8 diciembre, 2024

Propiedades curativas del aceite de Oliva

La mayor parte de los aceites curativos son aceites esenciales, debido a que las moleculas del aceite deben ser muy pequeñas para penetrar las células corporales y ejercer su acción terapeútica. Las moléculas de los aceites esenciales pueden atravezar la piel humana, ingresar al torrente sanguíneo a través de los alveolos pulmonares y también atravezar la barrera hematoencefálica. Pueden, además, actuar como mensajeros químicos sobre el ADN celular. Como estas moléculas se evaporan fácilmente, se las puede inhalar y compartir su aroma.

En la Biblia, la palabra “aceite” aparece 191 veces, según se indica en el libro Los aceites curativos de la Biblia; en siete de dichas menciones se habla explícitamente sobre el aceite de oliva, pero, supone el autor del libro mencionado que, al menos, 147 de las 191 veces los textos se refieren al aceite de oliva.

La oliva como fruto y el aceite que ésta produce eran los pilares de la dieta de los hebreos, desde el Génesis hasta el Nuevo Testamento. Las olivas también eran un alimento básico para los primeros cristianos.

En la actualidad, la oliva, es una fuente principal de alimento y de aceite de cocina para la mayoría de los países que colindan con el Mediterráneo: desde Tierra Santa hasta el Estrecho de Gibraltar.

Con la madera de éste árbol se hacían tallados y puertas para los templos.
En el lado oriental del mundo, el olivo ha gozado, desde tiempos remotos, con un carácter casi mítico, así simboliza: la fertilidad, la justicia y la belleza, la paz y la abundancia.

Además de la asociación innegable que existe entre el lugar del los olivos y Jesús, ya que Él visitaba con frecuencia el Monte de los Olivos, a donde iba a orar.

El aceite de oliva es un aceite graso que se utiliza para comer, cocinar y como combustible para lámparas, además de servir de base para las unciones; en los tiempos biblícos, era un aceite muy popular.

Hay distintos tipos, uno es el que se conoce hoy como “aceite virgen”, el primer aceite obtenido del fruto entero. Para obtenerlo, el fruto entero se trituraba con una rueda de piedra o se aplastaba pisándolo con los pies.

El aceite virgen es el más caro y el más valorado por los chef; cada olivar y la cosecha de cada año producen matices de sabor sutilmente diferentes.

Este primer aceite, “fino o prensado”, era el que usaban los sacerdotes levitas para las ofrendas, como base de las unciones y como diezmo; lo podemos verificar leyendo el Éxodo, el Levítico y Números.

También hay el aceite que se escurre aproximadamente durante la primera hora es el “extravirgen”.

Este aceite puro de segundo prensado, se obtiene del hueso, no del fruto, y es cien por cien graso, no contiene propiedades terapéuticas, es más económico, y en tiempos biblícos lo usaban las clases sociales más humildes para cocinar e iluminar las casas.

Existen otros grados de aceite de oliva: refinado, totalmente neutro, sin sabor; grado ligero y grado suave.

Para que conserve sus componentes aromáticos o esenciales, el aceite de oliva no se debe calentar como si fuera a usarse para freír, es mejor consumirlo frío.

El aceite de oliva es el mejor y más seguro de todos los aceites. El aceite virgen o prensado contiene grasas monoinsaturadas que contienen pequeños porcenajes de los aceites esenciales del fruto. La mayoría de los otros aceites son poliinsaturados y no contienen aceites esenciales.

El aceite de oliva tiene la capacidad de limpiar el hígado, que es el laboratorio del organismo humano, ayudando a su funcionamiento.

Reemplazando la mantequilla y la margarina por el aceite de oliva, seguro ha dado un paso hacia una mejor salud. Además, coma muchas frutas, verduras, pan integral si desea, y pocos alimentos derivados de animales.

El consumo diario de aciete de oliva disminuye la imflamación en las articulaciones, sobre todo en casos de artritis, ya que lubrica las articulaciones.

Otros beneficios del aceite de oliva:

Promueve la salud del corazón, protegiendo contra los niveles altos de LDL , el llamado colesterol malo; evita la obstrucción de arterias reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas.

Reduce el riesgo de cáncer, pues disminuye el riesgo de inflamación crónica en las células.

Controla el nivel de azúcar en la sangre, promoviendo niveles saludables de insulina. Es recomendado para las personas con diabetes o síndrome metabólico.

Tiene propiedades antiinflamatorias, esto ayuda a reducir el riesgo de artritis y asma.

Ayuda a perder grasa, ya que contiene una gran cantidad de grasas monoinsaturadas, pero no contiene nada de grasas saturadas, que son las grasas dañinas para su cuerpo. Por lo tanto, al incluir aceite de oliva a su dieta, puede perder el exceso de grasa corporal.

Contribuye a la salud de los huesos, cuenta con una gran cantidad de elementos que sirven para promover la calcificación y la mineralización de los huesos. Es un alimento esencial para los que sufren de osteoporosis.

Fomenta las capacidades cognitivas, tiene la capacidad para fomentar el desarrollo del cerebro. También se ha encontrado que hay una menor incidencia de demencia en regiones donde las personas consumen aceite de oliva de forma regular.

Mejora a la digestión, el aceite de oliva es conocido por sus propiedades para curar úlceras, estreñimiento e infecciones en el tracto digestivo. Sus propiedades antiinflamatorias ayudan en la curación de problemas de la vesícula biliar y del tracto urinario.

Previene el envejecimiento, es rico en antioxidantes como las vitaminas E y K. También tiene polifenoles que retrasan el proceso de envejecimiento. Sus ácidos grasos mantiene las arterias en buenas condiciones y mejora la salud de la piel. Por lo tanto, a menudo se le llama: “el aceite de la belleza”.

Aumenta los niveles de inmunidad, sus propiedades antiinflamatorias ayudan a proteger el cuerpo contra las infecciones y favorece la cicatrización de los tejidos. Como resultado de ello, las personas que consumen el aceite de oliva regularmente tienen un sistema inmunológico fortalecido.

Para finalizar, tal como decía Hipócrates: “Haz que tus alimentos sean tu medicina y tu medicina, tus alimentos.”

Artículos relacionados

3 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×