La Talidomidia

Provocó miles de nacimientos de bebés afectados por una anomalía congénita caracterizada por la carencia o excesiva cortedad de las extremidades.

Todo era bello en la esperada acción del lenitivo: Eliminaba los achaques iniciales del embarazo y era ideal como calmante, ya que se suponía que no tenía efectos secundarios; asimismo, en caso de sobre ingestión no era letal.

Sea que la madre tomara el preparado o el padre, la Talidomida afectaba al esperma, transmitía los efectos nocivos en el momento de la concepción; la Talidomida dañaba los fetos.

Muchas leyes y normas de este gobierno son como la Talidomida. Infame droga “milagrosa” muy usada entre los años 1958 y 1963 durante el embarazo.

En realidad, no se hubiera culpado a este producto si la malformación que hubiese provocado hubiese sido más común, como por ejemplo problemas cardíacos o renales; pero, las afecciones que provocaba eran muy raras. Esa fue la: “devastación de la Talidomida”.

Listemos de manera casual algunas “Talidomida” del actual Gobierno.

Decenas de grageas se dispensaron con la vigencia (octubre del 2008) de la nueva, incoherente en mucho, Constitución.

Abrió las fronteras al no requerir de visa para ingresar en nuestro territorio. Facilidad y disculpa para ingresar cientos o miles de descalificados por su pasado o propósito.

Aunque el Código Penal ecuatoriano tipifica el terrorismo, dicha Constitución no contempla la condena de este delito.

Recuerde que la discusión sobre la inclusión o no de la condena al terrorismo en la Constitución estuvo marcada por el ataque militar colombiano en Angostura, el 1 de marzo del 2008, de donde salieron supuestas evidencias de vinculación de la asambleísta María Augusta Calle y varios otros funcionarios afines al gobierno de Rafael Correa con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Más pastillitas: Se han prometido grandes proyectos ligados a la generación eléctrica y petrolera. Si esos contratos se firman con los “nuevos países amigos”, con condiciones análogas al “préstamo” petrolero, entonces la lección no fue aprendida ni se ha asimilado del que en 2009 se contrajo; crédito oneroso, con China con un interés del 7.25% respaldado y pagado con petróleo.

La captación (¿incautación?) de dineros de los afiliados y jubilados del Seguro Social, para cubrir huecos fiscales, no es la mejor fórmula a repetir para el IESS.

Otra dosis: La creación de un odio entre clases y grupos, hasta ahora inexistente o muy leve en Ecuador.

Maldicen al pudiente, y el más grande monopolista ¡gran acaparador de fortunas! es el Gobierno centralista, autocrático y concentrador actual.

Los recursos obtenidos, que en sano juicio deben emplearse en inversión a modo del único camino para reactivar la economía con una base sólida, es utilizado para gasto corriente madre santa ¡cuántos nuevos cargos! y dádivas politiqueras. Disolviendo esos recursos sin generar empleo ni crecimiento, es decir, sin beneficio.

Han habido demasiado píldoras: No a la Base de Avanzada de los Norteamericanos ¡para preservar nuestra dignidad territorial! Sí a cubanos y venezolanos con misiones inciertas.

No al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y negativo con la Unión Europea. Sí a los que con precios exagerados nos venden triple y más veces en relación con los que nos compran.

Se desea negar el derecho al libre pensamiento y expresión, salvo para los de la argolla publicitaria estatal.

Dale y dale Talidomida, al promover un ambiente propicio para la delincuencia. Grosera intromisión en los demás poderes de balance que conforman el Estado.

Contratos a dedo, bajo la modalidad de “emergencia” o “contratación con ‘empresas del Estado’” que imponen valores de asaltantes.

Los escuincles están condenados a padecer el mal generado por su progenitor: El Estado y sus borreguitos. Y sus deformes resultados van naciendo para actual y futuro pesar de nuestro país.

En algunas partes se usa hoy la Talidomida en personas no gestantes como medicamento contra la Lepra. ¿Será que nos catalogan de leprosos?