No es nada insospechado observar, hoy por hoy, la casi imparable tendencia de algunos pueblos en insistir por romper y/o quebrantar los soportes de la democracia.
Muchas veces, la creciente inmadurez polÃtica de los electores, y su reiterativa tendencia por elegir a sus autoridades; no en función de concienzudos análisis previos sobre la probidad de a quién o a quienes van a escoger en las urnas, sino que los eligen por simples simpatÃas, termina aquello siendo al final de cuentas, el grito de guerra sin cuartel en contra de nuevos mandatarios en diferentes niveles de la cosa pública.
Desde mi adolescencia; etapa de mi vida a través de la cual aprendà a incursionar en la polÃtica; siendo ésta una actividad que me fascina; esto es, por su profundo contenido humanÃstico, pues la polÃtica no es sino al arte de servir a los demás, asà pues, desde cuyas instancias pude observar, en la praxis, una especie de antÃtesis en su forma y en su fondo por parte de ciertos actores polÃticos enmarcados en diferentes niveles conceptuales y/o personales.
El principio de democracia es y debe ser un inquebrantable sistema de convivencia humana dentro de cada nación.Â
Por lo que resulta ser que; mientras por una parte los indÃgenas vandalizaban el paÃs, por otra parte y al interior del recinto legislativo, se pretendÃa destituir al Presidente de la República, so pretexto de haber supuestamente transgredido determinados presupuestos constitucionales, lo cual ha dejado en casi todos los ecuatorianos un mal sabor, y cuya desagradable noticia le dio la vuelta al planeta.
Aquellas circunstancias resultan ser hechos inéditos en nuestra historia republicana, por haberse descubierto que detrás de toda esa trama, y a plena luz del dÃa, se violentaron todos los principios de honestidad de la práctica legislativa, puesto que de la manera más insólita y descarada, se hackearon las computadoras de ciertos asambleÃstas, haciendo aparecer un voto en favor de la destitución del Presidente. Obviamente, sin que aquello haya sido de conocimiento del asambleÃsta correspondiente
Las circunstancias que motivaron tan vergonzosos hechos, no son pues de difÃcil interpretación; claro que no…!!!!
REFLEXIÓN:  ParecerÃa que a través de aquellos medios de altÃsima tecnologÃa informática, viene funcionando una Asamblea paralela, capaz de destituir a un Presidente de la Republica, y quien sabe cuántas barbaridades más.
La profunda gravedad que aquello conlleva; tanto en el ámbito moral cuanto en el penal, es el mas afrentoso indicativo de que los ecuatorianos estamos inmersos en un gigantesco torbellino de corrupción.
Por otra parte, la fiscalÃa debe intervenir de manera inmediata a fin de aperturar las investigaciones que correspondan; esto es, hasta llegar a las últimas consecuenciasÂ