas en dos grupos: Los “pro vida” y los “pro
aborto”.

En este punto, creo que cabe señalar que los argumentos de los grupos pro vida no han sufrido
cambios, defienden la vida desde la concepción y sin excepción alguna; mientras que los
pro aborto han cambiado su discurso y sus fundamentos en varias ocasiones de acuerdo a
circunstancias específicas; partiendo desde la soberanía del cuerpo y los derechos sexuales de la
mujer, pasando por el grave problema de salud pública y causa de mortalidad femenina, que su
penalización no sirve para controlar o disminuir el índice de abortos, la imposibilidad de que el
Estado obligue a una mujer a seguir con su embarazo, hasta llegar, finalmente, a la justificación
del aborto producto de violación sin excepción alguna.

Veto al Código de la Democracia

En nuestro país, para quienes escribimos o, mejor dicho, para quienes todavía tenemos el privilegio de expresarnos libremente, no hacerlo sobre temas de coyuntura se convierte en una empresa imposible.

Hago esta pequeña reflexión porque tenía la positiva intención de redactar una nota fresca, alejada de la tediosa realidad que nos oprime pero, al enterarme sobre la entrada en vigencia del veto presidencial al mal llamado Código de la Democracia, no puedo hacer otra cosa que tratar de explicar esta descarada, insolente y grosera agresión a derechos fundamentales como el de información y expresión, directamente relacionados a nuestro derecho de elegir en un ambiente democrático.

Parece una tomadura de pelo a todo el país, hecha con el descaro propio del que se siente intocable por el inmenso poder que ostenta, aquel que ha renunciado, ensimismado en su ego, a la obligación de responder no solo a sus mandantes, sino además a la historia.

Hace mucho tiempo que no escribo…

No porque no haya querido, sino simplemente porque me parecía que era lo correcto; había decidido aceptar un compromiso y me fui a trabajar con un buen amigo, de esos hermanos que uno adopta en el transcurso de la vida, el cual tuvo un cargo temporal durante este régimen.

Mientras escribo advierto que ni siquiera le he puesto título a este escrito, que tampoco sé si pueda llamarlo artículo y del cual no decido aún si, una vez concluido, lo enviaré o no a que lo publiquen en el medio donde usualmente escribía.

Tengo varias razones para este sinsentido, me impulsa a escribir la indignación de contemplar como en este país se van desapareciendo las libertades individuales, progresiva y paulatinamente, sin que la gente tome real conciencia de este hecho y no reclame, ni luche por sus derechos. Me detiene el miedo, sí el miedo, a las reacciones de un gobierno intolerante y vengativo ante aquellos que se atreven a opinar en contra de sus excesos, abusos y agresiones constantes.

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