23 enero, 2025

El Galileo aún desconocido

Dicen que era alto, de tez blanca, de largos cabellos castaños y ojos claros. Definición de Jesús que llega desde los inicios del cristianismo en que la Iglesia necesitaba  un héroe convertido en guía de su institución religiosa. 

Pero semejante decir,  nada tiene que ver con la realidad. Pues  los galileos eran de baja estatura,  y rostro braquicéfalo. Jesús  solo era uno de los tantos y tantos judíos  que cruzaban, hacia Jerusalén a diario, las tierras en torno a la Siria … Ni con ojos claros ni largos cabellos castaños…Pero de piel cetrina por el ambiente quemante del desierto y quizás tejedor de lonas y alfombras, como sus parientes. 

Como buen hesiot, terapeuta curandero, milagrero sanador en su versión popular,  su vida era la de un piadoso carismático. Muy parecida a la de su primo Juan, quien lo bautizó en el Jordán. ¿Inicios de su fe en la iniciación esenia de sanación con agua?. No hay que descartar que Juan y Jesús, eran discípulos esenios.

La definición de quién era Jesús, cómo hacía presencia y qué buscaba siempre fue un enigma, tal cual discutían sus discípulos. Gustaba reflexionar con quienes le seguían, haciéndoles pensar en cuanto a la vida de  sacrificio que deberían llevar. 

Con Pablo,  enfermo de temblores corporales y alucinaciones, no se conoció, aunque alguna vez, se cree,  ambos coincidieron en Jerusalén. ¿La crucifixión de Jesús, sin embargo, significó para Pablo el verdadero instrumento social de su conversión? Tal vez sí, tal vez no. No hay dato histórico sobre este suceso

Artículos relacionados

¿Por qué hay que casarse como Dios manda?

Cuando un hombre es un señor, y es un caballero serio, noble y responsable, jamás juega con el destino de una mujer y con el futuro de los hijos que trae a la vida. Su propia valía y el amor sincero hacia ella y el respeto hacia ellos, le lleva a buscar el matrimonio, o sea el único modo de comprometerse para siempre, a fin de darles seguridad y consagrarse de por vida a la búsqueda de la felicidad de ellos, renunciando a toda posibilidad de aventura mundana.

Pero cuando un hombre huye del matrimonio, no quiere dar garantías, quiere seguir teniendo una mujer para él, dándole largas al compromiso para siempre, ese tal, es un individuo de mucho cuidado; porque es un egoísta, un caprichoso, un inmaduro y un machista. Ese hombre es incapaz de darse y de entregarse porque es incapaz de amar como aman los hombres de verdad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×