26 julio, 2024

Elecciones 2021: audacia es el juego 

El deficiente nivel de credenciales que ostentan los pretendientes a hacerse con la continuidad del poder político nacional solo confirma la vergonzosa realidad de un país golpeado por el populismo en su sistema de partidos y el latrocinio de su clase política. Más de una docena de candidatos presidenciales avalan una cleptocracia con ribetes constitucionalistoides que harían imposible la consecución de un verdadero estado de derecho. El país cuenta con apenas un candidato suficientemente calificado e idóneo para asumir la presidencia y con otros pocos aspirantes con la responsabilidad de liderar una nueva legislatura que borre del mapa a la actual plétora de rebuznantes y diezmadores asambleístas. 

La anhelada unión de la tendencia se ha materializado, ¿por qué entonces tanta apesadumbrez? Es que de haberse gestado 4 años antes Nebot hubiera carecido de argumentos para deslegitimar la victoria de Lasso y el país podría haber emprendido su recuperación con un perfil económico menos crítico. En conclusión, el electorado ha sido el trapeador de una manipuladora dirigencia política que discrecionalmente ha decidido su futuro, pero anteponiendo sus propios intereses. La ingenuidad popular se ha extinguido junto con el escaso margen de error de las próximas autoridades. Debemos votar y conminar a que nuestros mandatarios dirijan con responsabilidad a una nación en grave estado de descomposición social. De no poder revertir esta tragedia, el soberano siempre tendrá la última palabra y la calle recogerá su expresión. 

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La batalla final

Que el gobierno la tiene agarrada contra Guayaquil es algo que nadie ignora. Ni el propio Correa y sus conmilitones lo disimulan. Desde el primer momento ha sido Guayaquil que recibido disparo tras disparo. Los cañonazos han sido dirigidos principalmente, únicamentre casi, contra la Perla, cuyo brillo y excelencia han buscado ser opacados, aniquilados de ser posible.

Al comienzo se hizo blanco contra objetivos simbólicos: Diario El Telégrafo, por ejemplo, con la finalidad de atacar no sólo una tribuna independiente y una voz centenaria, sino el mérito de ser el diario vigente más antiguo del país, hasta convertirlo en una parodia. Así se ha ido avanzando, atacando todo lo propio, lo guayaquileño y guayasense per se, lo que nos otorga y nos permite autopercibirnos como lo que somos, desarticulando de manera sistemática no sólo nuestras instituciones…

Un canto

na asambleísta de País, de esas que llegaron a Montecristi de relancina y sin saber qué diablos hacer, dice que la nueva Cons-titución “es un CANTO a la vida , no solo del ser humano, sino también de la naturaleza”.

Los conceptos sobre el texto de lo que llaman Constitución son muy variados. La asambleísta con complejos de cantante como casi todos los del gobierno de la revolución musical, pretende incorporarle al armatoste de Montecristi nada menos que notas en el pentagrama. Para los gays, lesbianas y bisexuales, la canturria y el griterío son parte de su esquema mental y de cómo exteriorizar sus aberrantes placeres, Por ese lado está en la misma línea…

4 comentarios

  1. El estado se ha transformado en un monstruo, que explota de mala manera a los que trabajan (con un horrendo lugarteniente llamado SRI) para de manera mañosa alimentar a la raza infame de vagos parásitos que medran, repulsivos, del fruto de este atraco. Es tan maligno el sistema, que se nos obliga a elegir a la siguiente camada de réprobos, La solución es la desaparición del estado ladrón, y reemplazarlo por métodos digitales.

  2. Lo que interesa a los «socialistas del siglo XXI» es ganar como sea la mayoría en la asamblea, para que no se cambie la constitución y no se pueda gobernar.

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