28 abril, 2024

No ha pasado nada

El gobierno de la revolución ciudadana tiene como estrategia el minimizar los acontecimientos y, de no ser así, los tergiversan de tal forma que hay personas que terminan tragándose la píldora y concluyendo que lo aseverado es una perogrullada.

Algo que quedará para las páginas de la historia fue aquel dictamen del presidente Correa cuando indicó que el valor del sobreprecio de la venta de los terrenos de los Samanes había sido: “Un error de buena fe.” Error que significó la bicoca de 41 millones de dólares, que claro si se lo ve comparado con los miles de millones que se ha gastado en la década ganada, pasa a ser una propina.

Otra de las tantas perlas de Correa es cuando aseguró que la Fiscalía inventó la relación del pago del exministro de electricidad Alecksey Mosquera con la constructora Odebretch. Que el millón que recibió no fue para “agilitar el trámite.” No fue una coima dijo, ya que fue posterior, en el 2011, dos años después de dejar el ministerio. Maravillosa conclusión.

“No me pidan que venda mi inteligencia y mi sentido común para darle gusto no a la sed de justicia, sino a la sed de venganza de cierta prensa. Estúpido no soy.” (RC)

En lo económico el país de acuerdo a las intervenciones del Presidente saliente, está en franca recuperación.  Cualquier problema relacionado con una futura crisis económica ya será responsabilidad del futuro Presidente; por lo tanto, nada ha pasado y los 10 años de despilfarro no afectará los próximos años.

La inauguración oficial de la llamada Plataforma Financiera está prevista para el próximo 22 de este mes, pero es probable que se retrase. Correa ha calificado el edificio a estrenarse como una espectacular obra de la revolución ciudadana.  Sin embargo, la última lluvia que afectó a la capital, revelaron las goteras y filtraciones de la obra contratada a los chinos.

Las imágenes exhibidas por los medios de comunicación mostraban a la Plataforma Financiera totalmente inundada, y con daños que no justificaría la millonada que ha costado el mamotreto.  El primer mandatario indicó que no ha pasado nada, que por la terraza donde hay jardines la lluvia se filtró y que todo son cosas menores que serán corregidas.

Hay una infinidad de dichos y desbarros que se recordaran luego de la terminación del largo periodo del correato. Muchos las recogerán y quedarán para la posteridad. Prohibido olvidar.

Con el cambio de gobierno a partir del 24 de mayo, veremos realmente si en el país no ha pasado nada.  Es más que evidente la falta de trabajo, el aumento de la delincuencia, las grandes cantidades de drogas que se decomisan diariamente y el poco movimiento económico que experimenta el país; no obstante, no ha pasado nada.

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Impuestos mineros

Con el afán de aprovechar los recursos naturales, y hacer de la minería un motor de desarrollo, el ejecutivo remitió a la Asamblea con carácter de económico urgente, un proyecto de reforma a la normativa minera que tiene por objeto atraer la inversión extranjera. Sin embargo para los entendidos en la materia, el problema de la minería continua siendo el mismo: impuestos.

A saber, los costos de producir una onza de oro son aproximadamente el 60% del precio, es decir que la utilidad bruta de producir esta onza es del 40%. A ese 40% hay que restarle el 15% de las utilidades laborales, más los costos de transporte, seguros y refinación. Luego de todos esos gastos e impuestos se tiene una utilidad neta la cual es gravada con el 50% de impuesto a la renta, cumpliendo así con el mandato constitucional de que el estado “participará en los beneficios del aprovechamiento de estos recursos, en un monto que no será inferior a los de la empresa que los explota”.

El engaño y la mentira

Las aseveraciones y pruebas presentadas por el Ab. León Roldós y por el Econ. Pablo Lucio Paredes en referencia a las modificaciones y cambios introducidos al texto de la Constitución que se planificó y se redactó en Montecristi, resultan inverosímiles por la ingenuidad de los autores de los cambios, al suponer que nadie iba a tener la acuciosidad de revisar el texto final, quizás pensaban que el cansancio de las ultimas madrugadas y el programa de nuevos sucesos que tenia programado realizar el gobierno central, no darían cabida a la responsabilidad de una revisión final.

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