25 abril, 2024

Victoria Pírrica

Con el título describo a plenitud el resultado de la ingratitud, motivada por una ambición sin límite y sin razonamiento.
 
El gran chuchaqui llegará cuando despierten a la realidad. ¿Cuánto les durará el acto de desmembramiento que fue facilitado rompiendo la Constitución y los principios fundamentales de procedimiento y razón? Verán como lo asamblea – que se declara “omnipotente” – los someterá a designios que buscarán su fruto para llevarlo a la cancha de las alturas.
 
Se vendieron por pocas monedas y serán menos las que recibirán. Recuerden, desde ya exculpados compañeros, su “triunfo”, que nos agota, es, de hecho, más una derrota que otra cosa.
 
Hermanos guayasenses, lo han sido y serán, volverán porque sus intereses de desarrollo se lo demandarán.
 
Cómo pueden ser ingratos con la Vicepresidente del Concejo Provincial doña Laurice de Salem, quien peleo, y logró, incluso una participación mayor para la Península, a ella yo escuche por sus Radioemisoras locales a ustedes llamarla “la madrina de la península”. ¿Alcanzo a citar todas las obras implementadas? Son muchas, demasiadas; ustedes las conocen.
 
Les diré que el vergonzoso acto de tratar de irrespetar la bandera bicolor que fue madre de la real revolución de liberación, no logró su efecto. La Bandera Celeste y Blanco, sigue más gloriosa y sus estrellas resplandecen más que nunca. Jamás puede un desadaptado, nacido entre brincos, alcanzar su altura; pero, aún así el vil intento será perseguido cumpliendo con la Ley.
 
No saben que hasta los criminales en sus celdas aborrecen y menosprecian a quienes aún ellos los catalogan como escoria… violadores, ultrajadores, traidores…
 
Que irá gente a las magnificas playas que en su alma son del Guayas, irán. También muchos están visitando los balnearios de la costa del Perú. La pregunta clave: Esos miles de puestos y negocios que creamos los guayaquileños ¿seguirán fijando su estrategia a ese ámbito?
 
Los planes de hoteles recreacionales y lugares de diversión turística avanzada ¿a dónde se encaminarán? ¿Tienen ustedes la capacidad económica y de gestión?; con mi alma se las deseo; no obstante, la realidad me hace dudarlo ¡Ojala me equivoque!
 
Olvidaron que el balneario tradicional para “invernar” de los guayaquileños siempre fue Posorja y de alguna manera Morro y Playas; las que únicamente se postergaron por el tren y autoferro que cumplía su fin para los campos petrolíferos en manos de los ingleses. Luego vendrían las inversiones y fortunas generada por la Base Militar de los norteamericanos y el concomitante asentamiento de los guayaquileños que llegaron como hermanos y rindieron como padres.
 
Puná. La gran isla que como tantas otras se anexa con puentes o túneles que para la tecnología moderna son un juego… ¿Será ese el sitio que debamos enfocar? Sus playas son increíblemente bellas y su clima y luminosidad maravillosos.

Artículos relacionados

Ciudad Aterrada

Es harto evidente en los resultados que, las medidas tomadas para reducir los delitos no son las mejores ni las más eficientes para reducir la inseguridad y el miedo en nuestra Ciudad.

No permite sorpresa que un asunto tan importante, tan esencial para la convivencia urbana, tan presente en los escenarios políticos, administrativos, medios de comunicación y en el diario vivir, se maneje como objeto inútil para fomentar la seguridad y la demanda de acciones que contribuyan a la tranquilidad ciudadana. La percepción, desde afuera, indica que, al usar los mismos controles y sistemas de siempre, se alejan de una visión global ajustada al accionar de los actores urbanos.

La inseguridad es una preocupación constante. La seguridad es una política de estado y un mandato constitucional. La tranquilidad ciudadana es un derecho irrenunciable e irrevocable.

Y ahora yo, ¿A quién le echo la culpa?

Es risible y a la vez molestoso, vivir en un mundo en el cual los responsables NUNCA tienen la culpa de lo que hacen, ya que siempre encontrarán o se inventarán a otro personaje, a quien podrán, “olímpicamente” echarle la culpa; lo hace todo el mundo, desde los más pequeños de la casa con sus historietas imaginativas y de lo más jocosas, hasta los mayorcitos de edad, que se han acostumbrado a no asumir sus responsabilidades incumplidas o mal realizadas, con la típicas excusas al puro estilo del “yo no fui” bucaramista.

Que más podríamos esperar de la ciudadanía, si el primer impulsor de esta vergonzosa manera de actuar es el propio presidente, quien no ha parado de culpar desde el día mismo de su posesión de todas las desgracias del país, a la partidocracia fracasada, a los pelucones socialcristianos, a los indios, a la izquierda infantil, a la extrema derecha, al neo liberalismo, a los gringos, a los colombianos, a los peruanos, al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial, a Febres Cordero y Nebot, a la prensa corrupta y a quien se le ocurra desprestigiar en sus exabruptos de verborrea sabatinos.

×