27 julio, 2024

"Benchmarking"

Esta ampulosa palabra esta de moda en los círculos kikuyescos. Aconseja que siempre es conveniente usar al exitoso para “benchmarking”, esto es a modo de punto de referencia. En términos más populares “benchmarking” es espiar que es lo que hace bien el competidor y, cuando menos, copiarlo.
 
El promedio de edad del ecuatoriano oscila alrededor de los 25 años. Por lo tanto, no es complejo darse cuenta que muchos hayan olvidado o no tengan la edad para haber conocido el estado en que estaba Guayaquil cuando asumió la Alcaldía el ex Presidente Constitucional Ing. León Febres Cordero y que a continuación tomó la posta el abogado Jaime Nebot S. y llevó a la ciudad y Cantón Guayaquil a ser un faro y ejemplo de eficiencia, desarrollo y humanismo.
 
Lo lógico hubiera sido analizar que hicieron… Cómo logró Jaime Nebot S. transformar a Guayaquil nueva y realmente en la Perla del Pacífico; cómo logró que el PNUD la considere ejemplo de virtudes cívicas; que la Unión Iberoamericana de Municipalistas la declare materia de estudio.
 
Que el gobierno y las demás autoridades reconozcan sus errores y hagan su “benchmarking” con Guayaquil y su Alcalde, al igual que lo han efectuado los de otros distritos en diversos países. Mejor para ellos y nuestra patria es aprender de los triunfadores, pedir ayuda y mejorar.
 
Para conocer el éxito de la gestión no es arduo aplicar el “benchmarking” ni espiar. Jaime Nebot S. frecuentemente ha explicado y estado presto a compartir su fórmula: Usar la incomparable proporción del 90% para obras de servicio y mejoramiento y sólo un 10% para gastos; con dedicación, honestidad y fervor. Relación que ni el más productivo Estado, metrópolis o empresa haya logrado igualar.
 
Varios libros han sido publicados por diferentes estudiosos independientes sobre el desarrollo urbanístico, consistente tanto en la regeneración de muchas áreas de todos los niveles socio económicos de la ciudad, en la cual los de mayor capacidad pagan las obras que requieren los menos privilegiados; sobre la gran labor humanitaria de planes como el de más salud, propender al aseguramiento familiar, recordar a los niños desvalidos y los ancianos dejados de lado; y en lo social… es tan amplio el espectro de mejoramiento del hombre menos favorecido que ha instaurado Nebot que ni esforzadamente se pueden enumerar.
 
En lugar de seguir el buen ejemplo, como otros gobiernos del mundo, que él ha dado y los logros de esta ciudad y provincia, se ha propugnado ponerle todas las trabas al Cantón y la Provincia, buscar zancadillas para “quitarle los méritos” porque no pueden comparar hechos con ofrecimientos disparatados e imposibles de plasmar.
 
Desean aplicarle a nuestra ciudad un “benchmarking” al envés, sin importarle que más de un cuarto de los ecuatorianos vivamos en Guayaquil. Anhelan llevarnos a igualarnos en el retraso conque otras zonas padecen por la demagogia e ineptitud de muchos políticos marcados por el latrocinio y la mentira y así han agredido a su comunidad.
 
Es lamentable saber que muchos se regocijan en permanecer en el fango y ante la dificultad y tesón que exige el mejoramiento prefieren arrastrar abajo al que, como Guayaquil, ha escalado en sus niveles de calidad de vida.
 
Que triste regocijarse en continuar en la miseria y no ir coronando superaciones. Que triste es hacer un “benchmarking” – ponerse de punto de referencia – a los del cuarto mundo que incluso ellos están superando.

Artículos relacionados

Explicando los apuros

Ya con el año 2008 encima y leyendo finalmente la famosa ley de “equidad tributaria” a la que tardaremos en comprender sus reales alcances, nos hacemos las siguientes preguntas:1) ¿Por qué debía […]

Regeneración Urbana

A vuelo de pájaro: todo cambio genera reacción contraria y su efecto es una factura que hay que cancelar. Los trabajos de regeneración en la Ciudad se agigantan y multiplican produciendo caos de tráfico, congestión, desgaste de motores, consumo de combustible, contaminación ambiental (ruido y polución) y el consabido estrés de conductores y peatones. Es decir, la regeneración urbana tiene un costo humano y económico.

El público se queja de la ferocidad de los aguaceros, de las alcantarillas tapadas, de la lenta velocidad de los arreglos, de la influencia del clima y –aunque no colabora- también se queja de las inundaciones sin preocuparse de no echar desechos sólidos y mantener limpios sus sistemas de drenaje, complementando el trabajo institucional.

Los urbanistas acusan al Cabildo de inexistencia de planificación, de falta de metas. Comparan el comportamiento urbano de Guayaquil con el de otras ciudades del planeta. Y, aquí, vale la pena un comentario. En la “praxis” urbanística existen dos tipos de planificación: la primera es total, algo rígida y de mediano y largo plazo. La segunda es puntual, flexible, de corto y mediano plazo y desarrolla la Ciudad por sectores, esperando y respetando las decisiones de los propios ciudadanos. A nuestro juicio en Guayaquil se desarrolla una tarea mixta con predominio de la planificación puntual. Y esto lo encontramos natural en una Ciudad que estuvo tan caotizada como la nuestra.

No hay comentarios

  1. La grandeza de una ciudad no tiene límites, ni las necesidades tampoco. El ideal consiste en acercarse lo más próximo posible a la satisfacción plena de la mayoría de sus habitantes. Nebot y su equipo están en ese rumbo, enhorabuena.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×