El Comunismo internacional, felizmente fracasado en el mundo, proclamó la “lucha de clases” una forma de destruir a la humanidad, por medio del odio entre hermanos de una misma nacionalidad; pero al proclamar la “revolución del Socialismo Siglo XXI”, en nuestra Patria se está, no solo buscando liquidar a la clase media, para convertir a todos en pobres, si no que, se ha institucionalizado el insulto personal dirigido a quienes se les cree que tienen algo, sin ni siquiera pensar que en Ecuador no existen las grandes fortunas de otros lados; el haber acumulado algo, con su trabajo honesto, es más bien honroso y digno de admiración y que sirve precisamente para el desarrollo del país y su gente. Lo malo está cuando han aparecido fortunas mal habidas.
He buscado en el Diccionario de la Real Academia de la lengua, ese ridículo término que ya se ha incorporado en el diario lenguaje como insulto denigrante, para todos aquellos que no comulgan con las ideas socialistas “pelucones”; no he encontrado, por lo que supongo que se refiere a quienes en la Edad Media lucían grandes pelucas, pero que en la actualidad sería totalmente anacrónico y a nadie se le ocurriría usarlas. El empresario grande o pequeño es factor importante del desarrollo nacional y no hay razón para perseguirle y fomentar la lucha de clases; el capital y el trabajo se complementan y de ello depende el Bien Común.
Ver en una manifestación en Montecristi al propio Presidente de la Asamblea Constituyente, con el puño alzado, al estilo trasnochado de la Europa de la Guerra Fría, junto al emblema de la Hoz y el Martillo; en lugar de los símbolos de nuestra Nacionalidad, vivando contradictoriamente al Viejo Luchador Liberal Radical y al Conservador revolucionario, héroe de nuestra libertad, que soñó con una gran República Independiente y Democrática; ninguno de los dos partidario del Marxismo-Leninista y menos del odio entre los ciudadanos de una misma Patria, dolía la conciencia ecuatoriana, que es lo que se debe resaltar.
Basta ya, por favor, de desunir a los ecuatorianos, hijos de un mismo suelo, a quienes se debe llevar hacia la unión y que crezca el nacionalismo, al que debemos incorporar, sin distingos de razas, economías, clases sociales, a todos, los que pertenecemos a una misma Patria, para llegar al desarrollo de nuestro Pueblo y sus gentes.
En el gobierno, aunque pretendan olvidar sus ancestros y menospreciar a su pasado, hay quienes caerían en eso de “pelucones”, por más que ahora quieran presentarse como “socialistoides”, como les llamaría el gran patriota y filósofo Dr. José María Velasco Ibarra, que sabía distinguir entre: ”metales y metaloides” ya que a estos últimos les faltaba algo, para ser lo primero, y que consideraba por tanto que ciertos políticos eran sólo “comunistoides”, por que ni siquiera llegaban a ser comunistas.
Últimamente se ha tratado de comparar al ex –presidente, también como insultador, lo cual es perfectamente falso, pues el nunca denigró a nadie personalmente; cuando elogió a la “gloriosa Chusma”, fue por que adversarios dijeron que sus partidarios solo eran una chusma y el defendió al pueblo que le seguía.
Terminemos con este afán de poner “pobres, contra ricos” y fomentar el odio de unos contra otros; pensemos primero en la Patria.