26 abril, 2024

Inundaciones, el cuento del gallo pelón…

Llego la estación invernal con su secuela de lluvias, ráfagas de viento, proliferación de plagas y la consabida ola de calor. Ciertamente que patrones normales para la temporada no necesariamente se están dando pero, para quienes no somos tan jóvenes, los aguaceros que soportamos hoy en día son cosa habitual. Como son tristemente rutinarios los anuncios de inundación y las consabidas declaratorias de emergencia. Estas últimas nada solucionan, pues las causas siguen presentes y afloraran el año venidero en iguales fechas. Nos remitimos a las pruebas, hojear diarios de 10 o 15 años atrás es suficiente para concluir al igual que los franceses: esto ya lo vimos.

Las noticias de las riadas traen un factor común: lechos azolvados, canales obstruidos por palizadas, drenajes sucios, compuertas maltrechas, desembocaduras cegadas, alcantarillas derruidas para solo citar unas cuantas razones. Es que todo aquello se pudo prever, incluso evitar, si no existiera la imprevisión gubernamental.

Ningún gobernante a la fecha, podemos afirmarlo con conocimiento de causa, se ha interesado por mantener los cauces naturales. Nunca comprendieron, ni comprenden a la fecha, que esos zanjones naturales han perdido capacidad receptora. Politizan un tema técnico como lo es el urgente dragado del Guayas. Observan impávidos  como islotes e islas cierran la libre circulación del líquido poniendo en peligro vidas humanas, viviendas,  infraestructura y cultivos. Claro desde una tarima proclamaran el momento llegado la emergencia salvadora así como, la condenación de los créditos del Banco Nacional de Fomento. Solución sustentable a futuro: nada.

En el caso concreto de la provincia del Guayas, patético el anuncio de la CEDEGE  mediante el cual declara que ahora si, emprenderá las obras de limpieza de esas zanjas. ¿En estos momentos?… ¿Cuando tenemos el agua hasta el cogote?… Por favor, un poco de seriedad. Hemos perdido la cuenta pero son tres, cuatro, cinco o mas años en que se anuncio que el Guayas seria dragado Claro SAI., decidió que ese trabajo le correspondía y como muchas de sus promesas… se le chispoteo. ¿Recuerda la historia del perro del hortelano?…

El problema no es sencillo como tampoco rápido de finiquitar. Requiere de disciplina, inversión, dedicación, previsión y continuidad. Hemos despreciado ese don de la naturaleza al otorgarnos caudalosos y tranquilos afluentes otrora navegables, bajo el concepto que las lanchas son cosa del pasado. Olvidamos que esos fenómenos geográficos no son casualidad, son la respuesta de la madre naturaleza a una realidad que hace que un arroyuelo se volverá  estero el cual terminara siendo estuario.  

Revolución Agrícola de Todos es reforestar las laderas, las orillas de las vaguadas y, proteger los paramos origen de las redes fluviales. Labor que se acompañara del inicio por parte de la Armada Nacional de la operación Dragado. Posee los equipos y personal especializado para cumplir con éxito la tarea, por cierto propias a su objetivo. Mientras el Cuerpo de Ingeniero del Ejército debe encargarse de la limpieza y habilitación de las ramblas pues cuenta con los equipos. En tanto los agricultores dedicamos nuestro esfuerzo a producir riqueza, empleo y excedentes exportables todo aplicando Buenas Prácticas Agrícolas cuidando de nuestro entorno.  

Artículos relacionados

Cuidemos el ambiente (5)

Tomado del Boletín Rotarios en Acción (parte 2) Por Jaime Vargas Chaux

Ciertamente este es un problema mundial o mejor del universo (ya se cuenta en cientos de toneladas la basura existente en el cosmos producido por la industria aeroespacial). Las soluciones requieren el ingenio de toda la comunidad. Varias iniciativas están en ejecución para reducir o resolver el problema.

Las afrontan directamente los gobiernos, las industrias, las personas y por ende la sociedad en su conjunto. Aquí es donde nos situamos y por tanto nuestra conciencia rotaria nos obliga a generar ideas adecuadas en cualquier situación en que nos encontremos.

Lo que inclinará el voto

Para quienes vivimos en Guayaquil, ayudará mucho a decidir el voto este domingo, el mero hecho de comparar lo que ha pasado en los últimos 16 años, en que los gobiernos municipales y provinciales asumieron una serie de competencias públicas, con lo que pasaba antes de 1992, cuando estaban en manos del Gobierno Central (GC) y como pasarán a estar de nuevo, de ganar el Sí.

Comencemos por las carreteras del Guayas. Ni un ciego podría negar que su estado era calamitoso, al igual que siguen siendo las carreteras de las demás provincias; ahora en cambio son de lejos las de mejor calidad del país, tanto para manejar de día como de noche. Si gana el Sí, será otra vez el GC quien tenga el sartén por el mango.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×