¡Basta ya!

Entramos al décimo mes del año, Octubre, otro mes de Guayaquil, vamos a celebrarlo con coraje e indignación por lo que le pasa al país, a nuestro querido Ecuador, país rico por sus riquezas naturales, agua y sol abundantes, petróleo, minas y tierra fértil, lamentablemente manejado por un rabioso ser, que no le importa la vida y el futuro de los 13 millones de ecuatorianos que vivimos a lo largo y ancho del territorio nacional, solo prima en él su vanidad personal de poder absoluto, parecería pues que le resulta prioritario el caos y la destrucción de todo aquello que pueda significar desarrollo y progreso que genere prosperidad en base al trabajo bien planificado, firme y honesto al que estamos acostumbrados la mayoría de los ecuatorianos. La corrupción, la mentira y el insulto son el estandarte que hoy se exhibe sin vergüenza desde el palacio de Carondelet.

La corrupción se inauguró en este gobierno con los Pativideos, continúo con el show de los come-cheques, incrementándose con los contactos de las FARC y los exagerados anticipos de las obras entregadas a dedo bajo el pretexto de una emergencia permanente, como lo expresa su hermano Fabricio, degenerándose mas, al tener como sistema diario del convivir nacional los secuestros Express y el asesinato con licencia jurídica para matar, de acuerdo con los cambios y acuerdos establecidos en la Constitución de un amanecer de Montecristi.

El robo, los asaltos express y los saca-pintas crecen constantemente en contra partida con la economía y las plazas de empleo que disminuyen en forma alarmante, generalizándose la angustia, el pánico y el terror.

YA BASTA Sr. Presidente, cuidado se genera un caos similar al de Honduras, de difícil solución y de graves consecuencias.

Que tristeza que da conocer que el Econ. Rafael Correa tuvo la excelente oportunidad de recibir una buena enseñanza en el Colegio San José, como lo expresa su compañero de Colegio en su expresiva carta a “un hermano lasallano” y que de ella no le queda nada al Sr. Presidente, pues cada sábado le faltan personas para insultar, por lo que a sus calapitrinches del circulo rosa se les debe hacer cada vez mas difícil completar la lista de los candidatos a insultar el sábado. Porque mas bien a cambio de esa lista no le preparan algún cuestionario de trabajo nacional para servir con eficiencia y capacidad al país.

Sr. Presidente, sabemos que Ud. no tiene experiencia sobre lo que es manejar una empresa. Para su conocimiento, un país, cualquiera que este sea en el mundo, es la empresa más grande de la tierra que se puede y se debe para manejar con capacidad y honestidad para beneficio de todos. Así mismo, la más pequeña de todas las empresas del mundo, es el hogar, la casa de uno, en donde se genera y se forma la familia. Las dos hay que saberlas manejar, cada una en su nivel y dimensión, para lograr el éxito que todos anhelamos y no su destrucción y caos.

Con que simulada pena el Sr. Presidente en la noche de miércoles pasado expresaba su pesar por la muerte de un ciudadano Shuara he invitaba a sus dirigentes al dialogo permanente. Que farsa y mentira, si justamente fue el Sr. Presidente, quien rompió el dialogo y puso condiciones para el dialogo, creando la rebeldía y el caos.

Por otro lado se inicia el armamentismo irracional con donaciones del Presidente de Venezuela. Será acaso para acompañar a su entrañable amigo Chávez en la declaratoria de guerra a Colombia. No señor Presidente, en la guerra no hay vencedores ni vencidos, todos pierden y Ud. no tiene porque arriesgar la vida de los ecuatorianos.

BASTA YA Sr. Presidente no nos ofenda más, no siga en su error de buena o mala fe que esta conduciendo al caos al país, país que también es suyo y de su familia, en donde deberán vivir muchos años.

BASTA YA Sr. Presidente, no le haga mas daño al país, no les haga más daño a todos los ecuatorianos, que deseamos vivir en paz, sin odio ni rencores, para labrar nuestro propio futuro.

Para su meditación y reflección quiero hacerle una sincera propuesta Sr. Presidente, RENUNCIE antes de que sus errores puedan ser irreparables. RENUNCIE Sr. Presidente, ya vasta de tanta corrupción, inseguridad y miseria, ya basta de tantos enfrentamientos y muertes producto de la inseguridad creada por la irracionalidad de sus errores, al crear la impunidad del delito y la inaceptabilidad del entendimiento y la comprensión ciudadana.

“Guayaquil, por la Patria, con autonomía”